MARTÍN VALMASEDA
O una Comunidad y una Familia
A lo largo de los años la iglesia siendo la misma ha
ido cambiando aspectos de su organización.
No era lo mismo cuando solamente estaba formada por un pequeño grupo de fieles, y además perseguida… que cuando fue creciendo en número en los países cercanos a Palestina…que cuando llegaron los apóstoles a Roma…o cuando más tarde se extendió por Europa…(y luego por Asia…y África…y en los siglos XV, XVI en América y Oceanía…
La Iglesia fue creciendo y también pasó
de ser un grupito marginado y perseguido a tener poder en países donde ya los
gobernantes se hicieron cristianos. El que los gobernantes se hicieran
cristianos fue una ventaja y también un peligro porque se mezcló el poder
espiritual con el dominio político. Incluso los papas llegaron a ser reyes del
estado Vaticano que hoy es pequeñito, solamente un barrio, pero que en siglos
pasados fue un reino mayor.
Antiguamente no existía la democracia. Los reyes mandaban y dominaban sin elecciones ni diputados, la iglesia también se dejó dominar por lo mismo. El papa tenía la tiara es un sombrero con tres coronas. Como rey de Roma, como obispo de roma y como jefe de la Iglesia Universal. Hoy ya no lleva esa tiara.
Eso influyó mucho en los obispos en y los demás sacerdotes que tenían un modo de
mandar algo autoritario, se olvidaban un poco a Jesús que decía: “El que sea el
primero entre ustedes que sea su servidor”. Se olvidaba un poco a Jesús de
rodillas lavando los pies a los discípulos. Se olvidaban un poco de la frase de
Jesús: “a nadie llamen Señor, a nadie maestro, a nadie llamen padre… todos
ustedes son hermanos.
Llegó la democracia en la que se eligió a los
gobernantes con el boto del pueblo y con la separación de los poderes: Unos
eran los que hacían las leyes (el poder legislativo) otros los que las hacían cumplir
(el poder ejecutivo) y otros los que juzgaban a los que no las cumplían (el
poder judicial).
La iglesia no es como las dictaduras, ni cómo las
democracias políticas. Es mucho más.
La iglesia es una comunidad lo reflejan los Hechos de
los Apóstoles, en capítulo 2, 42 y en el 4,32. Los fieles tenían un solo corazón
y una sola alma.
La iglesia es una familia de hermanos. En los primeros
tiempos hay datos de que se elegían unos obispos, por ejemplo San Ambrosio, por
aclamación popular. Todo se hacía en un ambiente fraternal y compartido.
Luego como vimos, por los cambios de la historia la
iglesia se hizo más autoritaria. El Concilio Vaticano II, volvió a insistir en
la participación de los fieles en la iglesia, en la parroquia.
Hoy las Comunidades de base ayudan a eso a procurar
que la iglesia no sea masiva sino que sea una comunidad de comunidades en donde
todos pueden aportar libremente su colaboración, su participación y también que
estén informados de marcha del conjunto.
Hay personas que por educación son pasivas. Prefieren
que les digan todo lo que tienen que hacer, sin tener que pensar. Pero Dios no
quiere eso. Quiere que pensemos, que tengamos iniciativas, que dialoguemos y
que nos escuchemos unos a otros. De ese modo la comunidad la llevamos entre
todos. Cuando entramos a la iglesia, solo nos quitamos el sombrero, no el
cerebro. Seguimos pensando, dialogando, y participando.
San Pablo en la Carta a los Corintios también compara
a la iglesia con un cuerpo (1 de Cor 12). El cuerpo tienen muchos miembros,
cada uno al servicio de los demás. La cabeza es Jesús. Lo que hacen diversos miembros
de la iglesia es un ministerio, un servicio (ministrare, en latín quiere decir
servir) y como en un cuerpo, en una comunidad, en una familia…todos somos responsables
de todo, aunque luego cada uno según su capacidad y su misión.
Todos como hermanos, fieles a nuestro Señor Jesucristo.