Cena Ecológica, parte de la pintura de Maximino Cerezo arreglo: Ana Isabel Pérez y Martín Valmaseda

Cena Ecológica, parte de la pintura de Maximino Cerezo arreglo: Ana Isabel Pérez y Martín Valmaseda

23 de marzo de 2022

El cuento de LOS TRES BICHOS. Capítulo 11


 Martín Valmaseda

Dibujos Andrea  Aguilar

CAPITULO XI 

Aquella  tarde  se  organizó  la  marcha  al bosquecillo  de los quetzales,  les  explico:

La  golondrina, pájaro  muy  volandero  y  explorador  llego  un día  a un precioso  bosque en  Livingston, lejos  de la  ciudad.  Corrían  por  el varios afluentes  del  río Dulce,    y en  sus arboles  revoloteaban  muchos  pájaros.  Los  que  no  revoloteaban, porque no podían  eran  unos  cuantos  quetzales  encerrados  en  jaulas acurrucados en  ellas. Las  jaulas  estaban  en  un  barracón  oscuro  sin  ningún  letrero.  Nadie  sabía  lo  que  había  allí  y  se  explica,  porque  aquello  era   un negocio ilegal y  cruel  con  las  aves. El  Quetzal  símbolo  nacional  del país junto  con el  gran árbol, la  Ceiba, la flor Monja  Blanca  y  la  marimba.        Estaba  prohibido  cazar  y menos  encerrar  en jaulas  donde   aquellas  aves  ni  cantaban y se  quedaban  encogidas  en el  fondo de  su encierro.   Nadie  sabía  de la  existencia  de aquella cárcel  de bichos.  Solo  por  las  calles  de Livingston  pasaban  unos  cuantos  vendedores  que  se acercaban a los  turistas y  les decían  en  voz  baja:"¿a usted  le  gustaría  llevarse  a  su  tierra  un pájaro típico  de  estos  bosques"?  y  les enseñaban  una  foto  de  un  quetzal.  Muchos  turistas  quedaban  encantados  con la  foto.   Entonces  se  citaban  con  aquellos  contrabandistas  en  un  lugar  poco  conocido.  Allí  el  vendedor  sin  conciencia, le  llevaba  una  caja  donde ponía   el  dibujo  de una  botella con  su  rotulo< ron  pajarito>  naturalmente  de ron

nada,,,, dentro
  del paquete  estaba  una jaula  con  el  pajarito,  así robaban a  aquel   país  una  de sus bellezas.

Eso  es lo  que nuestra amiga bicho  golondrina  se enteró  y  los  contó a la  patrulla.

 


Todo el  equipo  se puso  en  marcha  al  bosque de los  quetzales. Lo  bueno  era  que  como corría por  allí  un  afluente  del  río  Dulce,  también  pudo  ir el  delfín  que era  un poco  el  líder  del  grupito. 

Al  llegar  junto a la  casa almacén  de  los  pájaros  robados  la  patrulla  se  escondió, junto a la  puerta...pronto llegó  un  hombre  llevando  en  las manos  una  red y... un  quetzal  que.     acababa  de cazar,  Desde  el  río  el  delfín  sacó  la  cabeza  dando un  grito. El  hombre  volvió a la  cabeza y  se acercó a la  orilla  extrañado  de que  por  ese  rió  pasasen  peces  tan  grandes.  En ese momento  la  golondrina  bajó  volando y dando  vueltas  en torno a su  cabeza,  el  perro se le  acercó por  detrás y le mordió  las  pantorrillas,   los  dos  bichos  humanos  Lara  y  Arturito  siguieron  escondidos; pero  gritaron desde  detrás  de los  arboles:"¡al  ladrón, al  ladrón!"  y al oírlo  unos  loros  que  estaban por  las ramas,  empezaron a gritar  lo mismo. Se montó  un  alboroto terrible  en  aquella  parte  del  bosque.  También uno  de los  loros  bajó  volando a picar  al ladrón  de quetzales, y lo  que  faltaba, Arturito se metió la  mano  en  el  bolsillo  y  sacó  un tirachinas que  había  llevado por  si  hacía  falta, y  desde detrás  del  árbol empezó a tirarle  piedritas pequeñas  al ladronzuelo. ¿Que  creen  que  hizo entonces  el hombre aquel?, pues sorprendido y  asustado soltó  la  red  y  el  quetzalito  que  echo a volar  rápido a las ramas mas altas...

En  cuanto  vieron libre al  quetzal  como por  arte  de magia toda  la  patrulla desapareció. El ladrón se quedó  solo como  atontado  en el  bosque.

Poco  después  llegaron  compañeros  del  roba-pájaros,  con  redes en  las manos  pero  sin ninguna  caza.  El  amigo  sentado  en  el  suelo  les  contó, lo  que  le había  pasado. Los  otros se  miraron y  no  sabían  si  creerle o  pensar  que  estaba  borracho...

Y  los  amigos  de la  patrulla  escondidos lejos  de allí, junto al  río  con el  delfín, y  con  un  nuevo  amigo, ¿saben  quién?  pues sí, el  quetzal  a  quien  habían  librado,  que  bajó  de las ramas a darles  las  gracias y...

Y pues  esto no  termina  aquí, que  la  patrulla  de los  bichos  tiene  que  seguir  su  buena  acción.  Esperen al capitulo 12


 

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