Cena Ecológica, parte de la pintura de Maximino Cerezo arreglo: Ana Isabel Pérez y Martín Valmaseda

Cena Ecológica, parte de la pintura de Maximino Cerezo arreglo: Ana Isabel Pérez y Martín Valmaseda

4 de febrero de 2015

Las manos rompetechos

Lo que va de ayer a hoy... Historias bíblicas de ayer que se repiten hoy.

(Antes una pequeña explicación) 
En las humildes casas de Palestina, en tiempo de Jesús, el techo se construía con vigas de madera que alcanzaban de pared a pared, luego se ponía una capa de hierba, o quizás de ramas, poniéndose sobre ésta una capa de tierra o arcilla; luego se esparcía sobre ella arena y gravilla, pasándose luego sobre ella un rodillo de piedra, el cual permanecía sobre el techo para usarlo varias veces apisonando el techo y especialmente durante las primeras lluvias, para que no se escurriera el agua a través.                                                  

(Ayer)   

(Miren en el  evangelio de Marcos 2, 1-12)
 Llegaron cuatro agarrando  una sábana por cada punta. Acostado en medio,  repitiendo ¡ay, ay!…  a cada paso de  los porteadores, un  muchacho agarrándose las piernas encogidas.
Se detuvieron ante la casa  donde  se apretujaba un puñado  de personas. Dentro se escuchaba  una voz  fuerte y murmullos, a veces exclamaciones, alguna risa en momentos. Pero la puerta de la casa estaba bloqueada por los asistentes.
“¿Qué hacemos- dijo uno de los cargadores?”
“Marcharnos - dijo otro – aquí no cabe un alfiler”
“¿Y para eso hemos venido a Cafarnaúm desde   la aldea?”
“Déjenme aquí ,- suplicaba quejoso el de la sábana – no aguanto más”
“No te dejamos; ya que hemos venido…”
El que había estado callado  hasta entonces levantó el dedo: “Podemos entrar por”…- señaló  los escalones de barro cocido que subían a la terraza pegados a la pared  – Voy a buscar unas cuerdas...


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