Cena Ecológica, parte de la pintura de Maximino Cerezo arreglo: Ana Isabel Pérez y Martín Valmaseda

Cena Ecológica, parte de la pintura de Maximino Cerezo arreglo: Ana Isabel Pérez y Martín Valmaseda

16 de agosto de 2023

PALABRAS A VOLEO: PRESIDENTE

MARTÍN VALMASEDA

La palabra  que  hoy  echamos a volar, a  voleo, a  ver  a  quien  le  cae  encima,  la  presentamos  con  su  etimología,  según    la  real  academia  de  la lengua española.

La palabra «presidente» viene del latín «praesĭdens, -entis», participio activo del verbo latino «praesidēre» ('estar sentado delante de' > 'presidir').

El  que  se  sienta  delante  no  lo  hace en  una  banqueta,  lo  suelo  hacer  en  un trono  o  en  un  sofá  cómodo;  donde  aguantar  todos  los  palos  que le  vengan  encima; claro  que  el  trono,  silla  o  sofá  del  presidente  tiene  encima toda  clase  cosas  que  le  cuelgan.  Un  tal  Damocles,  para  que  se  sentase  con  cuidado  tenía colgada  encima  nada menos  que  una  espada  con  la  punta  hacia  abajo...¿se  imaginan?  solo  le  tranquiliza a  cualquier  presidente  que además le  cuelguen  en el  banco  una  chequera,  de  donde  saque  euros o dólares  con facilidad... para  él  o  para  su  pueblo, para  hacer  carreteras,  escuelas, viviendas...  o para  sobornos  a  los que  amenazaban  la  seguridad de esa  "espada de  Damocles"...

Bueno  para  un  presidente  norteamericano no  fue una espada sino  un  rifle  disparado  desde una  ventana ¿recuerdan? No, no recuerdan; enseguida  se  olvidó entre nubes  de  más asesinatos y mentiras.

Pero  tal  vez  recuerden el  buen  ejemplo de aquel  presidente  uruguayo que  no necesitaba  trono  ni espada, ese con  nombre  de  vecino  de  barrio popular,  Pepe  que  con  frases  como  aprendí que  si  no puedes  ser  feliz  con pocas  cosas tampoco  lo  serás  con  muchas y  con  una  vida  en  consecuencia, cumplió  su misión  y se  despidió  del  sillón  de  presidente.

Pues  por  lo  visto  en  España,  en Guatemala, (no  digamos  en  Nicaragua ) hay  muchos  (o  sólo uno)  que no  pueden  ser  felices  si  no tienen  un  sillón  donde  presidir pre-sentados, aguantando mentiras o  diciéndolas  a  voleo. En estos momentos en España y en Guatemala con la ilusión de que el sillón presidencial se siente alguien que aunque se llame Pepe o Bernardo, viva con pocas cosas y mucha gente que le quiera, y cuando acabe su misión se vuelva a casa, se lave las manos por si se le quedó pegado algo, y se ponga jugar pelota con sus nietos.















Señor Presidente
Luis Aguilé