Cena Ecológica, parte de la pintura de Maximino Cerezo arreglo: Ana Isabel Pérez y Martín Valmaseda

Cena Ecológica, parte de la pintura de Maximino Cerezo arreglo: Ana Isabel Pérez y Martín Valmaseda

12 de julio de 2018

OTRA FORMA DE VER LA VIDA

Otra forma muy distinta de mirar… la Vida

Luis Sandalio
Cantabria
ECLESALIA

(todos llevamos, sepámoslo o no,
gafas mentales prejuiciosas;
pero nuestra visión interior
está aún por estrenar.)

Nos han enseñado a ver la realidad:
personas, cosas, naturaleza, sociedad…
desde las reglas y los logros de la normalidad:
ciencias, cultura, costumbres, legalidad…

Y así hemos llegado a forjar esta banalidad
de mundo inhumano, egoísta, materialista, fatal
donde la inmensa mayoría de los ciudadanos
se esfuerzan por vivir una vida tan chata y artificial.


El precio lo pagan sobre todo los desdichados:
los sobrantes, desechados, migrantes, refugiados,
los distintos e inadaptados… y ¡cuidado! también lo sufren
todos los seres que conforman nuestro entorno natural.

Necesitamos urgentemente otra forma diferente de mirar
que aprendamos desde dentro y nos dé humanidad.
Otra forma de sentir, y comportarnos, de proyectar
nuestra vida desde dentro de nosotros y pensando en los demás.

Una nueva educación de lo que somos y buscamos,
que desenmascare la mentira tan dañina
con la que nos han troquelado nuestra forma de pensar.
Urge encontrar nuestra hondura ¡Sí!
para desde allí atentamente mirar…
Tendremos que desprofesionalizar,
abrirnos a la Vida sorprendente que nos llega
y muy atentos caminar por sendas nuevas
que aún no conocemos e inseguros nos inquietan…
Pero sus frutos nos desbordarán.

Tendremos que prepararnos con esfuerzo,
confianza y valentía para hallar
esa claridad inexpugnable que nos llega
como regalo imposible de comprar…
Necesitamos con urgencia compañeras/os
decididas/os a apostar la vida entera
en este empeño.

¿Te animas? ¡Pues no mires hacia atrás!

Pd. Una cosa muy importante se me olvidaba ya:
En esta escuela de la Vida todos nos podemos enseñar:
chicos y grandes, jóvenes y ancianos,
¡Hay tanto que aprender juntos!
¡Tanto que compartir y regalar!
Bienaventurados aquellos que saben conjugar
generosidad y necesidad,
atención exquisita y convivir en gratuidad.
Lo decía el Principito: “Lo esencial es invisible para los ojos,
Solo se puede ver con el corazón”.

(Eclesalia Informativo autoriza y recomienda
la difusión de sus artículos, indicando su procedencia.

Luis Sandalio
Cantabria