Cena Ecológica, parte de la pintura de Maximino Cerezo arreglo: Ana Isabel Pérez y Martín Valmaseda

Cena Ecológica, parte de la pintura de Maximino Cerezo arreglo: Ana Isabel Pérez y Martín Valmaseda

27 de septiembre de 2018

¿Qué celebramos en septiembre?

Es un mes para reflexionar sobre la verdadera independencia: la que con sus acciones buscan los líderes que luchan día a día para cerrar la brecha de exclusión, racismo y discriminación.



POR JULIO DAVID MENCHÚ 
NOMADA

Es septiembre y los líderes comunitarios que luchan por la defensa del territorio siguen siendo perseguidos y asesinados. Son criminalizados y el sistema de justicia “occidental” clava sobre sus espaldas el precio de defender a U’k’ux Ulew (Corazón de la Tierra).

¿Cómo podemos celebrar? Los sistemas de exclusión siguen siendo vigentes y la explotación laboral se incrusta sobre las sienes de la población, especialmente la maya como un mecapal que no perdona.



Ese mecapal de exclusión y empobrecimiento que alcanza al Sistema Nacional de Salud y que hace que niños recién nacidos mueran en los hospitales por falta de los recursos necesarios para la atención mínima. Y se incrusta aún más profundo, cuando la población mestiza sigue excluyéndonos y haciendo crítica dañina cuando se intenta aplicar un sistema salud incluyente y con pertinencia cultural.


Ese mecapal de pobreza que llevamos cargando en las comunidades cuando se van a colocar hidroeléctricas en los ríos que nos dan de beber, o cuando el finquero los desvía dejándonos sin el vital líquido y mata nuestras siembras, pero si hay para la caña; esa caña que envenena el aire cuando la fumigan.

Mecapal de explotación que se hunde en nuestras sienes cuando permiten instalar en el patio de nuestra casas, a las empresas mineras que explotan a la Madre Tierra. Ese mecapal que se ciñe afirmando hemos desaparecido, que no somos pueblos indígenas como en el caso de los xinkas.

Mecapal de círculos de pobreza que llevamos cargando las comunidades indígenas, cuando no hay maestros o escuelas, garantizando así nuestra ignorancia. Como dice Luis Achaerandio S.J., la única alternativa para salir de la pobreza es la educación. Y nos dejan sin ella y más sumidos en la pobreza.

Mecapal de explotación laboral, pobreza y exclusión que nos hace endeudarnos para migrar hacia ese lugar del norte en donde hay aparentemente mejores oportunidades, aunque haya frío en ese lugar y se enfríen nuestras relaciones familiares desarraigándonos de nuestra propia tierra.

Ese durísimo mecapal que asesinó  a los líderes comunitarios: Luis Arturo Marroquín, José Can Xol, Mateo Chamán, Ramon Choc, Alejandro Hernández, Florencio Nájera, Francisco Munguía y Juana Raymundo. Su sangre sigue regando la tierra.

Ese mecapal que sigue criminalizando a los líderes.


 Ese mecapal que Arévalo nos trató de disminuir y que Arbenz nos quitó; ese mismo presidente que derrocaron los poderosos del país, y que nos volvieron a poner durante 36 años; ese duro mecapal en donde unos nos querían salvar de la exclusión, y otros nos mataban. 36 mil muertos cargaron ese mecapal.

Hoy quisiera reconocer  a esos héroes contemporáneos que desde su que hacer cotidiano han buscado quitarnos ese mecapal en este maldito sistema de exclusión:

Adrián Inés Chávez (primer maestro y profesor maya) y primer K’iche’ hablante en traducir el Pop Wuj.

Adelina Maquín “mamá Maquín” maya q’eqchi y defensora de derechos humanos y asesinada por el ejército en la masacre de Panzos.

Juan José Gerardi Conedera, obispo que coordinó el Informe Interdiocesano de Recuperación de la Memoria Histórica, para determinar las atrocidades cometidas durante el conflicto armado interno, le costó la vida también.

Luis Enrique Sam Colop, K’iche’ filólogo y en definitiva el mejor traductor del Popol Wuj.


Doña Rosalina Tuyuc, maya kaqchikel defensora de derechos humanos e incansable buscadora de justicia para los detenidos y desaparecidos en Guatemala.

Aura Elena Farfán, mujer mestiza fundadora de Famdegua, organización que busca la justicia para las víctimas del conflicto.


Quisiera celebrar esa independencia sin ese mecapal de exclusión, racismo y discriminación que tanto nos aqueja y que tanto nos esclaviza y en esta coyuntura sin el presidente golpista, los diputados del pacto de corruptos ni los vende patrias que se venden a los intereses extranjeros Así debemos aprender a celebrar la independencia.