Cena Ecológica, parte de la pintura de Maximino Cerezo arreglo: Ana Isabel Pérez y Martín Valmaseda

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13 de junio de 2020

DOMINGO




DOMINGO CHOC CHE QUEMADO VIVO POR FANÁTICOS “CRISTIANOS”

Publicado el 11 junio, 20203 comentarios en DOMINGO CHOC CHE QUEMADO VIVO POR FANÁTICOS “CRISTIANOS”

El Abuelo Domingo, Tata Mingo, vivía en la aldea Chimay, cerca de San Luis Petén. Era un gran Ajilonel, un maestro herbalista, un científico Maya experto en medicina natural. También era Ajq’ij, Guía Espiritual Maya, comprometido con preservar y transmitir el conocimiento ancestral sobre la protección de Madre Naturaleza y su medicina, a las nuevas generaciones y al mundo. El Abuelo Domingo, junto a otros sabios Abuelos y Abuelas Q’eqchi’, trabajó incansablemente para sacar a la luz el valor de la sabiduría Maya. #JUSTICIAPARADOMINGO

Guatemala: cristianos queman vivo a un Guía Espiritual y Médico Maya
Fecha: 8 junio 2020
Autor:Itzamná Ollantay
Medio: Telesur.

El fatídico caso de nuestro hermano Domingo Choc, es sólo un iceberg en un horizonte del colonialismo religioso en el que como países estamos sumidos.


El pasado 6 de junio del presente año, en la Aldea Chimay, Municipio de San Luis, Petén, a 230 Km al norte de la ciudad de Guatemala, un numeroso grupo de personas quemaron vivo a Don Domingo Choc, acusándolo de “brujo”, como consta en un video que inmediatamente subieron a las redes sociodigitales.
Chimay es una Aldea maya q’echí empobrecida, conformada por un aproximado de 250 familias (el idioma es q’echí y castellano). La última vez que visité la zona, contabilicé cerca de 6 iglesias evangélicas en dicha Aldea, aparte de la imponente capilla católica. Hay más iglesias que escuelas. En el video se mira que el asesinato se produce en el centro poblado, en presencia de varias personas corriendo en diferentes direcciones. Se miran equipos de celulares tomando fotos o grabando el video del hecho.
La víctima, envuelta en llamas, corre varios metros hacia las viviendas, mientras varios hombres intentan impedir cualquier tipo de ayuda. Al final la víctima cae… El video lo publican con el título: “Lo quemaron por brujo”.

Un día después, una colega de Don Domingo Choc, publica una nota narrando que: Don Domingo Choc era un Guía Espiritual, Médico Maya. Integrante de equipos de investigación científica sobre plantas medicinales. Además, detalla que Don Domingo, junto a otros guías y médicos, redactaba un libro sobre medicina ancestral.

¿Por qué quemaron vivo a Don Domingo?

Los asesinos son genéticamente maya q’echis, pero espiritualmente cristianos. Lo matan por “brujo”. Es decir, por practicar su espiritualidad maya, y por promover su conexión con la Madre Tierra en defensa de la Vida. En toda Abya Yala, y Chimay no es la excepción, los principales culturicidas en los últimos tiempos son y fueron los cristianos pentecostales (evangélicos y católicos). Incluso, el genocidio cometido por militares, en Guatemala, en la década de los 80 del pasado siglo, tenía móvil religioso pentecostal (indios idólatras deben morir para salvar Guatemala para Cristo, era la consigna para el militar evangélico pentecostal E. Ríos Montt).

Si bien las teologías católicas progresistas incorporaron en su narrativa el concepto de la inculturación, a finales del pasado siglo, e incluso en los últimos tiempos hablan de la interculturalidad religiosa, en las teologías pentecostales (bibliólatras) no existe ninguna posibilidad para el reconocimiento o diálogo con el “Otro” diferente (llámese espiritualidades indígenas).
El monoteísmo y el cristocentrismo llevan al creyente a matar al “Otro” diferente Para el cristianismo pentecostal, el indígena para ser cristiano debe de matar su espíritualidad indígena y aceptar en plenitud a Cristo como su único Dios verdadero, como el único camino de salvación.

”Las prácticas espirituales indígenas despiertan la ira inclemente del Dios castigador, celoso”.

En este sentido, el cristianismo pentecostal, al igual que el cristianismo de la cristiandad, en países multiculturales, está condenado a cometer las peores aberraciones sanguinarias como las que se cometió con el Maestro y Médico Domingo Choc. Su monoteísmo (un solo Dios) y su prepotencia cristológica (Cristo es el único camino para llegar a Dios) se constituyen en su traba y en su contradicción fulminante: predicar a Dios matando al que no profesa su fe. Al parecer, las aberraciones cristianas encuentran sus raíces en conceptos o teologías aberrantes como el monoteísmo o el cristocentrismo.
En este sentido, es imposible ser cristiano e indígena al mismo tiempo, porque el indígena que renuncia a su alma (espiritualidad cósmica) no puede ser indígena, ni puede ser cristiano quien practica simultáneamente otras espiritualidades que no sea únicamente el culto al “único Dios verdadero”. Un Dios que es macho, blanco, único… en un planeta multicolor.

¿Quiénes mataron al Maestro y Médico Domingo Choc?

En sociedades racistas, ante este dantesco suceso difundido en redes sociodigitales, se asume que son indígenas salvajes, primitivos, quienes quemaron vivo a otro indígena. Y esto no es del todo cierto. Los asesinos, cual inquisidores (justicieros de la verdadera doctrina cristiana) lo hicieron en proclama y defensa de su fe cristiana. En ese sentido, la salvajada lo cometieron los cristianos pentecostales de habla q’echí. El ser indígena es diferente al ser cristiano. Y desde mi perspectiva, por las dificultades del monoteísmo y cristocentrismo, es imposible ser indígena y cristiano al mismo tiempo.

El pentecostalismo cristiano, por su “salvajismo culturicida” nos tiene que motivar a repensar la permisividad indígena frente a la presencia de dichas iglesias en nuestros territorios. Jurídicamente no estamos obligados a permitir y/o aceptar la presencia de pastores, biblias, iglesias… en nuestros territorios.

Nuestro derecho colectivo a la autodeterminación y el derecho al consentimiento nos faculta a decidir si aceptamos o no a las iglesias en nuestros territorios. Porque, al parecer el fatídico caso de nuestro hermano Domingo Choc, es sólo un iceberg en un horizonte del colonialismo religioso en el que como países estamos sumidos.

CARTA DEL COMUNICADOR MAYA JUAN J. QUIB, AMIGO Y COMPAÑERO.

Fuente:  Facebook de: Juan J. Quib
Autor: Maya Juan J. Quib

Conocí al Abuelo Domingo Choc Che en una reunión de la Asociación de Concejos de Guías Espirituales Releb’aal Saq’e’ (ACGERS), con quienes trabajo desde el 2010.

El Abuelo Domingo, Tata Mingo, vivía en la aldea Chimay, cerca de San Luis Petén. Era un gran Ajilonel, un maestro herbalista, un científico Maya experto en medicina natural. También era Ajq’ij, Guía Espiritual Maya, comprometido con preservar y transmitir el conocimiento ancestral sobre la protección de Madre Naturaleza y su medicina, a las nuevas generaciones y al mundo. El Abuelo Domingo, junto a otros sabios Abuelos y Abuelas Q’eqchi’, trabajó incansablemente para sacar a la luz el valor de la sabiduría Maya.

Por ello era parte de un equipo transdisciplinario de científicos mayas, guatemaltecos y europeos que trabajábamos juntos en dos grandes proyectos de investigación y desarrollo con la Universidad de Zurich en Suiza, el University College London, en Inglaterra, y la Universidad del Valle de Guatemala.
Hace tan solo unos meses el Abuelo Domingo caminaba por el bosque aledaño a su comunidad con nuestro equipo de la Unidad de Antropología Médica, en un viaje etnobotánico para identificar especies de plantas medicinales.

Él explicaba a dos jóvenes estudiantes cómo hacer las invocaciones para pedir permiso a la esencia de la planta antes de cortarla, incluía todo el aspecto de la sabiduría y la ciencia Maya ancestral sobre su uso, cómo prepararla, almacenarla, aplicarla. Estábamos trabajando un inventario de especies medicinales para poder documentar y proteger el conocimiento Q’eqchi’ de forma que quedara evidencia que todo esto es conocimiento indígena.

El Abuelo estaba ayudando a escribir un libro en el que quedaría la evidencia de la ciencia herbal maya Q’eqchi’, como un mecanismo de documentar la propiedad intelectual de su Pueblo. Él era parte de un esfuerzo de años por crear el Popol Jay de Poptún, la Gran Casa del Concejo, la cual incluía la implementación de un jardín botánico para preservar las especies medicinales que están amenazadas por la destrucción de Petén.

El Abuelo Domingo trabajaba con otros grandes médicos tradicionales de ACGERS para identificar los hábitats de estas especies y poder recrearlos en este jardín. Soñaba con poder tener resguardadas las plantas, las semillas, porque cada vez es más difícil encontrarlas. A medida que la selva petenera es destruida sin piedad, el Abuelo Domingo soñaba con tener este espacio donde asegurar la existencia de estas plantas, donde poder enseñarle a las nuevas generaciones de Ajilonel el uso de la medicina ancestral, donde poder transmitir la espiritualidad Maya, la Ciencia Maya, a quien tuviera el corazón abierto para recibirla.

El Abuelo Domingo es un héroe del Pueblo Q’eqchi’. EL Abuelo Domingo ha sido convertido ahora en un mártir ante el grotesco asesinato público al que fue sujeto. Repudiamos este acto cruel y lleno de prejuicio e ignorancia. Exigimos justicia en el esclarecimiento de su asesinato. Más importante aún, necesitamos visibilizar este tipo de persecución contra quienes practican la Medicina Tradicional y la Espiritualidad Maya en Guatemala, necesitamos crear consciencia y educarnos como sociedad para aprender a conocernos entre guatemaltecos, dejar de temernos, de perseguirnos. Necesitamos entender, reconocernos, respetarnos en nuestra diversidad.

Abuelo Domingo, Tata Mingo, ha iniciado su trascendencia espiritual al no-tiempo, oramos por su alma, acompañaremos el camino espiritual que debe seguirse para que sea uno con la Luz Divina. Su ejemplo de vida nos guiará en el camino que hay que abrir en Guatemala, porque es tiempo de reescribir esta historia de temor y de odio hacia una de paz y respeto, de aprendizaje mutuo. Honramos su vida, Abuelo. Gracias por su valentía. Li q’awa’ ku’ xtikib’ li xjalb’al li xwanjik sa’ li jun chik li yuam sa’ li kutaank K’at. Li xchahimal ut li xmusiq’ej moko tsachq ta, li xsachiq sa’ ruuchich’oc a’an teokq li xb’ehil naq moko ta b’aanumanq ta chik jusutaq li railal xe’ xbaanu li komon. Na koxloq’i li xyuam, sa’ komonil to k’anjelaq re xpatz’b’al naq li chaqrab’ ta t’aneeq sa’ xb’een li xe’ b’aanunk re li na’leb’ ut re naq tuqlaaq li nawon arin Guatemaal ut chixjunil ri ruchich’och. Mónica Berger de White.

¿Quién era Domingo Choc Che, el guía espiritual maya asesinado en Guatemala?

A Domingo lo llamaban el “Abuelo Ku” por sus amplios
conocimientos, por su respeto a la madre naturaleza y a su comunidad.

Domingo formaba parte de investigaciones científicas sobre medicina maya, que en colaboración con universidades de Suiza e Inglaterra, buscaban la creación de documentos y libros sobre el antiguo conocimiento maya de las medicinas naturales.

El asesinato de Domingo Choc Che, el pasado 6 de junio en la comunidad de San Luis, departamento de Petén en Guatemala, despertó la indignación de la población, que considera que su muerte violenta representa no solo una injusticia, sino la máxima expresión de la discriminación y los estigmas por cuestión de etnia y fe.

Reconocido científico maya, Choc Che era un experto en medicina natural y trabajaba en la Asociación de Concejos de Guías Espirituales Releb’Aal Saq’E (Acgers).
Considerado un experto en medicina natural maya, Choc Che tenía un “conocimiento profundo de las plantas, de las oraciones que hacía, una formación que traía desde su infancia, de sus abuelos maternos y que fue cultivando hasta convertirse en un experimentado”, explica el también guía espiritual Rolando Quib en entrevista exclusiva para teleSUR.

Según recuerda Quib, quien conoció a Domingo hace más de 15 años atrás, “era una persona muy humilde, muy trabajadora, un médico maya muy entregado al conocimiento de las plantas medicinales, a la atención comunitaria, pero sobretodo, también era un campesino de su trabajo, que cultivaba y vivía con ello”.

Por el asesinato de Domingo Choc Che esta mañana la Fiscalía de Distrito de Petén con apoyo de la @PNCdeGuatemala realiza cinco allanamientos en aldea, Chimay, San Luis para ejecutar cinco órdenes de captura #JusticiaDomingoChoc pic.twitter.com/aVLZOBclPF
— PrensaComunitaria (@PrensaComunitar) June 9, 2020

Compromiso con el conocimiento

Refiere Quib que, en los últimos años, Domingo estaba en un proyecto científico internacional en el que comenzaba a revalorizar o socializar el conocimiento que tienen los médicos quekchíes, grupo étnico en el norte de Guatemala. 

Al respecto, la antropóloga médica de la Universidad del Valle de Guatemala, Dra. Mónica Berger, afirma que Domingo formaba parte de investigaciones científicas sobre medicina maya, que en colaboración con universidades de Suiza e Inglaterra, buscaban la creación de documentos y libros sobre el ancestral conocimiento maya de las medicinas naturales.

Un vasto conocimiento que, al decir de Quib, Choc Che ponía a disposición del bien de ayudar a las personas, de contribuir con el saber popular, que utilizaba para “que la humanidad no estuviera enferma, que se curara y cuidara”. 

La Alianza de Mujeres y Mujeres Indígenas de Guatemala por el acceso a la justicia condenaron el asesinato de Domingo Choc Ché, Ajilonel Maya q'eqchi. #SanLuis #Petén pic.twitter.com/2X4q24lTM0
— PrensaComunitaria (@PrensaComunitar) June 9, 2020

Según el también guía espiritual, José Che, Domingo tenía más de 20 años de ser Ajilonel (herbalista), y realizaba largos y lejanos recorridos en busca de las plantas con las que sanaba.

Mientras, Rolando Quib recuerda que las dolencias tratadas por Domingo podían ser físicas como la diabetes, varios tipos de cáncer, el susto o el miedo, fracturas, la epilepsia, e incluso se realizan operaciones espirituales en diversas partes del cuerpo, “no importando que grupos de creencias tengan”.

Reconocimiento a su labor

Dentro del mundo de los guías espirituales, de los médicos mayas, lo conocían como el “Abuelo Domingo”, y dentro del concepto quekchí, lo llamaban el “Abuelo Ku” por sus amplios conocimientos.

Además, por su respeto a la madre naturaleza, a su comunidad, a las personas con las que convivía, así como a sus pacientes y a su forma de actuar. Un guía espiritual guatemalteco a quien, afirma Quib, “le tenían mucho respeto”.

Trasfondo de violencia

El aprecio y reconocimiento hacia su profesión no era generalizado. Domingo vivía en la aldea Chimay, en ella, según explica a Rolando Quib, “existían diferentes grupos religiosos que le molestaba mucho su trabajo con la medicina natural, su conocimiento de plantas, el uso de velas, y de ahí se comenzó a manejar el mal concepto de brujo”.

Bajo la falsa premisa de brujería y de haber enfermado espiritualmente a una persona que murió en un centro asistencial, al guía espiritual se le llevó a la muerte envuelto en llamas, en su aldea Chimay, a más de 370 kilómetros al noreste de Ciudad de Guatemala.

Para la Dra. Mónica Berger, el asesinato del respetado Ajq'ij (guía espiritual) habla de prejuicios estigmatizantes que ven equivocadamente a los herbalistas como brujos. Además, considera su muerte como haber “quemado una biblioteca”, pues su amplio conocimiento implica la pérdida de todo un caudal que nunca pudo ser documentado completo.
 
Al menos 20 personas han sido asesinadas en los últimos años por considerarlos "brujos". I Foto: Ecoreinita
Para la escritora de la agencia de noticias Prensa Guatemalteca, Quimy De León, el asesinato de Domingo no es un hecho aislado, pues desde la invasión y la colonia, ha habido un estigma y una persecución a personas que hacen prácticas espirituales diferentes a la judeocristiana. Según De León, este fenómeno no ha parado de ocurrir, y en los últimos años se han afianzado en las comunidades.

También explica que el discurso de vincular a las poblaciones originarias, en este caso mayas, con la hechicería y la brujería, el diablo y la maldad, proviene desde la invasión y de la propia configuración del racismo en nuestra América. “Eso, digamos, es un discurso que se ha prolongado, se utiliza hasta la fecha y considera que los pueblos indígenas son personas sin alma y que lo único que hacen en relación con sus prácticas espirituales es la brujería”, comentó.

En la última semana, además del asesinato de Tata Domingo,también asesinaron a Alberto Cucul,defensor de la naturaleza en la Laguna Lachuá. ¡Justicia para ambos! ¡Justicia para los defensores de la Madre Tierra! #JusticiaDomingoChoc #JusticiaAlbertoCucul ����
Vía @saracurruchich pic.twitter.com/UaP1JujwTO
— Ruda (@ruda_gt) June 9, 2020

De acuerdo con un listado realizado por Prensa Guatemalteca, al menos 20 personas han sido asesinadas en los últimos años por considerarlos brujos.

Sin embargo, argumenta De León que los médicos mayas como Domingo Choc realizan un trabajo preventivo, de educación a personas y a familias, trabajan la salud mental, el sistema musculoesquelético, la pediatría. “Se podría decir que son el primer nivel de atención, que ellas resuelven lo que el Estado no resuelve en estas comunidades lejanas”, enfatiza.

Nuestra solidaridad con la familia de Tata Domingo Choc Ché, maestro, científico maya experto en medicina natural, comprometido con la investigación, con preservar y transmitir el conocimiento ancestral a las generaciones del presente y del futuro. pic.twitter.com/BgF3HxLhDQ
— ONU Mujeres Guatemala (@onumujeresgt) June 8, 2020

“Esto no fue un crimen cometido por una muchedumbre tumultuosa, como suelen ser los linchamientos en Guatemala (...) No es una cosa espontánea perpetrada por una muchedumbre. En este caso fueron cinco o seis personas que deliberadamente, en pleno toque de queda, se dirigieron a buscarlo y a sacarlo de su casa. Incluso lo retuvieron por horas. No tenemos información precisa, pero lo tuvieron horas hasta que amaneció. Y luego, le prendieron fuego”, detalla De León.

El Ministerio Público de Guatemala, por medio de la Fiscalía Municipal de Poptún, investiga el hecho en el cual el Abuelo Domingo perdió la vida. El reproche y condena a estos sucesos ha llegado a todas las esferas de la sociedad, quienes los han calificado como un crimen imperdonable y una gran pérdida del conocimiento ancestral maya.