La opinión pública consiste en las creencias fuertes
sostenidas por un público en cierto momento. Se forma a través de la
conversación de vecinos, en las escuelas, reuniones diversas y por la
influencia que ejercen los medios de comunicación, sobresaliendo sus piezas de
infomerciales, que no son sino espacios de propaganda disfrazada de
información.
De esta manera, los medios de comunicación fácilmente se
convierten en fabricantes de la opinión pública.
El Papa Paulo VI dijo en una ocasión que, los medios de
comunicación no son solamente espejos pasivos, sino maestros activos, pues
estimulan el pensamiento, sugieren lo que es preciso decir, modelan las ideas,
animan a la acción, y forman la personalidad.
Según el periodista francés Jean Schwoebel, del periódico
Le Monde de París, la libertad de prensa no es más que la libertad de los
propietarios de los periódicos y noticieros audiovisuales.