MARTÍN VALMASEDA
HORIZONTE
Esta  palabra 
que  echamos al 
aire  como  cometa 
de  esperanza tiene  hoy una dedicatoria especial. Se la dedicamos
a un país determinado  GUATEMALA.
Lo  hacemos 
porque este país  después de un
horizonte  sin esperanza,  la 
misma  desesperación  ha 
hecho  unirse,  sobre 
todo a  los más  desesperados 
del  país, y  sin 
casi  darse  cuenta, han encendido una  luz allá a 
lo lejos,  en  un  horizonte  que 
estaba  de  color 
gris  oscuro  por  
todas  las  calles de 
pueblos  y  ciudades guatemaltecos.  Como 
todo  horizonte esa  luz 
estaba  lejos: pero los hombres  y mujeres chapines como les llamamos,  se 
echaron  a  las calles  para 
empujar  la  vida 
hacia  el horizonte.
Las calles olían mal, olían a corrupto sobre todo en los despachos y oficinas del gobierno, pero los campesinos de los montes donde olía a milpa, bosque y cardamomo los campesinos de los pueblos ancestrales se taparon los narices y bajaron a la capital a empujar la vida hacia la luz.
Los  corruptos 
se  rieron   y quisieron  
mantener el horizonte  en
sombras,  pero  el 
pueblo de los  cantones  campesinos 
y  junto a  ellos los ciudadanos conscientes  siguieron 
empujando  la  luz. 
La luz   se  llamaba
<<14eneroalas14horas>>  así
todo  seguido.
Al  llegar esa 
fecha (14 a las 14) no  llegó  el 
horizonte, llegó  la  lucha. 
Pero  cuando  era 
las 24 de  la  noche de ese mismo  día, 
en  plena  oscuridad, se encendió  el horizonte 
con una luz suave.
Hoy  cuando 
escribo  esto  días  después  sigue encendiéndose  la  luz
del  horizonte  guatemalteco 
poco  a  poco. 
Ya huele  menos  a 
corrupto  en  las 
calles de  la  capital.
El  que 
esto  escribe  desde 
Madrid  les  canta a 
los hermanos chapines:
Adelante  mis 
hermanos
ya  ha venido 
el  horizonte
lo  han 
traído  los ancestros
empujando de los  montes
que  ya  no
huela  a 
corrupto
sino a paz y democracia
de originarios, ladinos
con  bandera 
azul  y blanca
¡donde   canten 
los quetzales
porque  el pueblo 
se  levanta!



