Cena Ecológica, parte de la pintura de Maximino Cerezo arreglo: Ana Isabel Pérez y Martín Valmaseda

Cena Ecológica, parte de la pintura de Maximino Cerezo arreglo: Ana Isabel Pérez y Martín Valmaseda

17 de agosto de 2018

MANTENER... Palabras a voleo

PALABRAS A VOLEO

Al abrir nuestro portón anterior se nos apareció en las palabras a voleo el  vocablo OFRENDA y se nos quedó en el aire la respuesta sobre el problema de los hombres  y mujeres de la religión que tienen flotando  sobre ellos   cómo seguir viviendo  y  al tiempo soportando el peso de sus obras religiosas… Terminábamos diciendo que eso era otra historia. Sobre esa historia queremos reflexionar poniendo sobre la mesa el vocablo



MANTENER

Significado de la palabra
1. Proveer a uno del alimento o de los bienes necesarios:
desde que murió su padre,mantiene a toda su familia.
-También  se mantiene a base de vegetales.
2.-Conservar una cosa en su ser o estado:
estos guantes mantendrán tus manos calentitas.
3.-Sostener una cosa para que no caiga o se tuerza:
mantén sujeta la escalera mientras subo.
4.- Defender una opinión:
mantengo que esa teoría está equivocada.
5.- Realizar o proseguir algo durante cierto tiempo:
mantuvieron una estrecha amistad;
 6.-. Perseverar,no variar de estado o resolución:
tienes que intentar mantenerte tranquilo.


En las parroquias, en las obras  que dependen de la iglesia es claro que todo lo que se  construye, todo lo que se compra, los alimentos de los que allí viven, los edificios, los libros, los objetos litúrgicos, las medicinas… todo eso no cae del cielo y se necesita dinero o donativos para  pagarlo, para MANTENER todo aquello.



Hay muchos caminos para ese mantenimiento.  Pueden ser donativos, ofrendas ¡voluntarias! de miembros de la comunidad o de personas generosas.

Pueden ser que en la parroquia se  limiten a poner el estipendio (eso que les viene estupendamente) por cada ceremonia religiosa,  eso que llaman ofrenda, lo que criticamos la vez pasada y   escuchamos algunas exigentes palabras del papa.Todo  esto se puede prestar a que los templos, las parroquias se conviertan en negocios,  que los hombres y mujeres del culto aprovechen para conseguir el “mantenimiento” no sólo de las necesidades básicas para vivir, sino un medio para vivir demasiado bien. Algunos más o menos creyentes  se escandalizan con razón de esa deformación de la religión.

Déjenme que les cuente algunos pasos que personas y comunidades  se atreven a dar, para asemejarse más a aquel que “no tenía una piedra donde reclinar la cabeza”

¿Han oído hablar ustedes de los “curas obreros”. Aquello empezó sobre todo el pasado siglo  hacia los años 40. Comenzó en Francia, se extendió por otros países de Europa  y  echó pronto raíces en América Latina.

Pensando en Jesús que no fue sacerdote, que anduvo como carpintero, albañil, arregla chapuces…En un pueblito como Nazaret el tekton como se decía en griego, hacía de todo…  Pero había otros motivos para, además de sus actos religiosos el sacerdote obrero, sin ningún hábito ni señal distintiva  estuviera trabajando como albañil, herrero, empleado en un  comercio, en imprenta,en  labores agrícolas… Algún tiempo nadie sabía de su misión religiosa,  ni falta que hacía. Los compañeros eran creyentes o no. A veces rechazaban la religión… otros sacerdotes trabajaban en escuelas  del estado, no   enseñando religión sino cualquiera de las asignaturas  civiles.  Y esto no lo hacían solo sacerdotes, también religiosas, viviendo en barrios marginales trabajaban en  empresas, como empleadas de hogar… algunas  tuvieron que aguantar malos tratos, expresiones  despectivas de la jefa que”no sabía con quién  trataba”…

Empezamos a hablar de esto pensando en  el párroco que se ganaba el sueldecillo trabajando así, luego  no necesitaba que le  dieran la famosa “ofrenda” por una misa. El estilo de la parroquia  cambiaba totalmente y los ecos de lo que vivía durante la semana se reflejaban en la comunidad parroquial.

Pues les cuento  lo que podía suceder luego cuando el cura se ponía a trabajar:

Cuando vieron que  el párroco no aparecía  en el templo durante buena parte del día, solo al caer la tarde, los “feligreses  fueron a protestar al párroco-trabajador. 

- Padre vemos que su trabajo le impide  atender debidamente a su labor pastoral.
- Ya ven que  yo a las 5 de la tarde ya estoy a su disposición
- Pero le disminuye el tiempo de dedicarse a la Iglesia
- En cambio no soy una carga para la parroquia; hemos establecido que no se “cobre” nada por misas, bautizos, bodas…

Entonces  después de ese diálogo, podían suceder dos cosas:

  1. Que  el sacerdote les convenciera de  que  su vocación también se reflejaba en su trabajo como  obrero y que el tiempo que él no estaba,   los laicos podían  colaborar también en las celebraciones parroquiales  y otros servicios.
  2. Que  dejase el párroco  el trabajo profesional, solamente con la condición de que los miembros de la parroquia le aportasen una pequeña cuota para vivir, pero que los servicios parroquiales siguieran siendo gratuitos.  Naturalmente eso pedía que la junta económica la llevasen los laicos y administrasen ellos todas las necesidades parroquiales, incluido  el sueldecillo para el  Padre. De la famosa   ofrenda o pago de misas y otras celebraciones no se volvió a hablar.

Todos estos pasos se fueron dando  después del concilio Vaticano II.

Pero después llegó la marcha atrás. Muchos  clér¡gos y laicos clericales   se empezaron a oponer a los documentos y propuestas del concilio.

Siguió habiendo  comunidades de base, sacerdotes obreros… principalmente en Latinoamérica; pero otros  sacerdotes y laicos pusieron muchas barreras  y en  muchas parroquias y diócesis se limitaron a lo que “siempre se había  hecho así”

Sobre todo personas y asociaciones  de economía poderosa bloquearon los pasos  adelante…

Sobre el tema  de mantener necesidades o lujos recordamos  esa frase de Jesús (San Mateo Cap 6 vers. 24 al 34) ”nadie puede servir a dos señores… no se puede servir a Dios y al dinero”… Sobre eso  en muchos lugares ha caído un una espesa nube.

Aquí les contamos esto para que todos pensemos si quienes intentamos seguir al tekton de Nazaret podemos  mantener nuestras obras “sagradas” sin mucho negocio y sobre todo MANTENER nuestra fidelidad a Jesús.