PALABRAS A VOLEO
La palabra que hoy echamos a voleo
puede, como nos ha sucedido muchas veces, tener relación directa con algo,
alguien, que tiene una inquietud en su vida, que esta reflexión que leen se la
provoque y no sea, como Bob Dyln canta, “blowing in the wind”. Soplar en el
viento. 
Vamos directamente   con la palabra de hoy. Tratamos de   
 Seguir
 Podemos seguir a alguien, como cuando el
profeta de   Galilea decía a alguien
sentado en su pasividad: “Sígueme”; o simplemente podemos en nuestra corta vida
  seguir un camino, un trabajo, no
decimos a quién.  Podemos seguir durante
corto tiempo o el mayor que podamos, no eternamente, como seres perecederos,
aunque…
Es triste sentir que acciones de servicio,
que se han llevado durante muchos años, misiones de conciencia social,
programas de desarrollo, culturales, han tenido que abandonarse    por  
motivos que les hacían difícil su permanencia en aquel país en plena
crisis. Vieron   los compañeros de aquella
comunidad que fuerzas inesperadas les obligaban a marchar.
Cuando el avión se elevaba sobre los barrios que sus pies habían recorrido, los viajeros comentaba: “” Nosotros nos marchamos, pero aquí se queda ese grupo de buenos amigos cargados con los problemas que durante años les hemos acompañado a llevar (una escuelita, una actividad de educación no formal, una emisora, una parroquia perdida en la selva, unas barriadas en barrancos de las afueras …)
Cuando el avión se elevaba sobre los barrios que sus pies habían recorrido, los viajeros comentaba: “” Nosotros nos marchamos, pero aquí se queda ese grupo de buenos amigos cargados con los problemas que durante años les hemos acompañado a llevar (una escuelita, una actividad de educación no formal, una emisora, una parroquia perdida en la selva, unas barriadas en barrancos de las afueras …)
Las personas que hacían comunidad con ellos
se han visto sorprendidas por su marcha. 
Ellos, Los que vuelven a su tierra, al
aterrizar   después de unos de años
apasionantes en esa misión, se quedan mirando allá lejos con nostalgia.  Han   aterrizado
en su país de origen, pero sienten que “no han despegado de allí.”  No tienen por qué despegar mientras su acción
pueda seguir a distancia. ¿Seguir? 
Nos viene a la memoria la frase de un
fundador de   comunidades misioneras: “Una
congregación es como un hombre que no muere”. 
No muere, pero peor si se le muere su sueño, su trabajo, su campo
sembrado   de futuro que se va secando.
 En estos tiempos, en que los medios de
comunicación extienden   por todas partes
sus brazos como un pulpo, ¿será   posible,
que también siga viva la comunión de los retornados con los que no han dejado
de ser sus amigos   por encima de las
distancias?
En su lugar de origen, al volver se reencuentran
con viejos compañeros que se interesan por  
sus aventuras en aquellos años de servicio. También   tropiezan con otros   a quienes trae al fresco la vida que ellos
llevaron allá lejos. No hay preguntas.
 Aunque
se sorprenden al encontrar   nuevos
compañeros   que les interrogan, les
escuchan, se   han sentido
palpitando   en la vida que les cuentan,
la que han dejado, pero no han abandonado.   
Algunos   que aparentemente llevan
una vida tranquila, sin muchas complicaciones, les hacen ver que a ellos
también les gustaría asomarse a horizontes como los suyos; que comprenden que
ese encuentro con hermanos de otros países les golpea la conciencia.  “A mí también - les dicen -   me gustaría poner mis fuerzas en algo como lo
tuyo, pero fíjate que me lo impide   mi
salud, mi familia, mis compromisos…
 Los
retornados, también   porque   les fallaba la salud, les sobraba edad,
problemas personales o familiares se les quedan mirando: “Pero a lo mejor tú puedes
ser alguien que ayude a mantener la vida, la acción de esas comunidades que
hemos dejado.  Allí ha quedado   gente que tú aun no conoces, pero que, desde
aquí, junto a nosotros y con ellos, como un puente, puedes hacer pasar
esfuerzos, iniciativas que mantengan con vida lo que habíamos comenzado y que todavía
sigue vivo.  
Se sientan juntos a pensar.  Agarran un bolígrafo o encienden el ordenador
y juntos, desde aquí, siguen recreando iniciativas para allí.
Pueden tratar de aportar ideas, materiales de trabajo, base económica, libros o documentos.
Pueden tratar de aportar ideas, materiales de trabajo, base económica, libros o documentos.
Pueden considerar posible un viaje de más o menos tiempo donde encuentren en vivo y en directo las situaciones y crisis en aquellos pueblos hermanos, tal como les habían relatado.
 En
unos cuantos días o meses   esos
voluntarios solidarios, pueden retomar el contacto, hacer que el tiempo
que   dieron los anteriores se llene de nueva
acción.  Podrían conseguir   que esa acción   se haga también presencia de nuevos actores,
una presencia que no muera; que  
los   primeros que empezaron
aquella misión no se queden con la sensación de que aquello pasó; en cambio sientan
que la comunidad donde ellos vivieron sigue caminando.
 Que no se trata sólo de un hombre que no
muere     sino de una presencia   que sigue viva y activa.
Si termina aquella acción liberadora pero los pueblos y comunidades se quedan sin nuevo ánimo, tal vez no mueran, pero se quedan plastificadas.
Si termina aquella acción liberadora pero los pueblos y comunidades se quedan sin nuevo ánimo, tal vez no mueran, pero se quedan plastificadas.
Ahora 
que  se habla tanto en las
congregaciones religiosas de la crisis de vocaciones y que también -  tal vez por eso - se  habla más de 
laicos y laicas 
comprometidas  seguidores   del 
campesino de Nazaret ,  puede  que alguien que lea esto   se quede pensando: “pues  a ver si hacemos que  esto 
siga palpitante,  que   no muera 
lo   que  hace años  
empezó y que aparezcan 
por los caminos hombres y mujeres, con votos o con botas o sandalias dando vida y liberación a cientos de comunidades por el mundo.
por los caminos hombres y mujeres, con votos o con botas o sandalias dando vida y liberación a cientos de comunidades por el mundo.
Y así, los que allí estuvieron, se mantengan
con la sensación de que no, no se han ido, porque aquello sigue



