Los seres humanos se están
matando por el petróleo y yo estoy aquí y no cuentan conmigo. Yo tengo energía
para mil planetas del tamaño de la Tierra y para encender todos los bombillos
del mundo y mover todos los motores. Me sobra energía. Y energía limpia, la que
no contamina. ¡Y no me aprovechan!
FRANCISCO Paz con ustedes que me escuchan. Paz
y bendiciones. Como saben, yo, Francisco de Asís, estoy conociendo algunos
países de la parte del mundo por donde se acuesta el Sol. En todos ellos hay
problemas graves y el Papa de Roma está hablando de ellos. Por eso, he venido a
ver de cerca lo que pasa… aunque ahora mismo no sé ni dónde estoy. Lo que sí me
he fijado es que en este lugar, cuando llega el mediodía, no hay sombras. Los
rayos del Sol caen como cuchillos verticales.
SOL Francisco… ¡Francisco!
FRANCISCO A ti sí te reconozco
la voz, hermano Sol. Para ti hice un cántico, el cántico de las criaturas, y al
primero que nombré fue a ti, hermano Sol.
SOL Gracias, Francisco.
FRANCISCO Antes de agradecerme, dime dónde
estoy. ¿Qué tierra es ésta?
SOL Se llama Ecuador, porque está en la mitad del mundo. Como si la
Madre Tierra tuviera un cinturón. Ahí, en medio, es donde ahora te encuentras.