Cena Ecológica, parte de la pintura de Maximino Cerezo arreglo: Ana Isabel Pérez y Martín Valmaseda

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12 de enero de 2022

12 motivos para estar contra la mina de Níquel en El Estor, (Guatemala)

 


Centro de Medios Independientes

Por Andrés Quezada

La mina más grande de extracción y transformación de níquel de América Latina está en Guatemala. Su historia es larga y se remonta al triunfo de la contrarrevolución en 1954. Fue el Código de Minería, Decreto 272 de 1955, el que inauguró un proceso largo y doloroso en el que diversos inversionistas han tenido el control de la asesina operación minera, otrora llamada Exmibal, que ahora pertenece a una subsidiaria suiza operada por directivos rusos. Más que una sola empresa se trata de un entramado de empresas amigas como explicó el Observatorio de Industrias Extractivas. A continuación, enumeramos 12 motivos para estar en contra de la extracción de níquel en Izabal.

1: Genera poco empleo

El único funcionario que en 1955 se opuso al decreto 272 fue Valentín Solórzano, entonces Viceministro de Economía, quien emitió un dictamen desfavorable en el que argumentaba que la empresa contrataría «escasa mano de obra” y además dejaría regalías miserables. El tiempo le dio la razón. Según Rodrigo Veliz a partir de datos del IGSS, “de 2005 a 2013 las mineras no han logrado crear más del 0.5% del total de empleo”. A esto habría que agregar el hecho que los mismos trabajadores de CGN han organizado manifestaciones en contra de las condiciones laborales de la empresa que ha realizado despidos masivos generando conflictividad social que ha escalado hasta las amenazas de muerte.

2: Deja poquísimas regalías

Aunque la apuesta extractiva es una mala idea en un país mega diverso cuya riqueza biológica debiera preponderar sobre los intereses de industrias que contaminan el ambiente, resulta indignante que en promedio la actividad minera deje tan solo 1% de regalías al Estado de Guatemala. En otros países, como Suecia, el porcentaje que queda es de 26% o en Ontario, Canadá, hay regalías de hasta 63%. Para el 2017, Pronico pagaba un promedio de tan solo Q36 por tonelada métrica de tierra extraída, una miseria para tan alto costo social, ambiental y político. No obstante, aún si las regalías fueran mayores, la minería es nociva pues el daño ambiental y social que genera es inconmensurable. No hay dinero en el mundo que recupere una montaña, un río, un lago o la confianza de una comunidad en conflicto.

3: No hicieron consulta previa y no acatan las resoluciones de la CC

A pesar de que el 18 de julio de 2019 la Corte de Constitucionalidad (CC) suspendió de forma temporal las operaciones de la CGN por no haberse realizado una consulta a las comunidades ubicadas en su zona de impacto, tal como lo ordena el convenio 169 de la OIT, la empresa nunca detuvo sus operaciones. Ahora que el proceso está comenzando a ser diseñado (cuando esto debería ser previo a la instalación y operación minera), excluyeron del proceso de preconsulta a las autoridades q’eqchi’s en un claro acto de racismo y exclusión institucional, motivo que llevó a las comunidades a tomar las calles y detener el paso de materias primas hacia la mina. La exclusión es parte de una estrategia de amaño entre el MEM, CGN, Gobierno y finqueros que buscan hacer la consulta solo con gente vinculada a la minera o ubicada en el casco urbano de El Estor que apoya la extracción.

4: La persecución y muerte de los pescadores artesanales

Carlos Maaz Coc, pescador q’eqchi’ de 27 años fue acribillado en plena luz del día en una manifestación organizada por la Gremial de Pescadores Artesanales contra la mina por la contaminación que observaban en el lago de Izabal. El MP nunca llegó a recoger su cuerpo para hacer la autopsia. Otros pescadores fueron heridos de bala, otros dos están presos y otras cinco personas están ligadas a proceso y viven con el permanente miedo de ser capturados. La historia de la mina es la de los mártires que existen por haberse opuesto a ella. Vale la pena recordar al diputado Rodolfo “Fito” Mijangos que en 1971 fue acribillado con 12 tiros en su silla de ruedas cuando se manifestaba en abierta oposición a la extracción minera en El Estor.

5: La seguridad privada de la empresa participó en desalojos violentos donde hubo muerte y violencia sexual

Once mujeres de Lote Ocho fueron violadas en grupo por policías, soldados y seguridad de CGN durante un desalojo en el año 2007 marcado por la quema de casas, algo prohibido por los protocolos internacionales de desahucios. Antes de esto, helicópteros sobrevolaron las comunidades q’echi’es para sembrar terror psicológico. Estas tácticas fueron impulsadas bajo asesoría del ex-guerrillero Cesar Montes, quien en un correo electrónico recomendaba hacerlo según se sabe por documentos corporativos que se hicieron públicos a través de una demanda en Canadá a los entonces dueños de la mina. Otro desalojo en 2009 significó la muerte del profesor Adolfo Ich Chamán, quien fue asesinado por el capitán retirado Mynor Padilla, ex jefe de seguridad de la CGN, quien también dejó parapléjico a Germán Chub. Otras siete personas resultaron heridas en esos enfrentamientos. La búsqueda de justicia por estos crímenes fue ardua y estuvo marcada por el hostigamiento al punto que la fachada de la casa de Angélica Choc, viuda de Adolfo Ich, fue baleada en ese contexto; además, el sobrino de Angélica, Héctor Manuel Choc, de 18 años, fue asesinado a golpes en un acto que la familia consideró de venganza ante su búsqueda de justicia.

6: La muerte impune de los tres estudiantes de la UVG en la mina

Tres estudiantes de la UVG: Nahomy, Juan Carlos y Ángel, murieron en las instalaciones de CGN. Sus cuerpos fueron hallados con golpes. Antes de su muerte uno de ellos realizó 17 llamadas telefónicas que los familiares asumen fueron pidiendo auxilio. El caso fue cerrado con enormes dudas y contradicciones del único testigo que mintió pues se comprobó que los estudiantes sí llevaban chalecos salvavidas (cosa que este negó). Según los abogados de las familias, la mina alteró la escena del crimen introduciendo botellas para argumentar que su muerte fue por irresponsabilidad de los estudiantes. Fueron 7 años de buscar justicia y no conseguirla. La parte acusada intentó aplacar la búsqueda de justicia de las familias con dinero. Los familiares de los estudiantes siguen vistiendo de negro.

7: La mina contamina ríos, el lago y el aire

Grandes manchas rojas aparecieron sobre el lago durante el 2017, los pescadores responsabilizan de ello a la mina y pidieron al MEM que investigara el caso. Los pescadores tuvieron que tomar la carretera para ser escuchados y finalmente no se hizo la investigación solicitada con la profundidad debida. Las autoridades nunca atendieron debidamente a la Gremial de pescadores en un claro caso discriminatorio. Durante las noches y madrugadas las calderas de Pronico expulsan un humo rojo que se extiende hacia donde sople el viento. Según The Guardian, un caso parecido ocurrió en 2016 en Rusia donde el río Daldykan se tiño de rojo justo en donde opera el mayor productor de níquel del mundo. Según médicos de la localidad, con el inicio de la explotación minera se comenzó a registrar un aumento de enfermedades respiratorias en la población.

8: El sesgo o silencio cómplice de los medios de comunicación corporativos

Los medios corporativos no abordan estos temas o lo hacen desde enfoques favorables a la criminalización de las resistencias comunitarias. De no ser por la cobertura de Prensa Comunitaria, y las investigaciones de medios digitales independientes e internacionales, desconoceríamos el contexto que aquí presentamos. Prensa Libre, el Periódico y Nuestro Diario, los medios escritos de mayor difusión en Guatemala, coinciden en hablar de “bloqueos” y no de resistencia legítima ante los abusos del capital minero coludido con el Estado corrupto de Guatemala. Casi ningún medio además de Prensa Comunitaria ha estado dando cobertura in situ durante los últimos días de resistencia q’eqchí’ en la carretera que lleva a la mina.

9: Acoso a los periodistas que investigan y dan cobertura a la resistencia minera

Se puede hablar de al menos tres casos claros de acoso a la labor periodística: el que sufrió la periodista Rolanda García corresponsal en Guatemala de Telesur, quien fue intimidada por al menos 20 hombres trabajadores de CGN armados con machetes; el de Carlos Choc, periodista de Prensa Comunitaria que fotografió el momento en el que el pescador Carlos Maaz fue abatido a tiros. Por esta cobertura tuvo que huir de su pueblo por amenazas; ser prófugo de la justicia; perder la custodia de sus hijos y su empleo. Más recientemente, Prensa Comunitaria ha denunciado ataques a su página web y su reportero Juan Bautista Xol Col está siendo difamado y acosado en redes sociales y fuera de su casa.

10: División comunitaria

Según la URL/ Intrapaz, “las mineras generan división comunitaria al optar por contratar a algunos miembros de la comunidad pero no a todos; cuando le compran a algunos, pero no a todos; cuando benefician a algunos, pero no a todos”. La entrada de un proyecto extractivo divide a la comunidad entre quienes ganan algo con este y quienes no, confrontando así a las comunidades y entorpeciendo la posibilidad de posicionamiento colectivo. Por otro lado, hay un sistemático esquema de criminalización en el que se manipula la justicia para perseguir penalmente a quienes se oponen a estas inversiones generando zozobra y limitando los derechos políticos consignados en la constitución. En Guatemala hay presos políticos por defender el territorio.

11: La minería paga pocos impuestos

Según el ICEFI, el aporte tributario total en términos del PIB de la industria minera en Guatemala oscila entre el 0.06% y 0.12% entre 2009 y 2012. A esto habría que agregar el hecho que este entramado empresarial minero está oscurecido por una red de offshores que facilitan la evasión fiscal. El fondo fiduciario de inversión familiar detrás de Solway está ubicado en Chipre, Malta, las Islas Vírgenes Británicas y San Vicente y las Granadinas, según informó The Guardian en 2019. Como si esto fuera poco, la Ley de Minería da privilegios fiscales como el del artículo 86: “podrá importar libre de tasas y derechos arancelarios los insumos, maquinaria, equipo, repuestos, accesorios, materiales y explosivos, que sean utilizados en sus operaciones mineras”. Por otro lado, la Ley de Fomento y Desarrollo de la Actividad Exportadora y de Maquila permite la exoneración total del ISR que se obtenga de la exportación de bienes que se hayan ensamblados en el país y luego exportados, como podría ser el caso del ferroníquel que produce Pronico.

12: Caso Alfombra Mágica

La minera Solway es parte del entramado ruso, kazajo, israelita y ucraniano involucrado en el escándalo “La Alfombra Mágica” que alcanza directamente al presidente Alejandro Giammattei, quien, según investigaciones preliminares del hoy ex jefe de la FECI, Juan Francisco Sandoval, habría recibido millonarios sobornos a favor de intereses mineros y portuarios de la minera Mayaníquel, vecina territorialmente al proyecto minero FENIX de Solway. Directivos rusos de Mayaníquel también son directivos de Solway y su subsidiaria CGN en Guatemala. Esas investigaciones fueron parte de las causas para que Sandoval fuera destituido por la fiscal general Consuelo Porras, caso en el que habría actuado a pedido presidencial.

A pesar de todo, la esperanza existe en tanto los pueblos se organizan y resisten. Si bien el cerco mediático no ha permitido mayor conocimiento de estas luchas a nivel nacional, existe una periférica pero incipiente solidaridad urbana que debería caminar junto con la solidaridad internacional. Pasa con los presos políticos y las resistencias comunitarias como con los escritores o investigadores destacados: son más conocidos afuera del país que adentro, donde la inercia del racismo estructural mantiene a los sectores urbanos enajenados de la realidad.

Romper el cerco mediático dominante es urgente para frenar el despojo y la represión en Guatemala. Las voces del racismo organizado intentarán hacernos creer que todos quienes se oponen al expolio de suelo son manipulados por oenegés o fuerzas extranjeras; detrás de esta idea subyace la falsa creencia de que los pueblos indígenas no son capaces de pensar y decidir por sí mismos. Este caso nos demuestra lo contrario: la ignorancia respecto a esta realidad se encuentra en los centros urbanos y lo menos que podemos hacer es acompañar respetuosamente las luchas de quienes asumieron con valentía la defensa por el futuro de la vida, el agua y la soberanía de los territorios guatemaltecos.

En memoria de las y los mártires por resistirse a la extracción de Níquel en Guatemala.

CMI (Centro de medios independientes)


Colaboración  de Víctor Chomo