Cena Ecológica, parte de la pintura de Maximino Cerezo arreglo: Ana Isabel Pérez y Martín Valmaseda

Cena Ecológica, parte de la pintura de Maximino Cerezo arreglo: Ana Isabel Pérez y Martín Valmaseda

27 de agosto de 2025

EVANGELIO DOMINGO 31 /Agosto/2025 - Lucas 14, 1.7-14. Reflexiones Pagola

 GRATIS

Entró Jesús un sábado en casa de uno de los principales fariseos para comer, y ellos le estaban espiando. Notando que los convidados escogían los primeros puestos, les propuso este ejemplo:

Cuando te conviden a una boda, no te sientes en el puesto principal, no sea que hayan convidado a otro de más categoría que tú; y vendrá el que os convidó a ti y al otro, y te dirá: <<Cédele el puesto a este>>. Entonces avergonzado, irás a ocupar el último puesto. Al revés, cuando te conviden, vete a sentarte en el último puesto, para que, cuando venga el que te convidó, te diga:<<Amigo, sube más arriba>>. Entonces quedarás muy bien ante todos los comensales. Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.

Y dijo al que lo había invitado:

Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos, porque corresponderán invitándote y quedarás pagado. Cuando des un banquete, invita a los pobres, lisiados, cojos y ciegos; dichoso tú, porque no pueden pagarte; te pagarán cuando resuciten los justos

(Lucas 14, 1.7- 14).

SIN ESPERAR NADA A CAMBIO

Jesús no rechaza el amor familiar ni las relaciones amistosas. Lo que no acepta es que ellas sean siempre las relaciones prioritarias, privilegiadas y exclusivas. A los que entran en la dinámica del reino de Dios buscando un mundo más humano y fraterno, Jesús les recuerda que la acogida a los pobres y desamparados ha de ser anterior a las relaciones interesadas y los convencionalismos sociales.

¿Es posible vivir de manera desinteresada? ¿Se puede amar sin esperar nada a cambio? No hemos de engañarnos. El camino de la gratuidad es casi siempre difícil. Es necesario aprender cosas como estas: dar sin esperar mucho, perdonar sin apenas exigir, ser pacientes con las personas poco agradables, ayudar pensando solo en el bien del otro.

Siempre es posible recortar un poco nuestros intereses, poner en la vida del que vive necesitado, regalar algo de nuestro tiempo sin reservarlo siempre para nosotros, colaborar en pequeños servicios gratuitos.

<<Dichoso tú si no pueden pagarte>>. Esta bienaventuranza ha quedado tan olvidada que muchos cristianos no han oído hablar nunca de ella. Sin embargo contiene un mensaje muy querido para Jesús: <<Dichosos los que viven para los demás sin recibir recompensa. El padre del cielo los recompensará>>.


FUE LA OPCIÓN DE JESÚS

Algunos piensan que la <<opción por los pobres>> es un lenguaje peligroso inventado  por los teólogos de la liberación y condenado justamente por Roma. No es así. La opción preferencial por los pobres es una consigna que le salió desde muy dentro a Jesús.

Cuando des un banquete, invita a pobres, lisiados, cojos y ciegos; dichoso tú, porque no pueden pagarte; ya te pagarán cuando resuciten los justos>>.

¿Se pueden tomar en serio estas palabras provocativas de Jesús? Jesús habla de invitar a los excluidos, marginados y desamparados.

Jesús habla en serio. Lo prioritario para quien sigue de cerca a Jesús no es privilegiar las relaciones con los ricos ni atender las obligaciones familiares o los convencionalismos sociales olvidando a los pobres. Quien escucha el corazón de Dios comienza a privilegiar en su vida a los más necesitados.

En su Iglesia hemos de tomar una decisión: o buscamos seriamente cómo darle una aplicación generosa o renunciamos a ser una Iglesia fiel a Jesús.

 

INVITAR A LOS POBRES

Jesús vivió un estilo de vida diferente. Quien quiere seguirlo con sinceridad se siente invitado a vivir de manera nueva y revolucionaria, en contradicción con el modo <<normal>> de comportarse que observamos a nuestro alrededor.

Se nos invita a actuar desde una actitud de gratuidad y de atención al pobre, que no es habitual. Se nos llama a compartir sin seguir la lógica de quienes buscan siempre cobrar las deudas, aun a costa de humillar a ese pobre que siempre está en deuda con todos.

Jesús piensa en una relaciones humanas basadas en un nuevo espíritu de libertad, gratuidad y amor fraterno.

Los seguidores de Jesús hemos de sentirnos llamados a prolongar su estilo de vivir, aunque sea con gestos muy modestos y humildes.

No lograremos cambios espectaculares, y menos de manera inmediata. Pero con nuestra actuación solidaria, gratuita y fraterna criticaremos el comportamiento egoísta como algo indigno de una convivencia sana.

El que sigue de cerca a Jesús sabe que con sus pequeños gestos está apuntando a la salvación definitiva del ser humano.

GRATIS

En nuestra <<civilización del poseer>>, casi nada hay gratuito. Todo se intercambia, se presta, se debe o se exige. Nadie cree que <<es mejor dar que recibir>>. Solo sabemos prestar servicios remunerados y <<cobrar intereses>> por todo lo que hacemos a lo largo de los días.

Sin embargo, los momentos más intensos y culminantes de la vida son los que sabemos vivir la gratuidad. Solo en la entrega desinteresada se puede saborear el verdadero amor, el gozo, la solidaridad, la confianza mutua.

Nunca el hombre es tan grande como cuando sabe irradiar amor gratuito y desinteresado.

¿Nos atreveremos a saborear la dicha oculta, pero auténtica, que se encierra en la entrega gratuita al que nos necesita? Ese seguidor  fiel de Jesús que fue Charles Péguy vivía convencido de que, en la vida, <<el que pierde, gana>>.

 

AMOR GRATUITO

La sociedad actual tiende a producir un tipo de hombre insolidario, consumista, de corazón pequeño y horizonte estrecho, incapaz de generosidad. A veces hasta la amistad y el amor aparecen mediatizados por el interés y el egoísmo.

Jesús nos invita a reflexionar sobre la verdad última de nuestra conducta.

Sería una equivocación creer que uno sabe amar con generosidad por el simple hecho de desenvolverse correctamente en el círculo de sus amigos y familiares. También el egoísta <<ama>> mucho a quienes le aman mucho. Amar es no pasar de largo a quien me necesita.

Jesús buscaba una sociedad en la que cada cual pensara en los más débiles e indefensos. Una sociedad muy distinta de la actual en la que aprendiéramos a amar no a quien mejor nos paga, sino a quien más nos necesita. Es bueno preguntarnos con sinceridad qué buscamos cuando nos acercamos a los demás. ¿Buscamos dar o buscamos recibir?

 

José Antonio Pagola

Colaboración de Juan García de Paredes.