Cena Ecológica, parte de la pintura de Maximino Cerezo arreglo: Ana Isabel Pérez y Martín Valmaseda

Cena Ecológica, parte de la pintura de Maximino Cerezo arreglo: Ana Isabel Pérez y Martín Valmaseda

30 de marzo de 2022

El cuento de LOS TRES BICHOS. Capítulo 12

 Martín Valmaseda

Dibujos Andrea  Aguilar

CAPITULO XII

Después  de  haber liberado  al  quetzal  se  reunieron  al borde  del río   con el  delfín  todos los  bichos  de la  patrulla  a pensar  como  seguían  evitando que  esos  malos  guatemaltecos  siguieran  atrapando y vendiendo esos  bellos  pájaros  símbolos  de Guatemala.  "la  solución  es  denunciarlos a la  policía de Livingston -  dijo  el  delfín - ¿quién  podría?

Todos  miraron a los  hermanos  bichos humanos.

Lara  dijo: "Yo  tengo  en mi mochila  un  cuaderno  y  un lápiz; mi hermano  que  es mayor  y  escribe  mejor,,,  le  dió  el  cuaderno y el lápiz  a  Arturito y  este; con todos  los  bichos  alrededor  que  le  iban  dando  ideas  empezó a escribir  la  denuncia  donde   contaba a la policía  lo  que sabían  de los  ladrones  de quetzales  y  como los  vendía  a los  turistas,  cada  quetzal pájaro por más de 1000 quetzales de papel (para  los  que no  lo  sepan el quetzal   se llama también la  moneda  de Guatemala) después  de escribirlo  se dirigieron  a la  ciudad  mientras el delfín les  esperaba  a la orilla  del  río.  Entraron  por  la  calle  donde estaba el  cuartelillo  de  la policía.

El  poli  que  estaba a la  puerta  se quedó  muy  sorprendido  cuando vio a  esos   niños  que le  daban  un papel, y  cuando lo leyó  se quedó más  sorprendido  aun.  "Esperen  un poco" dijo a los  pequeños. Entró  dentro  y  salió diez minutos  después  con otros  3 policías.  "A  ver  cuéntennos  cómo  saben  esto" - les pregunto,  ellos  les  contaron  que  entran  unos  amigos  que jugaban  por  allí  y  que  habían  visto a unos  hombres  llevando  agarrados  a  algunos  de  esos bellos pájaros. Que  ellos  eran  ecologistas y  querían  mucho al  animal  símbolo   de  su nación. Muy  bien- dijeron  los policías  pues  ahora  si son  tan  ecologistas nos  tienen  que  ayudar a  buscar a esa gente".  "Claro  que  sí"  dijeron  ellos y  el  perro  dijo: "guau guau"  y  salieron  los policías  armados  siguiendo a los   niños y al  perro mientras la  golondrina volaba por  encima  de  ellos, piando  como  si  fuera una trompeta. 



En media  hora  llegaron allí , donde  estaba el barracón y  sin  dudar  con  unas tenazas  abrieron  la  puerta,  dentro  había  tres  de los  maleantes  que se quedaran pálidos. Alto manos arriba  dijeron los  policías.  Uno tenía  justamente en la mano  un  quetzal, asustado  lo  soltó y  el  ave piando  de contenta  echó a volar  y  salió al  aire  del bosque.  Dentro  de aquella  choza, por  el  suelo  había  unas cuantas  jaulas  algunas vacías,  pero seis tenían las bellas  aves  prisioneras, pronto  los  prisioneros  fueron  los roba-pájaros  a los  que  les pusieron  esposas  los  polis  y  rápidamente abrieron las  seis jaulas  y  piando  contentos  se perdieron  las aves  por  el  bosque  los  niños  y  el perro  se habían  quedado fuera  y  saltaron  de  alegría  al ver salir a los  quetzales  que  antes de perderse por  las alturas  les dieron  un picotacito suave,  como un beso  en la  cara  de Lara  de Arturo  y  del  perro  también.


Y no  les  cuento más, esperen al  capítulo 13  para  saber  cómo  siguen  las emocionantes  aventuras  de la  patrulla de los bichos.  Hasta  la próxima...

"Por si te perdiste algún capítulo anterior"