Cena Ecológica, parte de la pintura de Maximino Cerezo arreglo: Ana Isabel Pérez y Martín Valmaseda

Cena Ecológica, parte de la pintura de Maximino Cerezo arreglo: Ana Isabel Pérez y Martín Valmaseda

3 de mayo de 2020

Salmo 22


El Señor es mi pastor/pastora ( salmo 22 )

El Señor es mi pastor,
y es también mi pastora.
La pastora conduce sabiamente;
el camino se hace corto,
porque entretiene con sus canciones y leyendas.

Cuando hay que pasar por senderos difíciles,
ella va delante, quitando los miedos;
en los tramos peores
me toma en sus brazos,
haciéndome sentir todo su cariño.

La pastora capta enseguida el peligro
y defiende al rebaño con inteligencia,
y si es preciso con la fuerza,
como una madre delante de su cría.
Distingue claramente las hierbas venenosas,
anuncia los caminos de los tiempos
y sintoniza con la naturaleza.

Conoce a cada oveja por su nombre,
la conoce por dentro,
y encuentra la palabra y el tono para comunicarse.
¡Me conoce!
Sobresale, sobre todo, por su amor.
Está hecha para dar vida.
Prepara la mesa abundante y bonita,
con alimentos bien condimentados,
con vinos escogidos,
con abundancia de flores y perfumes,
y la música que embelesa.


Está hecha para dar la vida,
en la vigilancia y en el desvelo,
en la preocupación entrañable,
en la entrega cotidiana.

Ama especialmente a las ovejas desvalidas
a las heridas y a las enfermas.
Ella misma, de si misma,
a todas alimenta.

Yo sé que me ama,
que su misericordia me acompaña.
Sé que no me va a faltar
la luz de su mirada,
el zurrón de sus regalos,
el perfume de su ternura,
y viviré para siempre en su palacio.

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