"Frente a
semejante drama no sirven las palabras, sino los hechos""
Papa, a los líderes
religiosos: "No nos acostumbremos a considerar los naufragios como
noticias y a los muertos como cifras;
no, son nombres y apellidos"
Papa, a los líderes
religiosos
"No nos
acostumbremos a considerar los naufragios como noticias y a los muertos como cifras; no, son nombres y apellidos, son
rostros e historias, son vidas rotas y sueños destrozados"
"Pienso en los
numerosos hermanos y hermanas ahogados en el miedo, junto con las esperanzas
que llevaban en el corazón. Frente a
semejante drama no sirven las palabras, sino los hechos"
"Este
espléndido mar se ha convertido en un
enorme cementerio, donde muchos hermanos y hermanas se ven privados incluso del derecho de tener una sepultura,
pero la única a ser sepultada es la dignidad humana"
"En las raíces de
los tres monoteísmos mediterráneos está por tanto la hospitalidad, el amor por
el extranjero en nombre de Dios"
José Manuel Vidal
Tras el encuentro con
el clero en la basílica de Nuestra Señora de la Guardia, el Papa Francisco se
traslada al Memorial dedicado a los marineros y migrantes perdidos en el mar.
Se trata de una Cruz de Camarga que simboliza las tres virtudes teologales: la
fe, representada por los tres tridentes de la Cruz, la esperanza, simbolizada
por el ancla, y la caridad, representada por el corazón. La Cruz se llema
"de la Camarga" porque se fabricó en esta región en los años veinte
"Hermanos,
hermanas, afrontemos unidos los problemas, no hagamos naufragar la
esperanza, ¡formemos juntos un mosaico
de paz!". Así concluyó el Papa Francisco su emotivo discurso al pié de la
Cruz de Camarga, en la que volvió a implorar por la suerte de los emigrantes
que cruzan este mar y que se convierte para muchos de ellos en cementerio,
donde "se ven privados incluso del derecho a tener una sepultura".
Y volvió a suplicar:
"No nos acostumbremos a considerar los naufragios como noticias y a los
muertos como cifras; no, son nombres y
apellidos, son rostros e historias, son vidas rotas y sueños destrozados".
Según el Papa,
"frente a semejante drama no sirven las palabras, sino los hechos" y,
por eso, suplicó a los líderes religiosos y a sus respectivos fieles de las
tres religiones del nómada Abraham, que abran sus brazos y sus corazones a los
emigrantes. Porque "en las raíces de los tres monoteísmos mediterráneos
está por tanto la hospitalidad, el amor por el extranjero en nombre de
Dios".