Cena Ecológica, parte de la pintura de Maximino Cerezo arreglo: Ana Isabel Pérez y Martín Valmaseda

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8 de septiembre de 2022

Nuevo telescopio espacial

 


Alemania, Austria, Bélgica, Canadá, Dinamarca, España, Estados Unidos, Francia (incluida la Guayana Francesa), Irlanda, Italia, Países Bajos, Suecia, Suiza y Reino Unido. Estos son todos los países que han participado en el desarrollo del telescopio espacial James Webb.

El telescopio James Webb está llamado a ser el sustituto del Hubble, aunque muy probablemente lleguen a trabajar durante un tiempo a la vez. Y es que tienen diferencias, pero sobre todo una cosa en común: ayudar a los investigadores a saber más sobre el universo en el que vivimos. Tenemos muchas preguntas sobre el cosmos aún por resolver y estos telescopios y sus instrumentos pueden ayudarnos a conseguir respuestas.

Además, la construcción del telescopio espacial James Webb ha sido todo un reto. No solo por el propio telescopio sino, también, por la necesidad de coordinación entre diferentes países. De hecho, sabemos que ha sido necesaria la colaboración entre tres agencias espaciales: la NASA; la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) y la Agencia Espacial Canadiense (CSA, también en inglés). Y es que el telescopio "más potente" hasta el momento no se construye sin la cooperación entre diferentes países. ¿Qué instrumentos tiene el James Webb? Y, sobre todo, ¿quién ha construido cada uno de ellos?

Los instrumentos del telescopio espacial James Webb

Todo está ya listo. El telescopio espera su traslado al puerto espacial de Kurú, en la Guayana Francesa. Una vez allí, se preparará todo para su lanzamiento. La horquilla de fechas para enviar el James Webb al espacio oscila entre mitad de octubre y diciembre de este mismo año. Es tiempo suficiente para que, ante imprevistos técnicos o meteorológicos, pueda producirse el lanzamiento del telescopio espacial. No obstante, podría haber retrasos y estropearse el plan de las agencias espaciales.

Pero no seamos pesimistas. El James Webb tiene un largo recorrido (y muchos retrasos a sus espaldas); pero, si todo sale según lo planeado, el telescopio espacial empezará a probar los instrumentos un par de meses después del lanzamiento. Ya para 2022. Y después comenzará el tiempo de observación asignado ya para ese año. Es decir, los astrofísicos podrían comenzar a hacer uso del telescopio, si todo va según lo previsto, a partir del segundo semestre de 2022.

Pero centrémonos ahora en las contribuciones de cada agencia espacial con el telescopio espacial James Webb.

Los instrumentos de la NASA

La NASA ha participado con dos instrumentos. Uno desarrollado solo por ellos y otro en colaboración con la ESA. El primero es la cámara de infrarrojo cercano NIRCam. Esta herramienta del telescopio espacial James Webb permitirá mirar objetos lejanos en el infrarrojo.

Además, nos ayudará a mirar al pasado, a los inicios del universo. Es decir, podremos ver las primeras luces de galaxias y estrellas gracias al James Webb. Mientras las imágenes captadas por el Hubble calculan que podrían remontarse a 12,5 mil millones de años atrás. Sin embargo, el James Webb miraría hasta 13,5 mil millones de años atrás.

Colaboración con la ESA

Entre la ESA y la NASA han desarrollado y construido MIRI, un cámara y espectrógrafo de infrarrojo medio. Este instrumento serviría para hacer espectrografías, es decir, para estudiar cómo interacciona la materia con el infrarrojo. Esto nos ayudaría a saber más sobre objetos fríos y lejanos en el infrarrojo medio.

La participación de Canadá en este telescopio espacial

Por su parte, la CSA contribuye a este telescopio espacial James Webb con el sensor de orientación fina combinado FGS-NIRISS. Esta herramienta permitirá al James Webb estudiar más a fondo los exoplanetas que tenemos en el punto de mira. Ya sea porque están en zonas potencialmente habitables (y podrían tener vida) como otros también interesantes. Al fin y al cabo no nos interesa solo encontrar vida, también queremos saber cómo se forman y evolucionan los planetas.

Pero volvamos al tema de encontrar vida ahí fuera. La manera más lógica de hacerlo, al menos hoy en día, es buscar biomarcadores en sus atmósferas. Los biomarcadores son partículas relacionadas con la vida, como sucedió con la fosfina en Venus en septiembre de 2020. Para ello necesitamos telescopios muy potentes que sean capaces de ver la atmósfera y decirnos qué tiene. A esto se le llama caracterización de la atmósfera de exoplanetas y es justo para lo que sirve el instrumento NIRISS. Además de la composición química de los objetos (no solo exoplanetas); también puede decirnos qué temperatura y masa tienen.

Construido en la ESA para el James Webb


Ilustración del cohete Ariane 5 con el telescopio espacial James WebbCrédito: ESA - D. Ducros

Además de la colaboración con la NASA y el próximo lanzamiento del telescopio espacial James Webb; la ESA también ha desarrollado el espectrógrafo de infrarrojo cercano NIRSpec.

El NIRSpec también hará espectrografías como el MIRI. Pero sus funciones son diferentes. Para empezar, también servirá para caracterizar atmósferas ya que observará la temperatura, la masa y la composición química de los objetos del cielo; como también hace NIRISS. Pero, además, podrá capturar el espectro de hasta 200 objetos a la vez

"Creo que las imágenes del telescopio espacial James Webb nos volarán la cabeza"

Günther Hasinger, director de ciencia de la ESA

Eso sí, hay que recordar que se trata de instrumentos que amplían los modos en los que se puede usar el telescopio. Es decir, además de las observaciones en luz visible; este telescopio espacial usa estas herramientas para todo lo que hemos descrito. "Creo que las imágenes del telescopio espacial James Webb nos volarán la cabeza", comentó Günther Hasinger, director de ciencia de la ESA en la rueda de prensa de presentación.

Es una colaboración que ha llevado mucho tiempo, pero por fin parece que todo está listo para enviar al espacio al James Webb. Se situará en el punto de Lagrange 2, a 1.500.000 kilómetros de la Tierra; mucho más lejos de la Estación Espacial Internacional (EEI) o del lugar en el que se encuentra el Hubble. Y, a diferencia de este, no podrá ser reparado.

Buscará vida, observará el pasado del universo y seguro que nos dará nueva información que ahora desconocemos. Solo tenemos que esperar un poco más para saber todo lo que este telescopio espacial podrá hacer por laciencia, pero por el momento parece muy prometedor.

hipertextual.com