Cena Ecológica, parte de la pintura de Maximino Cerezo arreglo: Ana Isabel Pérez y Martín Valmaseda

Cena Ecológica, parte de la pintura de Maximino Cerezo arreglo: Ana Isabel Pérez y Martín Valmaseda

1 de mayo de 2022

Palabras a Voleo: LOS UNOS Y LOS OTROS

  Palabras a Voleo  


Martín Valmaseda


Más que palabras  se trata  hoy  de   algo  de  que  se habla  y  algo  de lo  que  no  se habla, podíamos  resumirlo   con  la  expresión

LOS UNOS  Y  LOS  OTROS, 

porque  el  problema  de los  medios   de comunicación  no  es  que  cuenten  mentiras  sólo  es que  hay  verdades  importantes  que  no  cuentan,

Por ejemplo  ¿ustedes  recuerdan cuando  en  Europa  no  se hablaba  de  un  tal  Monseñor  Romero obispo  asesinado?  Hasta  que  llegó  un nuevo papa  y  abrió  un cajón,( una  gaveta dicen  por  allá) y  encontró  informes sobre el martirio  de  ese monseñor,  Como ese nuevo  papa  tenía  el  "defecto"  de  ser  americano del  sur, saco  de la  gaveta  esos  documentos  y  ya  tenemos a San  Romero  de América  canonizado.

Yo conozco  otro  obispo  que  podría  haber  sido San Alberto (Iniesta)  de Vallecas pero a lo más  que  llegó es a que  los  socialistas y el pueblo  vallecano  pusieran  su  nombre a  una  plaza  pero  sin  ningún  eco  por  parte  de muchos obispos  católicos   españoles. Claro, no lo mataron  aunque  estuvo  amenazado  de  muerte 

Unos  sí  y otros  no.

A quien  sí  hay  demasiados  datos  de que  fue  muerto por  amor a la  Iglesia  es al  antecesor  de Juan Pablo II que  fue,  no sé  si recuerdan, un tal  Juan  Pablo I  Pero   eso no fue  en  América ; fue en el mismísimo Vaticano.

El  actual  papa   bastante hizo, después  de canonizar a  Romero ,  con escapar del  palacio vaticano  al  hotelito  de Santa  Marta,  que  es lugar  más  seguro,  donde no  sirven  café  con cianuro.

Pero  del tema   unos sí  y  otros no  del  que  quiero  hablar,  no  es solo  de jerarquías  eclesiásticas ,  sino de personas  más  de a pie  pero  con  distinta  sombra ,  con distinta  piel  y color  de pelo, con  distinta  ideología   y distintas  guerras,

Voy a buscar en  Religión Digital  donde   otro  obispo  nos  va a hablar de UNOS  Y  OTROS   de la  gente  que  tiene  que  huir  de su tierra  y  de cómo  les tratan, les  tratamos, quienes  nos  llamamos  compasivos  con  los  marginados.  Lean pues:


José Cobo: "Las ideologías que crean migrantes de primera y de segunda no vienen del Evangelio"

 

28.04.2022 Jesús Bastante

Religión Digital

 

“Tenemos que enseñar a nuestros vecinos, y a nuestros cristianos, que antes de etiquetar, miren a los ojos a las personas. El que llega, venga de donde venga, viene huyendo e intentando salvar su vida”. El obispo auxiliar de Madrid y responsable de Migraciones de la Conferencia Episcopal, José Cobo, invitó a “quitar otras interferencias que no vienen del Evangelio” a la hora de afrontar el fenómeno de las migraciones.



“Cuando estas ideologías se ponen por delante, nos dificultan la labor, y corremos el riesgo de que se vayan creando migrantes de primera y de segunda”, denunció durante un encuentro con periodistas para abordar la labor de la Iglesia española en las migraciones, con especial énfasis en el drama de Ucrania, y con la necesidad de seguir planteando corredores humanitarios en España, que todavía no se han aprobado por parte del Ejecutivo español. “Necesitamos una cobertura nacional para lanzarnos a ello”, declaró el prelado, quien sí apuntaló la creación de "corredores de hospitalidad" diocesanos para una labor coordinada y común de todas las entidades eclesiales a lo largo del territorio español. "Llevamos dos años trabajando en ello", subrayó.

Existen y siguen sufriendo

Porque la migración, y los refugiados, existen, y sufren, y siguen sufriendo, mucho antes de la cruel guerra de Ucrania. “Hay que acoger a la gente que viene de cuestiones dramáticas, independientemente de dónde vengan (…). Corremos el riesgo de mirar primero a lo que nos dicen desde una visión determinada. Pero el Evangelio, la humanidad del Evangelio, nos lleva a decir que no personas que valgan más o menos, y eso es lo que tenemos que enseñar”, apuntó Cobo.

¿Por qué unas guerras sí y otras no?, reflexionó el obispo, abundando en otras realidades migratorias. “El último es el flujo de los inmigrantes afganos, pero antes y siempre están los lugares de frontera. En Ceuta, por ejemplo, se han ido las cámaras, pero las personas siguen ahí”, sostuvo Cobo, insitiendo en que “la tarea del cristiano es mirar a los ojos, y no a las ideologías”.

Somos una sociedad migrante

En este sentido, el prelado reivindicó “recuperar la memoria, porque la inmigración no es un tema nuevo, ni debemos contemplarlo como un problema o como algo que hay que tratar a la defensiva”.

 

Y es que, insistió, “la sociedad española se ha hecho a través del fenómeno migratorio, y todo flujo es una oportunidad para nuestras sociedades”. “Lo que está claro, y esto nos lo ha enseñado la pandemia, es que o nos salvamos juntos, o nos hundimos juntos”.

“Nosotros hemos migrado también, hemos sido sociedad de migrantes, y la llegada de gente nueva nos transforma y saca lo mejor de nosotros”, añadió Cobo, quien invitó a “integrar el fenómeno migratorio”. En el caso de Ucrania, con 144.000 nuevas personas que han llegado a nuestras fronteras, tal vez con un matiz determinado: “gente más cercana a nosotros culturalmente, mujeres con un índice muy alto de niños menores, que llaman a nuestras puertas”.

Replantear la forma de acoger

“¿Qué ha hecho la Iglesia? Ser hospital de campaña, como toda la sociedad”, trazó Cobo, quien tras el primer momento de emergencia, hay que plantearse, “porque esta guerra no va a durar dos meses”, replantear “nuestra forma de acoger”.

 



Y aquí, evitar tres riesgos: “Evitar todo lo que sea la discriminación, o malos tratos a mujeres y menores”, que es “un viejo problema, que ya se ha generado en los flujos del sur, y que también han aparecido aquí”, con “campañas muy encubiertas, que mueven mucho dinero y que hay que evitar que ocurran”.

A su vez, apostando por “una solidaridad ordenada”, en la que la Iglesia y sus instituciones están “hablando con una sola voz”, también ante las administraciones. “Y plantear el futuro, pensando y planteando planes de integración, con un modelo propio” y generando “contactos entre las comunidades eclesiales” y diseñando esos “corredores de hospitalidad” que aprovechen “la capilaridad de cada territorio español”.