Cena Ecológica, parte de la pintura de Maximino Cerezo arreglo: Ana Isabel Pérez y Martín Valmaseda

Cena Ecológica, parte de la pintura de Maximino Cerezo arreglo: Ana Isabel Pérez y Martín Valmaseda

16 de marzo de 2023

PALABRAS A VOLEO: MAR

MARTÍN VALMASEDA


Por haber sido una fecha reciente, nos corresponde echar  a  voleo  una  palabra,  tal  vez  la  más  amplia  que  tengamos  en  nuestro  vocabulario.  Se  trata  de la  palabra  que  podemos  considerar  de  las  más    amplias,  porque  es  una  expresión  que  se  refiere a lo  que es  y  a  lo  que  no  es.  Basta   con  cambiar  su artículo  para  que en  esa palabra abarque todo.

A  ver -  me  dirán -  deja  de  andarte  por  las   ramas - y  dinos  ¿de  qué  palabra  se  trata?.

Les  digo:  se  trata  de  la  palabra MAR

-  ¡Ah ! ¿era  esa?  Pues  MAR  no  significa más que  eso:  MAR.  Esta  extensión  de  agua  generalmente  salada,   donde  nos  solemos  ir  a  bañar.

Sí  pero  hagan  ustedes el  cambio  de  artículo  y en  vez  de el  MAR, hablen    de  la  MAR y  me  cuentan  que en  aquella  manifestación,  había aquella tarde la  mar  de  personas   frente  a  la  casa  del  gobierno protestando. Y  entonces  no  hablamos  de  esa  extensión  de  agua  sino  de  aquella  masa  de  gente  que gritaban  pidiendo  aumento  de  salario  o en  otro de  los muchos  que en  un  teatro escuchaban  y  aplaudían, esos  eran  la  mar  de  gente.

EVANGELIO DOMINGO 19-Marzo-2023 (Juan 9, 1-41) - Reflexiones de Pagola

OJOS NUEVOS

En aquel tiempo, al pasar Jesús vio a un hombre ciego de nacimiento. Entonces, escupió en la tierra, hizo barro con la saliva, se lo untó en los ojos al ciego, y le dijo: <<Ve a lavarte a la piscina de Siloé>> (que significa Enviado). Él fue, se lavó, y volvió con vista. Y los vecinos y los que antes solían verlo pedir limosna preguntaban: << ¿No es ese el que se sentaba a pedir?>>. Unos decían: <<El mismo>>. Otros decían: <<No es él, pero se le parece>>. Él respondía: <<Soy yo>>. Llevaron ante los fariseos al que había sido ciego. Era sábado el día que Jesús hizo barro y le abrió los ojos. También los fariseos le preguntaban como había adquirido la vista. Él les contestó: <<Me puso barro en los ojos, me lavé y veo>>.

Algunos de los fariseos comentaban: <<Este hombre no viene de Dios, porque no guarda el sábado>>. Otros replicaban: <<¿Cómo puede un pecador hacer semejantes signos?>>. Y estaban divididos. Y volvieron a preguntarle al ciego: <<Y tú, ¿qué dices del que te ha abierto los ojos?>>. Él contestó: <<Que es un profeta>>. Le replicaron: <<Has nacido completamente empecatado, ¿y nos vas a dar lecciones a nosotros?>>. Y lo expulsaron.

Oyó Jesús que lo habían expulsado, lo encontró y le dijo: <<¿Crees tú en el Hijo del hombre?>>. Él contestó: <<¿Y quién es, Señor, para que crea en él?>>. Jesús le dijo: <<Lo estás viendo: el que te está hablando, ese es>>. Él dijo: <<Creo, Señor>>. Y se postró ante él. (Juan 9,1-41).

CAMINOS HACIA LA FE

El relato es inolvidable. Se le llama tradicionalmente la <<curación del ciego de nacimiento>>, pero es mucho más, pues el evangelista nos describe el recorrido interior que va haciendo un hombre perdido en tinieblas hasta encontrarse con Jesús, <<Luz del mundo>>.

No conoce la luz. No la ha visto nunca. No puede caminar ni orientarse por sí mismo. Su vida transcurre en tinieblas. Nunca podrá conocer una vida digna.

Un día Jesús pasa por su vida. El ciego está tan necesitado que deja que le trabaje sus ojos. No sabe quién es, pero confía en su fuerza curadora. Siguiendo sus indicaciones, limpia su mirada en la piscina de Siloé y, por primera vez, comienza a ver. El encuentro con Jesús va a cambiar su vida. Jesús hace bien incluso a aquellos que solo lo reconocen como hombre.

LOS OTROS SALMOS . Salmo 66 -

 El Señor tenga piedad y nos bendiga

Rafael Prieto


Que el Señor tenga piedad y nos bendiga,

Y el Señor tuvo piedad. Y nos bendijo.

 

Dijo Dios: Jesús, Palabra-Buena,

y fue la bendición plena.

 

Dijo Dios: Jesús, y se abrió el cielo

en lluvia de bendiciones y de besos.

 

CREER ¿PARA QUÉ?

DIOS SUFRE CON NOSOTROS

Seguramente estás muy acostumbrado a ver la imagen de Jesús crucificado. Desde niño has visto la cruz por todas partes: en tu casa, en la escuela, en la iglesia y hasta en las cumbres de las montañas. Quizá no te dice nada. Más aún, piensa que en nuestros días es una imagen desafortunada. Para muchos puede resultar de mal gusto. ¿A quién puede atraer el cuerpo torturado de alguien ejecutado en el patíbulo?

Sin embargo, para los cristianos es el símbolo más expresivo del misterio de Dios. ¿Has pensado alguna vez que un <<Dios crucificado>> constituye una verdadera revolución? En ninguna religión encontrarás algo parecido.


Un <<Dios crucificado>> nos obliga a cuestionar todas las imágenes que nosotros nos hacemos de Dios. Piensa un poco: ¿qué hace Dios en una cruz? La crucifixión rompe todos nuestros esquemas. Jamás se nos hubiera ocurrido imaginar a Dios así.

El crucificado no tiene el aspecto que nosotros atribuimos a la divinidad. ¿Dónde están el poder, la fuerza, la sabiduría o la grandeza de Dios? ¿Dónde están su belleza y majestad? ¿Cómo puede estar Dios sufriendo así? ¿Cómo puede morir impotente como un ser desgraciado más?

Con la visión de la cruz, o se termina nuestra fe en Dios o empezamos a creer en él de otra manera. Ante el crucificado, o retiramos la mirada horrorizados o nos abrimos al misterio increíble de un Dios que nos ama de manera insospechada.

Tú y yo podemos seguir contrastando nuestras ideas o experiencias sobre Dios. Podemos construir teorías maravillosas o repetir los tópicos y frivolidades de siempre. Si nos detenemos con fe ante el crucificado, todo se nos derrumba, porque empezamos a descubrir sorprendidos que Dios es alguien que <<sufre con nosotros>>.

Dios no está lejos ni distante. Está con nosotros. Contigo y conmigo. Nuestra miseria le afecta. Nuestro sufrimiento le <<salpica>>. Dios no puede amarnos sin sufrir con nosotros y por nosotros. En esto consiste precisamente la grandeza de su amor.

A este <<Dios crucificado>> no se le puede <<entender>> con nuestras categorías religiosas. Es un escándalo y una necedad. Ante un <<Dios crucificado>> ya no es posible seguir creyendo de manera ingenua y egoísta en cualquier Dios, al servicio de nuestros propios intereses. ¿Cómo acercarnos a este Dios buscando sus favores para vivir cada día más a gusto, olvidados de los problemas y sufrimientos de los demás?

SAN JOSÉ, EL PADRE QUE ACOGE

La vida espiritual de José no nos muestra una vía que explica, sino una vía que acoge. Este camino nos invita a acoger a los demás, sin exclusiones, tal como son, con preferencia por los débiles.

Cuando san José se encontró con el embarazo de María no tenía toda la información, pero las apariencias orientaban en una determinada dirección. A la vista de las apariencias, José toma la decisión menos lesiva para María. Pues la ley le obligaba a denunciar el adulterio de su mujer y eso conducía a María inexorablemente a la muerte por lapidación, tal como dice el libro del Deuteronomio (22,21). Pues bien, a pesar de todo “José acogió a María sin poner condiciones previas… La nobleza de su corazón le hace supeditar a la caridad lo aprendido por ley” (Francisco). Evidentemente, una decisión como esta solo se explica si José amaba a María y se fiaba totalmente de ella. Amar es decirle a otro: “te creo a ti”, a pesar de que todos me dicen otra cosa de ti.

“La vida espiritual de José no nos muestra una vía que explica, sino una vía que acoge” (Francisco). No se trata de una acogida fruto de la resignación, sino de la fortaleza, esa fortaleza que es un don del Espíritu Santo y nos da fuerza para enfrentarnos a situaciones inesperadas y difíciles sin ira y sin rencor. Este camino que nos muestra José, dice el Papa, nos invita a acoger a los demás, sin exclusiones, tal como son, con preferencia por los débiles, porque Dios elige lo que es débil (cf. 1 Co 1,27), es «padre de los huérfanos y defensor de las viudas» (Sal 68,6) y nos ordena amar al extranjero. Añade Francisco con mucha finura: “Deseo imaginar que Jesús tomó de las actitudes de José el ejemplo para la parábola del hijo pródigo y el padre misericordioso”.

NÁUFRAGOS

Existe una Barca que resiste todas las tormentas y rescata a todos los náufragos de la vida.

Un regalo para el Papa Francisco y todas las personas buenas de este mundo que se empeñan en dar de comer al sediento, dar de beber al sediento, dar posada al peregrino, visitar a los presos, socorrer a los refugiados y dar la Mejor Luz que se vio en el mundo y en la historia: El Amor com-partido, muerto y resucitado, que calma todas la tempestades.


Toño Casado Oficial

Imperio de piratas

El rumbo histórico invasor estadounidense y su inminente peligro para la humanidad

<<Estados Unidos ha puesto su derecho por encima  del derecho internacional>>

Hegemonía USA

<<Sin descubrir esa gran falacia, - la mayor de las que ahora nos envuelven -, podemos encontrarnos sin quererlo ante el final más horrible e irremediable de la vida humana>>

<<Bajo la máxima de que “los que se sometan prosperarán” los que resistan perecerán”, Estados Unidos ha puesto su derecho por encima  del derecho internacional>>

<<Nadie ignora que Estados Unidos es conocido como “un imperio de piratas informáticos”  por su desenfrenado robo cibernético; para ello dispone de todos los medios, su vigilancia no tiene límites: todos pueden ser monitoreados>>

<<Los países grandes deben comportarse de manera acorde con su estatus y tomar la iniciativa en la búsqueda de un nuevo modelo de relaciones de Estado a Estado caracterizado por el diálogo y la asociación, no por la Confrontación>>

06.03.2023 | Benjamín Forcano, teólogo

1-Mi apasionado encuentro.

Lo comprobé, lo viví y confieso que en el momento actual me toca contribuir a resaltarlo y ponerlo vivo en las conciencias. Lo fui descubriendo directa y gradualmente en mis estancias como viajero invitado,  conferenciante y profesor en diversas universidades y centros de Colombia, Nicaragua, El Salvador, Cuba, Brasil,  Méjico, Ecuador, Venezuela y también en mi propia España.

Ha sido la lectura buscada y sosegada, pero excepcional, del Documento y Video “OTRA MIRADA” de mi amigo Manuel Monereo, el que me decidió  a divulgar y expandir lo máximo posible, tan  detallada, desconocida y relevante información, convencido de que por muy grave e importante que sea, de nada sirve si se ignora.

LIBERTAD PARA LOS RÍOS

¡Libertad para los ríos! Refrendan compromiso de resistencia ante las represas

Por Yessica Morales

Día Internacional Contra Las Represas, en Defensa de los Ríos y la Vida. Cortesía: COPINH

*La celebración de este día se originó en 1997 después de que el Movimiento de los Afectados por las Represas de Brasil (MAB) convocara a una manifestación en la que participaron más de 20 mil personas para protestar contra la construcción de la represa de Itáipu en la frontera de Brasil y Paraguay.

Desde entonces, se ha convertido en una jornada de protesta global en la que se pide la protección de los ríos y ecosistemas acuáticos, así como la defensa de los derechos humanos de las comunidades afectadas por la construcción de las represas.

El Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH) celebró este 14 de marzo, junto con otras organizaciones y movimientos de todo el continente, la lucha en defensa de los ríos, agua y comunidades. Por tanto, refrendaron su compromiso de resistencia a las represas como proyectos de muerte y despojo.

Como cada año, denunciaron los impactos negativos de las represas en el medio ambiente y en los derechos de las comunidades locales, incluyendo la pérdida de hábitats y la degradación de los ríos, alteración de los cauces de agua, reducción de la biodiversidad, violación a derechos de la consulta previa, libre e informada, expulsión de comunidades indígenas y la instalación de conflictos sociales.

Además, el COPINH reafirmó que las represas traen consecuencias sociales y económicas graves para las comunidades afectadas, tales como la pérdida de tierras y medios de subsistencia, la erosión de la cultura e identidad de las comunidades locales y la violación de los derechos humanos.

MÚSICA FOLKLÓRICA: VIETNAM



Tôi Yêu Nhạc Dân Tộc

OTROS MUNDOS DEL MUNDO

Bellas iglesias 

Las iglesias son históricamente conocidas por ser hermosas piezas de arquitectura y diseño; debido a su lugar en la sociedad, han tenido durante mucho tiempo la riqueza y el poder, para preservar la historia y financiar obras de arte creativas.

Hay algunas iglesias que se destacan por encima de las demás, las mejores iglesias del mundo son a menudo las que no solo tienen una historia o una leyenda, sino que también son las iglesias más hermosas del mundo, y deslumbran con su belleza.



TOPDARK.COM

9 de marzo de 2023

PALABRAS A VOLEO: EXTRANJERO

MARTÍN VALMASEDA

Supongo que todos lo saben  en  teoría,  pero  no  están  tan  seguros en  la  práctica.  Llamamos extranjero al que no es de  nuestro  país; pero muchos de nosotros  tenemos amigos que sin haber nacido en nuestra tierra,  los sentimos tan nuestros  como si toda la vida hubieran vivido aquí.

Un servidor  de  ustedes  solo  estuvo en  un  país  de  América  latina 25  años, pero  se  siente de  ahí "de  toda  la  vida".   Tal  vez  lo  entiendan  mejor  con  un  ejemplo  contrario: En  Nicaragua los dictadorcitos actuales,  han  montado  en  un  avión  a un  grupo  de  buenos  compatriotas  nicas,  que  pedían  respeto a  sus  derechos  humanos  y  los han  enviado  a los Estados  Unidos  de  América;  porque dicen ellos, los  dictadores,  no  son  de   la  tierra  de  Sandino,  ¿Cómo  se  les ocurre  pedir  sus  derechos,  en  ese  país  donde  no  existen derechos?

Es  como  si  a  un  español  lo  expulsaran  de  España,  porque  no  le  gusta  el  baile  por  sevillanas  o  echase de Guatemala  a  un  chapín,  porque  le  sienta  mal   el  arroz  con frijoles.

Sin  embargo  hay  gente  de  mente y  corazón  tan  ancho  que  hace  afiches  por  las  calles,  diciendo  que  el  día  en  que  aparezcan  de  verdad los alienígenas,  esos  de las  películas.  Podremos  discutir  si    dicen  señalando a  la  tierra  que  "esta también  es  mi  casssaaa"

EVANGELIO DOMINGO 12-Marzo-2023. ( Juan 4:5-42 ). Reflexiones Pagola



Vino, pues, a una ciudad de Samaria llamada Sicar, junto a la heredad que Jacob dio a su hijo José. Y estaba allí el pozo de Jacob. Entonces Jesús, cansado del camino, se sentó así junto al pozo. Era como la hora sexta.

Vino una mujer de Samaria a sacar agua; y Jesús le dijo: Dame de beber.

Pues sus discípulos habían ido a la ciudad a comprar de comer.

La mujer samaritana le dijo: ¿Cómo tú, siendo judío, me pides a mí de beber, que soy mujer samaritana? Porque judíos y samaritanos no se tratan entre sí.

Respondió Jesús y le dijo: Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber; tú le pedirías, y él te daría agua viva.

La mujer le dijo: Señor, no tienes con qué sacarla, y el pozo es hondo. ¿De dónde, pues, tienes el agua viva?

¿Acaso eres tú mayor que nuestro padre Jacob, que nos dio este pozo, del cual bebieron él, sus hijos y sus ganados?

Respondió Jesús y le dijo: Cualquiera que bebiere de esta agua, volverá a tener sed; mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna.

La mujer le dijo: Señor, dame esa agua, para que no tenga yo sed, ni venga aquí a sacarla.

Jesús le dijo: Ve, llama a tu marido, y ven acá.

Respondió la mujer y dijo: No tengo marido. Jesús le dijo: Bien has dicho: No tengo marido; porque cinco maridos has tenido, y el que ahora tienes no es tu marido; esto has dicho con verdad.

Le dijo la mujer: Señor, me parece que tú eres profeta.

Nuestros padres adoraron en este monte, y vosotros decís que en Jerusalén es el lugar donde se debe adorar.

Jesús le dijo: Mujer, créeme, que la hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre.

Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos; porque la salvación viene de los judíos.

Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren.

Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.

Le dijo la mujer: Sé que ha de venir el Mesías, llamado el Cristo; cuando él venga nos declarará todas las cosas.

Jesús le dijo: Yo soy, el que habla contigo.

En esto vinieron sus discípulos, y se maravillaron de que hablaba con una mujer; sin embargo, ninguno dijo: ¿Qué preguntas? o, ¿Qué hablas con ella?

Entonces la mujer dejó su cántaro, y fue a la ciudad, y dijo a los hombres:

Venid, ved a un hombre que me ha dicho todo cuanto he hecho. ¿No será éste el Cristo?

Entonces salieron de la ciudad, y vinieron a él.

Entre tanto, los discípulos le rogaban, diciendo: Rabí, come.

Él les dijo: Yo tengo una comida que comer, que vosotros no sabéis.

Entonces los discípulos decían unos a otros: ¿Le habrá traído alguien de comer?

Jesús les dijo: Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra.

¿No decís vosotros: Aún faltan cuatro meses para que llegue la siega? He aquí os digo: Alzad vuestros ojos y mirad los campos, porque ya están blancos para la siega.

Y el que siega recibe salario, y recoge fruto para vida eterna, para que el que siembra goce juntamente con el que siega.

Porque en esto es verdadero el dicho: Uno es el que siembra, y otro es el que siega.

Yo os he enviado a segar lo que vosotros no labrasteis; otros labraron, y vosotros habéis entrado en sus labores.

Y muchos de los samaritanos de aquella ciudad creyeron en él por la palabra de la mujer, que daba testimonio diciendo: Me dijo todo lo que he hecho.

Entonces vinieron los samaritanos a él y le rogaron que se quedase con ellos; y se quedó allí dos días.

Y creyeron muchos más por la palabra de él, y decían a la mujer: Ya no creemos solamente por tu dicho, porque nosotros mismos hemos oído, y sabemos que verdaderamente éste es el Salvador del mundo, el Cristo. (Juan 4:5-42)

PALABRAS PARA EL SILENCIO

 El Dios en quien creo

__ Si, mi Dios es el otro Dios:

-- mi Dios no es un Dios duro, impenetrable, insensible, imposible.

-- Mi Dios, es frágil, es de mi raza, y yo de la suya.

-- El es hombre y yo casi Dios; para que yo pudiera saborear la divinidad,

amó mi barro.


-- A mi Dios le hizo frágil el amor.

-- Mi Dios conoció la alegría humana, la amistad, el gozo de la tierra y de sus cosas,

-- mi Dios tuvo hambre y sueño y se cansó;

-- mi Dios fue sensible;

-- mi Dios se irritó,

-- y fue dulce como un niño;

-- mi Dios tembló ante la muerte;

-- mi Dios sufrió el destierro;

ALBERGUE DE GÜEMES


“HAY QUE CULTIVAR EL CAMINO”

“OTRA FORMA DE VIDA ES POSIBLE”

MI CANTO ES UN ECO

Canción que nos lleva a la humildad, a través de la unidad del universo.

Presentación de Lenin Vladimir Cárdenas.

Canción de Lola Montes. “Yo soy en cada uno y cada uno es en mí, y todos somos uno y diversos en ti”. Preciosa, alegre y esperanzadora canción, plena de ilusión, plenitud, armonía y unidad, donde cada frase es una meditación en sí misma.



COMUNICADO CIRCULO DE SILENCIO

COMUNICADO del CÍRCULO DE SILENCIO DE CADIZ

8 de Marzo de 2023

Hoy, 8 de marzo comenzamos nuestro Círculo de Silencio celebrando, como no podía ser de otra manera, el Día Internacional de la Mujer. Un día donde se hace presente la lucha de las mujeres por su participación en la sociedad y su desarrollo íntegro como personas, en pie de igualdad con el hombre.

El mundo de las migraciones trae encadenado a las mujeres. En muchos países de donde proceden las personas migrantes, la mujer ocupa un lugar muy determinante en la cultura y educación de sus hijos.

EN EL MUNDO, una de cada tres mujeres experimentará violencia en el hogar, violencia sexual u otras formas de violencia a lo largo de su vida. Por ser mujer están expuestas a la violencia sin importar la clase social, aunque la pobreza las hace más vulnerables ante los abusos sexuales, el matrimonio infantil o los “crímenes de honor”.

Con peores salarios, más carga doméstica y tiranizadas por unos estándares de belleza en parte autoimpuestos, las mujeres sufren más estrés y viven la vida con menos calma.

Las causas son muchas y complejas, pero sabemos que están radicadas en el trato desigual que hombres y mujeres recibimos.

EN LATINOAMERICA, los mayores obstáculos para la igualdad son la pobreza extrema, la discriminación de las mujeres en todos los ámbitos de su vida -social, político, económico, familiar- y la violencia que existe contra las mujeres líderes, defensoras de derechos humanos, activistas y periodistas. Los datos nos demuestran que el desarrollo no es posible sin el empoderamiento femenino: en la medida en que se avanza hacia el logro efectivo de los derechos de las mujeres, se logra mejorar la situación y calidad de vida de la población entera.

Una de las principales causas de la pobreza extrema en este continente es el desigual reparto de las tierras: ellas poseen tan solo el 20% de las tierras, mientras que los hombres poseen el 80%. Son muchas las organizaciones que están trabajando en esta área para garantizar a las mujeres su derecho a la titularidad de las tierras, pero es esencial que los gobiernos latinoamericanos garanticen, mediante leyes y políticas públicas, la titularidad de las tierras, el acceso al agua, y los derechos humanos de las mujeres en todos los ámbitos: empresarial, judicial, económico, social, político, cultural.

ANTE EL DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER

Comunicado

GRUPO CRISTIANO DE REFLEXIÓN-ACCIÓN DE LA BAHÍA DE CÁDIZ,

Queremos apoyar y solidarizarnos con todas las reivindicaciones que con motivo de esta fecha difunde por todo el Mundo el Movimiento feminista.

En pleno siglo XXI no se pueden tolerar las desigualdades, discriminaciones y abusos que aún existen entre hombres y mujeres en el campo laboral: diferentes sueldos teniendo el mismo trabajo y condiciones precarias; la brecha salarial y la brecha en la percepción de pensiones; el problema del acoso y agresiones sexuales, la no conciliación laboral, la ausencia de mujeres en órganos de dirección de empresas, la sobrecarga de trabajo que recae en las mujeres, que en general cuidan a menores y mayores; no compartir las tareas del hogar entre hombres y mujeres por igual, etc.

Denunciamos esta situación que debe cambiar en nuestra sociedad con urgencia, con leyes y medidas políticas que las favorezcan.

Pero, como grupo cristiano que somos, queremos denunciar de un modo muy especial la discriminación que se da también en la Iglesia, en la que la mujer está muy marginada, pues no puede acceder a responsabilidades que sí tuvieron desde el comienzo del cristianismo. María Magdalena y las demás mujeres fueron las primeras testigos de la Resurrección de Jesús y permanecieron fieles al pie de la cruz, mientras todos sus discípulos huyeron por miedo. Igualmente, la práctica de la mujer en las primeras comunidades cristianas era muy distinta de la actual, pues ejercían como diaconisas, presbíteras y epíscopas, algo que hoy se les niega a la mujer en la Iglesia, donde sólo se cuenta con ellas para tareas auxiliares y secundarias.

EL RELOJ CUARESMAL

 


Colaboración de Juan García de Paredes.

SOMOS NOSOTROS

 


OTROS MUNDOS DEL MUNDO: CUZCO

 Así se veía el Cusco en su época de esplendor

Rodeada de cerros, misteriosa, extraña, mística, no cabe duda de que el Cusco es una de las ciudadades más bellas del mundo, donde cada calle está cargada de historia. Pero, ¿cómo era en su época de esplendor, cuando estaba decorada por planchas de oro y piedras preciosas? Hoy conoceremos el Cusco de hace 500 años.


La Peruanidad

2 de marzo de 2023

EDICIÓN ESPECIAL ¡QUÉ TIEMPOS AQUELLOS!

¡QUÉ TIEMPOS AQUELLOS!

¡Y los que vienen!

Martín Valmaseda y Jesús López

En la tensión emocionada de aquella cena les dijo aquel campesino galileo, Yeshúa de Nazaret que, cuando Él no estuviera, en su memoria, repitieran lo que él hizo.

Han pasado desde entonces veinte siglos desde que dejó de caminar por Galilea y sus alrededores ese tal Yeshúa,- en nuestra lengua Jesús, una de las personas que intentaron dar un cambio a este mundo, pero cambio de verdad.

“¡Pues claro! -me dirán ustedes- eso es lo que ahora intentamos también nosotros, hacer lo que hizo Jesús el nazareno”.

Permítanme que me ría... ¿están seguros, los que hoy se consideran seguidores de aquel hombre, ese a quien sus parientes llamaban loco? ¿Estamos seguros todos de que seguimos haciendo y viviendo como él vivió?

Parece ser que, después de los tres primeros siglos, en que los entusiastas seguidores de Jesús intentaron pensar, hablar y actuar igual que él, ...se nos fue pasando el entusiasmo primitivo.

Parece que hubo gente -gente poderosa- que primero persiguió a muerte a los seguidores del profeta.

Ellos tuvieron que reunirse a escondidas en las profundas cuevas que usaban como cementerios.

Hasta que hacia el año 313 uno de los emperadores pensó: “Mejor que perseguirlos, vamos a atraerlos a nuestro bando. Que apoyen nuestro imperio".

...Y parece que lo consiguieron.

Fue un tal Constantino quien puso la miel en los labios de los antes perseguidos y todo  cambió.

Les quiero hablar de un antes y un después.

Antes de aquellos tiempos (como unos trescientos años) y después, cuando las cosas poco a poco fueron dejando de ser “como en aquellos primeros tiempos”.

DEJEN QUE PRIMERO LES HABLE de cómo eran aquellos tiempos. Desde cerca del año 30 de nuestro calendario “cristiano” hasta los alrededores del año 313.

Empecemos, pues, con AQUELLOS TIEMPOS. 

Me refiero a la época en que Jesús de Nazaret, que parecía en la cumbre de la popularidad, atrayendo a multitudes sobre todo en la región de Galilea, al sur de Siria, atrayéndolas por las palabras que decía, sobre todo cuando hablaba de cambiar este mundo dominado por reyes y reyezuelos dominantes para hacer otro mundo nuevo, el reino de su Padre celestial con felicidad para toda la pobre gente. En el mapa, mar de Galilea (Atlas de la Biblia).

Atrayéndolas también por lo que hacía: corría la voz de que curaba a los enfermos y poseídos por el demonio (los trastornados, loquitos de entonces)... y hasta se decía que había resucitado muertos.

Y atrayendo sobre todo por el cariño que mostraba con los más pobres y despreciados de aquella sociedad: mendigos, enfermos, pecadores, cobradores de impuestos al servicio de los invasores romanos...

Pero esa atracción de Jesús sobre los pobres chocaba con la antipatía de la "gente bien", rica y poderosa, los sacerdotes y servidores del templo, los fariseos piadosos (hoy los llamaríamos beatos, cachurecos, cumplidores de detalles de la ley pero no interesados de lo que para Jesús era lo principal: los pobres, enfermos, marginados, la “mala gente”.

Para los sacerdotes del templo y los sabios que estudiaban la ley...ese predicador popular de Galilea no era religioso, era rebelde contra las normas importantes de la ley. Para ellos era lo importante no trabajar los sábados, no comer carne prohibida (cerdos...), ponerse vestidos sagrados... vivir a costa de las limosnas conseguidas en el templo. Ese Jesús les irritaba, había que hacerlo desaparecer.

Jesús, cuando vio que las cosas se ponían mal, que buscaban cómo quitarlo de en medio, invitó a una cena a sus amigos. Para él, el comer juntos era una señal importante de amistad, de compartir. La cena sonó a despedida, sobre todo cuando partió el pan y compartió el vino diciéndoles que era su cuerpo y sangre, y cuando, aunque era su rabí (maestro), se arrodilló a lavarles los pies.

Conviene recordar algunos detalles de la pascua judía. Se celebra en el marco de una cena. En el fondo, es una cena con lecturas y salmos. El pan ácimo (como las hierbas amargas) es símbolo de las dificultades pasadas. Es el pan de los perseguidos, el pan de la miseria y de la prisa, el pan que hubo que llevar y cocer antes de que fermentara. En el marco de esa cena, cada uno relata su historia y todos juntos celebran la historia común. Dios abre en la historia un camino de liberación al oprimido. El creyente, agradecido y esperanzado, levanta la copa.

Después de aquella cena, fueron al huerto de los olivos, cerca de las murallas. Allí vino la tragedia.

No se lo cuento, es lo que más conoce la gente sobre Jesús, ya saben:

Lo juzgaron, lo torturaron, lo mataron.

Lo desconcertante fue que no terminó todo allí.

Lo lógico hubiera sido que aquel grupito de amigos que ni siquiera lo acompañaron en su muerte, sino que escaparon como conejos y lo dejaron solo en la cruz...

Sólo quedaron por allí, cerca del crucificado, algunas mujeres valientes...

Lo lógico hubiera sido que, después del fracaso, aquellos cobardes hubieran vuelto cada uno a su trabajo: la pesca, la oficina de tributos, el campo de trigo o las viñas...

Otros amigos y amigas fueron quienes pidieron su cuerpo al gobernador y lo llevaron a enterrar.

Pues lo desconcertante fue que algo raro sucedió de modo que sus discípulos empezaron a sentir que aquel muerto, crucificado, había vuelto.

Especialmente las mujeres de su grupo lo encontraron vivo, se lo dijeron a los discípulos aún escondidos... y el ¡Jesús vive! empezó a resonar por Jerusalén y por Galilea, donde sobre todo había vivido y predicado.

Aquella frase que les dijo al fin de la cena: hagan esto en memoria mía fue para ellos una consigna... se reunían, cenaban, partían y compartían el pan y el vino con una cena sencilla en su memoria. ¡En su memoria! Allí hacían lo que les estuvo diciendo y comentaban el bien que estuvo haciendo. Se les juntó más gente que iban a esas reuniones donde les hablaban de él y a las comidas, muchas veces a escondidas, clandestinas. Los que se juntaban al primer grupo de apóstoles y apóstolas, hombres y mujeres, se iban enterando de las noticias buenas, lo que Jesús había predicado y practicado.

En griego eu = buena , angelion= noticia (hoy decimos en español evangelio, pero al principio no existían los libros. Se transmitían las buenas noticias de viva voz y algunos las escribían en hojitas de unas plantas (no había papel), papiros las llamaban.

Los que empezaron a convencerse de que sí, de que de algún modo estaba vivo, se fueron reuniendo en grupos y recordando que algo tenían que hacer en memoria suya.

En un libro pequeño, de rollos de papiro que no son los evangelios sino que cuenta lo que empezaron a hacer los antes asustados discípulos, cuando perdieron el miedo, en ese libro se cuenta que, como el número 12 era para ellos importante (por las 12 tribus de Israel), y ellos eran 11 porque Judas avergonzado y desesperado desapareció y ya no estaba con ellos (cuentan que se suicidó), eligieron a un tal Matías como el número 12 en la alineación del equipo de apóstoles.

Pero pronto se dieron cuenta de que ese numero 12 se les quedaba pequeño. Que junto con ellos estaba María, la madre de Jesús, y otras mujeres. Que aquel grupo no era sólo cosa de hombres, y las mujeres como María de Magdala y otras más habían sido las más valientes en los momentos trágicos de la muerte del líder. Ellos no tenían derecho a dejarlas fuera.

Nota de actualidad: Aún hoy, dos mil años después, los sucesores de los apóstoles todavía andan dudando si las mujeres pueden proclamar en las asambleas el evangelio y partir para todos el pan. Fíjense cómo andamos, qué avanzados somos veintiún siglos después.

Pero volvamos a los tiempos aquellos.

Se fueron dando cuenta los doce y las mujeres que, en cuanto predicaban palabras sobre Yeshúa se les iban juntando cientos de gente.

Dejen que les copie unas frases de ese libro, los hechos de los apóstoles o, mejor, de los primeros seguidores. Todos ellos (apóstoles, apóstolas y quienes se les iban juntando) fíjense como vivían según cuenta ese libro:

"Todos los que habían creído vivían unidos; compartían todo cuanto tenían, vendían sus bienes y propiedades y repartían después el dinero entre todos según las necesidades de cada uno. Todos los días se reunían en el templo con entusiasmo, partían el pan en sus casas y compartían sus comidas con alegría y con gran sencillez de corazón. Alababan a Dios y se ganaban la simpatía de todo el pueblo”.

Cuando se habla de partir el pan se está tratando de lo que hoy llamamos misa; pero fíjense qué diferencia con nuestras misas de hoy:

1.-Entonces “en aquellos tiempos” no tenían templos donde celebrarla. Se juntaban aquellas pequeñas comunidades en casas particulares.

2.-Para aquella comida llevaba cada uno lo que tenía. Lo que hoy se llama en broma, comida de traje. O sea: “yo traje esto,” “yo traje esto otro”, “yo no pude traer nada”... “pues no importa todos compartimos lo que hay.”

3.-En aquellas reuniones podían participar todos. Lo dice San Pablo: "Podéis profetizar todos uno a uno, para que todos aprendan y se animen". No es como ahora, que sólo  habla el cura. La palabra "homilía" significa "conversación", no "sermón".

Sin embargo, los seguidores de Jesús también eran seres humanos y tenían sus defectos, sus problemas de egoísmo. Como protesta, San Pablo en su primera carta a los cristianos de Corinto, donde les echa una buena reprimenda, así les dice:

“Siguiendo con mis advertencias, no los puedo alabar por sus reuniones, pues son más para mal que para bien. En primer lugar, según me dicen, cuando se reúnen, se notan divisiones entre ustedes, y en parte lo creo. Incluso tendrá que haber facciones, para que así se destaquen las personas auténticas. Ustedes, pues, se reúnen, pero ya no es comer la Cena del Señor, pues cada uno empieza sin más a comer su propia comida, y mientras uno pasa hambre, el otro se embriaga. ¿No tienen sus casas para comer y beber? ¿O es que desprecian a la asamblea de Dios y quieren avergonzar a los que no tienen nada? ¿Qué les diré? ¿Tendré que aprobarlos? En esto no.

Yo he recibido del Señor lo que a mi vez les he transmitido. El Señor Jesús, la noche en que fue entregado, tomó pan y, después de dar gracias, lo partió diciendo: «Esto es mi cuerpo, que es entregado por ustedes; hagan esto en memoria mía». De igual manera, tomando la copa, después de haber cenado, dijo: «Esta copa es la Nueva Alianza en mi sangre. Todas las veces que la beban háganlo en memoria mía».

Fíjense bien: cada vez que comen de este pan y beben de esta copa, están proclamando la muerte del Señor hasta que venga. Por tanto, el que come el pan o bebe la copa del Señor indignamente peca contra el cuerpo y la sangre del Señor. Cada uno, pues, examine su conciencia y luego podrá comer el pan y beber de la copa. El que come y bebe indignamente, come y bebe su propia condenación por no reconocer el cuerpo, es decir, por no reconocer su presencia...

"En resumen, hermanos, cuando se reúnan para la Cena, espérense unos a otros; y, si alguien tiene hambre, que coma en su casa" ( hasta aquí lo que dice San Pablo).

O sea, partir el pan, la fracción del pan o la cena del Señor (que hoy llamamos misa), esa comida compartida, a la vez banquete de amigos, iguales y celebración sagrada en torno a una mesa, compartiendo el pan y vino con otros alimentos. No es que el pan se convierta en Jesús es que Jesús es el pan vivo que alimenta a la comunidad, su presencia nos alimenta. En la última Cena, Jesús entrega su cuerpo y su sangre, entrega su vida, para la vida de la gente.

Los que comparten, comiendo y bebiendo en común, sienten que todos son uno. Hacen comunidad: “Vosotros sois el cuerpo de Cristo”, dijo San Pablo a los cristianos de Corinto.

Eso que hoy se llama misa se llamaba en aquellos tiempos la cena del señor, se partía el pan sobre la mesa (que no era altar, como se dice hoy).

El pan era normal. En la cena de Emaús tomaron pan normal. La comida de pan y pescado que el Señor da a los siete discípulos junto al lago aparece en el arte primitivo como comida eucarística. En la foto, pintura mural de la comida eucarística en las Catacumbas de San Calixto, de Roma (Cordon Press). La Iglesia ortodoxa usa pan normal. La Iglesia Católica usa pan ácimo. Lo mando el Concilio de Florencia (en el año 1439). 

 Esa fracción del pan se solía hacer una vez a lasemana, el día del Señor (de ahí viene dominica = domingo). Era la reunión de la comunidad. No se hacía todos los días, ni hacía falta templo ni altar, sino una sala y una mesa, donde todos se sentaban alrededor, juntaban lo espiritual con lo material.

Y en aquellos tiempos, fíjense, no tenían sacerdotes... Esa palabra sonaba mal. Recordaban que los sacerdotes del templo de Jerusalén eran quienes habían llevado a la muerte a Jesús. Ni había padres, ni madres. Todos eran hermanos y hermanas.

Quien presidía la cena del Señor, quien partía el pan, era la persona más digna; si había algún apóstol o mujer que había estado cerca de Jesús o de sus seguidores, presidía esa celebración ¡Qué tiempos aquellos!

A mediados del siglo II, escribe el autor de la Carta a Diogneto: "Los cristianos no se distinguen de los demás hombres ni por su tierra, ni por su lengua, ni por sus costumbres... Habitan sus propias patrias, pero como forasteros; toman parte en todo como ciudadanos y todo lo soportan como extranjeros; toda tierra extraña es para ellos patria, y toda patria es tierra extraña. Se casan con todos; como todos, engendran hijos, pero no exponen los que les nacen. Ponen mesa común, pero no lecho. Están en la carne, pero no viven según la carne. Pasan el tiempo en la tierra, pero tienen ciudadanía en el cielo. Obedecen a las leyes establecidas, pero con su vida sobrepasan las leyes" (V,1-10).

En la Iglesia antigua, cada comunidad participa en la elección de sus dirigentes. San Cipriano (+ 258 d.C.) reclama este derecho incluso frente al papa Esteban: “Que no se le imponga al pueblo un obispo que no desee”. Dice San León Magno (+ 461 d.C.): “Aquel que debe presidirlos a todos debe ser elegido por todos”. Y también: “No se debe ordenar obispo a nadie contra el deseo de los cristianos y sin haberlos consultado expresamente al respecto”. En la cristiandad primitiva no se conocían las parroquias. Cada comunidad tenía su obispo y cada obispo tenía su comunidad.

Hoy que está desapareciendo el sacerdote “normal”, o sea, varón y soltero (el concilio de Trento, en el siglo XVI, enmendó la plana al mismo Jesús), conviene recordarlo: San Pedro estaba casado, era presbítero (anciano), San Pablo estaba soltero y la diaconisa Febe dirigía la comunidad que se reunía en su casa. Entonces presbítero (anciano), obispo (supervisor) y diácono (servidor) eran lo mismo: dirigentes de comunidades. La dirección era grupal, compartida. Pedro es dirigente con otros. Por ello dice: "Yo presbítero con ellos", cuando exhorta a los otros a pastorear el rebaño de Dios. Después vino el escalafón jerárquico, pero al principio no era así. Lo que dijo Jesús es esto: “El que quiera ser primero entre vosotros, que sea vuestro servidor”.

La vida de los cristianos no era ir todos los días a misa. No había gente “de comunión diaria”. Ni siquiera se llamaban cristianos. Se les llamaba los del camino, porque les consideraban como judíos que proponían un camino distinto, el camino que enseñó Jesús.

Jesús no propuso una religión distinta. No dejó su religión para anunciar el Evangelio. Él era un buen judío. Que daba importancia a lo importante, a querer a la gente, a cuidar a los enfermos y a los pobres, a proteger a los niños, a hacer iguales en respeto a mujeres y hombres, a vivir la felicidad, lo que hoy llamamos bienaventuranzas.

Y si no iban a misa todos los días, qué hacían. Ya lo dijimos antes:

"Todos los que habían creído vivían unidos; compartían todo cuanto tenían, vendían sus bienes y propiedades y repartían después el dinero entre todos según las necesidades de cada uno. Alababan a Dios y se ganaban la simpatía de todo el pueblo”.

Trabajaban para que el país tuviera una vida mejor. Por eso, aquel apóstol Santiago, al que llamaban hermano de Jesús, machaca en la única carta que escribió:

“Hermanos, si uno dice que tiene fe, pero no viene con obras, ¿de qué le sirve? ¿Acaso lo salvará esa fe? Si un hermano o una hermana no tienen con qué vestirse ni qué comer, y ustedes les dicen: «Que les vaya bien, caliéntense y aliméntense», sin darles lo necesario para el cuerpo, ¿de qué les sirve eso?

Lo mismo ocurre con la fe: si no produce obras, es que está muerta. Y sería fácil decirle a uno: «Tú tienes fe, pero yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin obras, y yo te mostraré mi fe a través de las obras.

¿Será necesario demostrarte, si no lo sabes todavía, que la fe sin obras no tiene sentido?

Entiendan, pues, que uno llega a ser justo a través de las obras y no sólo por la fe. Porque, así como un cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe que no produce obras, está muerta”.

Pues eso es lo que está pasando muchas veces en estos tiempos que no son aquellos. Que nos quedamos en obras religiosas, ceremonias, procesiones, rezos a veces cuanto más largos mejor, pero nos olvidamos de lo que nos dice nuestro líder en el capítulo 25 de Mateo: “Vengan benditos porque tuve hambre, estuve desnudo, enfermo, en la cárcel, sin país donde vivir, sin trabajo, techo, y ustedes vinieron a ayudarme.

Pero Jesús ¿cuándo te vimos con hambre, emigrante, sin casa...?

Cuando lo hicieron con cualquiera de esa pobre gente, lo hicieron conmigo”.

Y ustedes exclamarán:

¡QUÉ TIEMPOS AQUELLOS!

Pero se quedarán en los tiempos de hoy diciendo que siempre se ha hecho así y ¿no habrá quien les mueva?

PUES AHORA VAMOS A LOS TIEMPOS DE JESÚS; QUE AHORA TENDREMOS QUE LLAMAR TIEMPOS FRANCISCANOS (el estilo de Francisco de Asís y del papa Francisco (Bergoglio) FIELES A JESÚS DE NAZARET.

Reflexión final

¡Que tiempos futuros!

No podemos quedarnos de brazos cruzados. Hay que tomar conciencia de lo que está pasando.

Desde hace 60 años se está produciendo un acontecimiento lento, progresivo, inexorable: la crisis que el Concilio Vaticano II detectó, los cambios profundos y acelerados del mundo contemporáneo.

En el fondo, es la sacudida del terremoto, como dijo el profeta Amós.

La pieza clave del sistema de cristiandad, el cura tridentino, varón y célibe, está desapareciendo.

El concilio de Trento fundó los seminarios, o sea, la fábrica de curas, pero la fábrica no funciona. El envejecimiento del clero es cada vez mayor. La sangría es evidente. Por ejemplo, en España: “La Iglesia española sufre una reducción drástica de curas y monjas en siete años”, “la Iglesia católica ha perdido en España 2.387 sacerdotes, el 12,3% del total que tenía en 2012”, “según datos recopilados de la Conferencia Episcopal, el número de sacerdotes en España en 2019 era 16.960, que tenían que atender a 22.993 parroquias” (EFE, 20-3-2022), “en 2021 se ordenaron 125 sacerdotes diocesanos y 19 seminaristas menores pasaron al seminario mayor” (Aleteia, 5-5-2022).

El número de seminaristas baja cada año. En 2019 ingresaron “236 alumnos, 46 menos que hace un año”, “atrás quedan los años sesenta, donde más de 8.000 hombres se formaban en los seminarios españoles y unos 24.500 oficiaban misa”, “la escasez de seminaristas puede originar la falta de relevo generacional en miles de parroquias, 15 especialmente en la España rural, donde en la actualidad ya hay sacerdotes que gestionan hasta una decena de pueblos por falta de curas” (El País, 9-5- 2019), “el número de sacerdotes que se ordena cada año en España desciende de forma progresiva desde 2001”, “con una media de 65 años por sacerdote, el relevo generacional es ya una necesidad perentoria en el seno de la Iglesia” (El Confidencial, 3-1-2017).

En la situación de cristiandad, el reclutamiento vocacional funcionaba. La Iglesia controlaba la sociedad, había familias numerosas, las condiciones de vida eran precarias. Ser cura suponía una promoción social. Ese viejo mundo ha pasado. En esta situación de crisis, no por casualidad, llegó el Concilio. La culpa no la tuvo el Concilio, como piensan algunos. En esta situación, ¿qué se puede hacer?, ¿por dónde va el futuro de la Iglesia?

Una de las grandes orientaciones conciliares es la vuelta a los orígenes, a la experiencia de las primeras comunidades. El concilio Vaticano II fue convocado para esto: “La obra del nuevo Concilio Ecuménico tiende toda ella verdaderamente a hacer brillar en el rostro de la Iglesia de Jesús los rasgos más sencillos y puros de su origen” (Juan XXIII, Un Señor, una fe, un bautismo, 13-11-1960).

Siendo comunidad, la Iglesia es luz de las gentes, signo levantado en medio de las naciones. No es el individuo, sino la comunidad quien puede evangelizar. No es el individuo, sino la comunidad quien renueva profundamente a la Iglesia. No es el individuo, sino la comunidad quien puede realizar una contestación efectiva de la sociedad presente, tal y como está configurada. No es el individuo, sino la comunidad, quien puede vivir hoy las señales del Evangelio.



En los primeros tiempos no había seminarios, pero había comunidades, en las que se daban diversos carismas, también el de presidencia. En la foto, Jesús López, en la eucaristía de la Comunidad de Ayala, cuyo 50 aniversario se celebra el próximo año.

Uno de los objetivos del Concilio es la restauración de la unidad. "Llevamos más de un siglo rezando por la unidad de las Iglesias cristianas.  También se ha dialogado y se han hecho  declaraciones conjuntas. Pero con eso no basta. Para que se cumpla la oración de Jesús: 'Que todos sean uno', hay que moverse, desinstalarse, cambiar. es cuestión de renovación  y de forma".

Hay que volver al Evangelio, a los Hechos de los Apóstoles, a la experiencia de las primeras comunidades cristianas, dialogar con el mundo de hoy, descubrir las señales del tiempo presente, vivir hoy las señales del Evangelio. No se trata de hacer arqueología, sino de responder a los retos del presente y , de este modo, de preparar el futuro.