Cena Ecológica, parte de la pintura de Maximino Cerezo arreglo: Ana Isabel Pérez y Martín Valmaseda

Cena Ecológica, parte de la pintura de Maximino Cerezo arreglo: Ana Isabel Pérez y Martín Valmaseda

25 de septiembre de 2020

Palabras a Voleo

Mascaras

Esta  vez  echamos a voleo,  como el  sembrador  una  palabra  que  les  va  a  parecer de  actualidad, sí es cierto,  pero no  va  ser  de  la  actualidad   que ustedes  se   imaginan.….es  que  les vamos a  hablar  de  las  MÁSCARAS.    Pero olvídense  de las mascarillas  contra  ese virus  que  está  “de  moda”.    Les  queremos  hablar  de  unas  mascarillas o máscaras  de  tamaño  natural  que ocultan  toda  la  cara y toda  la  persona.

Existen máscaras en  muchas  culturas  donde  son  muy populares.  Vayan, a  Guatemala,  en   Chichicastenango  y  verán  en el  mercado puestos  de  máscaras  mayas,  tales como éstas.   No  son  para  defenderse  de  ningún  mal,  sino para  danzar o  escenificar antiguas  leyendas;  no  disimulan  sino expresan  historias.  Y, yendo más  atrás  en  la  historia…

 

Tendríamos  que acabar  en  Grecia  donde  los  artistas  de teatro  se  ponían otras    como  estas,  también  para  reflejar  si la  escena   era  triste o  alegre,  tragedia o  comedia  lo que  representaban

En griego Hypo significa  bajo, tapado; crisis es  juzgar  o responder…el  que  oculta  lo  que piensa o  dice  es hipócrita.  El  que  se  pone máscara  no de madera  o tela  sino  el  que  aparenta  una  cosa  y   su  vida  es  otra  distinta…


La máscara  que  nos  tenemos   que poner  con  el  coronavirus no  es  hipocresía,  es defensa  de  la  salud;  pero piensen si  no  nos  ponemos   máscaras  cuando  aparentamos  lo  que no  somos  como  ciudadanos, como  políticos,  como  preocupados   por   los demás,  como religiosos,  católicos… haciendo ceremonias  en  las que  no creemos.

Tenemos  que  distinguir  entre  tener  verdadera fe  y  tener una religión  como  acciones  piadosas…en  las  que  no  creemos.  Las  hacemos  para  que  nos vean  pero  no  nos  tocan  el  corazón.

Si agarrásemos  el  evangelio  y  tachásemos  los actos y  palabras  de Jesús  a  los  que  no  hacemos  caso… Lo mismo  se  nos  quedaba un evangelio  lleno  de  tachaduras,  un cristianismo de máscaras.

Ponemos  algunos  ejemplos? subrayamos  lo  que  hacemos nosotros  contra  el Evangelio.

(En  Mateo capítulo 6) Cuando oren, no hablen mucho, como hacen los paganos: ellos creen que por mucho hablar serán escuchados. No hagan como ellos, porque el Padre que está en el cielo sabe bien qué es lo que les hace falta, antes de que se lo pidan.   Ustedes oren de esta manera: Padre nuestro que estás en el cielo…

Hoy  muchos llamados  cristianos  rezan una  oración  tras otra y  otra  y  otra… muchas veces  deprisa y  sin pensar en  lo  que dicen;  nos  preocupamos  más por  la cantidad de rezos  que  por  la calidad.

(Sigue  Mateo)… perdona  nuestras  ofensas como nosotros  perdonamos…  y a veces  tendríamos  que  callarnos  cuando  llegamos a  esa frase  del Padre Nuestro  porque  tenemos  gente  cerca  con  quien  estamos  enfrentados y no  les perdonamos.

(Sigue  Mateo)  No acumulen tesoros en la tierra, donde la polilla y la herrumbre los consume  ¿y  si  quien   amontona  riquezas    tiene  cara (o máscara)  para  decir  que  ese  es un premio  que  Dios le dio?

La última  cena  (no la primera  comunión) fue  en torno a  una  mesa (no altar)   compartiendo  una comida  (no  un trocito de  pan  pequeño y  redondo)  pan partido y  compartido (no  recibido en la  boquita  como niños).

Jesús  predicaba, anunciaba  el  reino de  su  padre   Dios,  él  solo se dijo rey  para  anunciar la  verdad  dar de comer, atender a pobres  y a  enfermos,  ( hoy los  llamados cristianos  se  preocupan  de ceremonias, no de  los  pobres  y marginados…)

Como  resumen este  párrafo  del  apóstol Santiago

 "Hermanos míos, no entre la acepción de personas en la fe que tenéis en nuestro Señor Jesucristo glorificado...Supongamos que entra en vuestra asamblea un hombre con un anillo de oro y un vestido espléndido; y entra también un pobre con un vestido sucio; y que dirigís vuestra mirada al que lleva el vestido espléndido y le decís: «Tú, siéntate aquí, en un buen lugar»; y en cambio al pobre le decís: «Tú, quédate ahí de pie», o «Siéntate a mis pies»...¿No sería esto hacer distinciones entre vosotros y ser jueces con criterios malos? Escuchad, hermanos míos queridos: ¿Acaso no ha escogido Dios a los pobres según el mundo como ricos en la fe y herederos del Reino que prometió a los que le aman? ¡En cambio vosotros habéis menospreciado al pobre! ¿No son acaso los ricos los que os oprimen y os arrastran a los tribunales? ¿No son ellos los que blasfeman el hermoso nombre que ha sido invocado sobre vosotros? Si cumplís plenamente la Ley regia según la Escritura: Amarás a tu prójimo como a tí mismo, obráis bien; .pero si tenéis acepción de personas, cometéis pecado y quedáis convictos de transgresión por la Ley..."

Si  lo  que  llamamos  religión  es  todo  lo  contrario  de esto  llevamos puesta  la  mascarilla  de  cristianos.

No seamos hipócritas.



Martín Valmaseda.