Cena Ecológica, parte de la pintura de Maximino Cerezo arreglo: Ana Isabel Pérez y Martín Valmaseda

Cena Ecológica, parte de la pintura de Maximino Cerezo arreglo: Ana Isabel Pérez y Martín Valmaseda

18 de agosto de 2017

EL PADRE NUESTRO MEDITADO



EL “PADRE NUESTRO”
NO ES PARA DECIRLO DE MEMORIA

Son sólo dos evangelistas, Mateo y Lucas, quienes responden con Jesús a la pregunta de los apóstoles: Enséñanos a orar”.   Las dos “oraciones” no son iguales en los dos textos.
Eso nos ayuda a pensar que no es lo mismo rezar que orar. Que tenemos el peligro de convertir la oración que nos sale del corazón a un rezo repetido que se nos cae de los labios.
  Cuántas veces en misa, por ejemplo, cuando el sacerdote propone a  los asistentes  decir la oración que Jesús  nos enseñó “: Padre nuestr… Se organiza una auténtica carrera a ver quién-termina- antes-de recitarla-enterita-hasta-el final-hasta- ese- final, cuando,- como  decía el  niño -le pedimos a Dios que “¡nos libre del terrible “malamén”!




 Los cristianitos………….y……..el malamén  

Pero estamos empezando la reflexión por el final y mejor es preguntarse… : si, “”cuando decimos lo que decimos   nos damos cuenta de lo que decimos.””


O si podemos decir o meditar ese “padre-nuestro”  con otras palabras. Por ejemplo:

 Decimos “Padre nuestro que estás en el cielo”.
Pero esa expresión Padre es simbólica. Igual que le llamamos padre  a Dios, le podemos llamar madre o amigo… porque en el fondo lo que queremos decir  es,como dice la carta de San Juan , que Dios es amor. La palabra amor simboliza y recoge todo lo que es querer, quererse, amarse… entre los seres vivos y entre todo ser creado.

Y además, eso de que “Dios está en el cielo lo” vemos ya un poco superado. El cielo en tiempo de Jesús era como una gran bóveda de donde colgaba el sol, la luna. Las infinitas estrellas…

 Desde que Galileo y demás astrónomos que le siguieron han descubierto lo que es el
universo y han empezado a hablar de años luz de galaxias y constelaciones… ¿tenemos que seguir hablando de cielo donde está Dios? o podemos hablar de amor eterno del universo    que suena a una realidad más actual: todo lo que ama y los que se aman  entre los seres de la creacón.
 Cuando decimos santificado sea tu nombre:
No nos aclaramos con eso de que tengamos que “santificar” el nombre de Dios, si ya Él  es santo. Acaso podríamos decir que su nombre, Él,   que es luz, ilumine  nuestras vidas: que sea  tu nombre nuestra lumbrera.

Y fíjense cuando pedimos a Dios venga a nosotros tu reino  

 ¡Si resulta que ya casi no existen reyes!.  Esos   suenan a película de la edad media.  Casi ni existen reinos, que se están terminando. Solo hay repúblicas, a veces no muy democráticas… y algún que otro reino por Europa, Asia… Bueno y también reyes del rock y reinas de belleza que cambian cada año…  Entonces

¿Qué  quiere decir eso  de  reino de Dios? Pues  lo que Jesús quería con el lenguaje de
aquella época  era una sociedad nueva donde  si Dios es amor, nosotros viviéramos en ese amor, todos en paz y justicia… de modo que en vez de venga tu reino  donde se haga su voluntad en la tierra como en el  cielo  podríamos decir que el mundo nuevo,   paz y justicia,  nos saque a todos de la tiniebla


El pan nuestro de cada día no es un pan que cae del ciel, sino conseguido día a día con nuestro esfuerzo, el pan con tierra techo y trabajo cada mañana se nos ofrezca

Pedíamos: perdónanos nuestras deudas, ahora podemos expresar con sinceridad: si entre nosotros nos perdonamos también perdona nuestras ofensas.
Aunque echamos de menos el perdón de esas deudas que tienen con los países ricos  los países  pobres   a los que  l<s multinacionales  tiene sujetos en el fondo monetario internacional
Como al pedir no nos deje caer en la tentación

tenemos presentes   los tropiezos y tentaciones que hoy  son los medios publicitarios y
comunicación con sus falsas noticias…y decimos  que nos protejas de los tropiezos y tentaciones que nos acechan 

Por fin, en vez de  líbranos del feroz mal  amén…

Suplicamos al amor eterno del universo:

Que nos liberes del mal que hacemos (nosotros a los demás) y el mal ajeno no nos sorprenda

Así  es. Eso es…Deseamos que así sea, buen amén