Desgraciadamente en nuestras comunidades cristianas falta
bastante la conciencia de aquellas frase
de Jesús, que cita San Juan, en la oración
de la última cena: “Padre, que todos sean uno como tú y yo somos uno”. Pero
los que decimos que creemos en Jesús, somos uno cada uno… ¡y cada uno va a lo
suyo!. Estamos separados en infinitos
grupos. Asociaciones que no se entienden
con otras asociaciones, comunidades que
son sectas, porque cada una
se cree la buena y desprecia a las otras…
Esto no sucede solo entre iglesias, confesiones diferentes, sino en la misma iglesia católica. Se organizan movimientos, piadosas
asociaciones que hacen su vida aparte y no se unen ni
intercambian ni con las otras asociaciones
católicas.
Esto se suele deber a la
mala educación, a que no meditamos el evangelio,
la vida y palabra de Jesús.
Pero también
se infiltran en los grupos
cristianos unas fuerzas que manejan la
religión según sus intereses, especialmente económicos y de poder.Me detengo en
un aspecto que muchos no conocen y que tiene una influencia nefasta entre los
cristianos de América Latina.
Explica esta
situación la conocida consigna:
“divide y vencerás”. Selecciono frases del artículo publicado por Giusseppe L. Cossio Restrepo el 7 de enero, 2010.
HABLANDO SOBRE EL INFORME ROCKEFELLER