Cádiz,
10 de Septiembre de 2025.
Comenzamos
nuestro círculo de silencio, lejos ya de la gran ola de calor y de los
incendios que se han producido el pasado mes de agosto en la península, fruto
de un cambio climático que algunos no están dispuestos a reconocer por
intereses económicos, políticos o sociales.
Y lo comenzamos como no podía ser de otra manera, poniendo
el foco en el genocidio que está padeciendo Palestina a manos de su verdugo,
Israel, delante de una comunidad internacional de países que no hacen los
suficiente para evitarlo. Miles de desplazados y de migración interna se
está produciendo en un callejón sin salida.
Los más sensibles a los acontecimientos que suceden
día tras día nos preguntamos cuando van a intervenir los países unidos con
medidas contundentes?. Otros, al ver o escuchar las noticias cambiarán de
cadena, como si el conflicto y la barbarie se acabaran con ello.
Pero no sabemos qué más líneas rojas tiene que
atravesar Israel para que la comunidad internacional a través de la ONU, la
Corte Internacional de la Haya, o con medidas disuasorias diga basta y acometa
las acciones necesarias para que esto pare.
Si no se pone freno a tiempo, ya será demasiado tarde. Israel sigue y sigue avanzando en su propósito de aniquilar al pueblo palestino, sean civiles o militares. Ayer mismo un dron atacó al principal barco de la flotilla, conocida como Flotilla de la Libertad. La embarcación se encontraba en el puerto de Túnez, donde llegó el domingo, en medio de un gran recibimiento, para abastecer de comida y medicinas al pueblo palestino por mar. En el barco viajaba el comité de dirección de la organización y a la vez las caras visibles de la misión, entre ellos Greta Thunberg o Thiago Ávila. Acto seguido el comité de dirección, declaró que la misión pacífica de romper el bloqueo en Gaza, para llevar ayuda humanitaria a su población, con el fin de crear un corredor operativo “continúa con determinación”.
También ayer, Israel perpetró un ataque en Doha, la
capital de Qatar, siendo este país mediador en el conflicto de Gaza, alegando
que fue un ataque contra los líderes de Hamás.
Les da igual a que país atacar o que terrenos ocupar, saben que no los va a detener nadie, siempre que estén apoyados por el lobby sionista de los Estados Unidos, que como definen los profesores John j. y Stephen M. Walt, en su libro El lobby israelí y la política exterior de Estados Unidos: “son una amplia y dispar coalición de individuos y organizaciones que trabajan activante para conformar la política exterior estadounidense e imprimirle una dirección claramente proisraelí “.
Y
ante todo esto, nosotros que podemos hacer
Muchos piensan que las personas que conformamos la sociedad
de a pie no podemos hacer nada para acabar con esta situación, pero otros
pensamos que sí. Ciertamente, ojalá estuviera en nuestras manos revertir la
situación de un día para otro, como lo pudieran hacer los poderes fácticos de
los países organizados, pero sin llegar a ese nivel ansiado, sí que podemos
provocar situaciones que vayan sensibilizando al resto de la ciudadanía, y con
ello, incidir en los políticos. Sin ir
más lejos la ciudadanía, con sus manifestaciones masivas, y día a día, ha
provocado que en el la vuelta a España el equipo ciclista de Israel borre de
sus maillots el nombre de ese país. Otro dato es que cada vez más se suceden
manifestaciones en distintos puntos del planeta exigiendo el fin de la barbarie
y pidiendo a sus países que actúen. Además, es lo que piden las personas
palestinas: que, por favor, no se les olviden, que gritemos, que participemos
en las manifestaciones, que vetemos los productos israelíes, que interpelemos a
nuestros políticos.
El genocidio parará, si Dios quiere, mas pronto que
tarde, y cuando todo suceda y cuando pase el tiempo, nos preguntaremos cómo
pudo pasar esto en pleno siglo XXI, como pudimos permitirlo, sociedad y
políticos.
Será también el momento de preguntarnos que hicimos nosotros.
Amigos,
comienza nuestro TIEMPO DE SILENCIO.
MESA
DIOCESANA DE ATENCION Y ACOGIDA DE MIGRANTES Y REFUGIADOS DE CÁDIZ Y CEUTA.
Tierra de Todos
Colaboración de Juan García de Paredes.