Cena Ecológica, parte de la pintura de Maximino Cerezo arreglo: Ana Isabel Pérez y Martín Valmaseda

Cena Ecológica, parte de la pintura de Maximino Cerezo arreglo: Ana Isabel Pérez y Martín Valmaseda

15 de diciembre de 2022

PALABRA A VOLEO: CAÍDA

 Palabras a Voleo:  CAÍDA

MARTÍN VALMASEDA


Todas  las  cosas y  las  personas  caen  alguna  vez. Eso  es  producto  de la  ley  de la  gravedad  pero  no  solo  de ella. Hay otras  leyes en la  vida  que  nos  hacen  caer,   leyes  malas  y  buenas. Está  por  ejemplo  la  ley de la  atracción  corporal o  de la  atracción espiritual, por  la  que caemos en  brazos  de  alguien.  Caída que puede  ser buena  o  mala  según se  vaya  viendo    después.  Ya  me  entienden.

Hay caídas con  rebote: las  de los  deportistas  o  los  niños  que  se caen  se levantan y  siguen  jugando; aunque  los  papás  novatos, cuando  el primer  hijo  con  un   año  se  cae  saltan rápido  a  recogerle  como si  esa caída fuera  una tragedia, sin  darse cuenta  de que el  chiquitín se  levantaría solo tan tranquilo. Algunos deportistas  tienen   también  caídas  falsas.  El  delantero a  punto  de meter  gol le  quitan  el  balón,   entonces  se  cae (se tira) al  suelo  con  gestos  de dolor  a  ver  si  el árbitro pita  penalti  al  defensa  que  le  quitó  limpiamente  la  pelota.

Los desmayos  también  de hombres  y mujeres   pueden  ser  caídas  verdaderas o  teatrales  para  conmover el  corazón  de  amigos  y  familiares...

Pero  existen  otras  caídas  verdaderas  y  buenas  que todos  necesitamos  tener. ¿No se  imaginan  cuáles  son? Se  trata  de las de  "caer  en  la cuenta".    Cuando  a  alguien  en  situaciones  de duda o  cabezonería,  de pronto  se le  ilumina  el  rostro y  tiene  que  exclamar:"  ¡ah  ya  caigo!", es verdad!. Esa  caída es  la  toma  de  conciencia  y  nos  hace  falta  a  todos  como  el  agua.  Si por  ejemplo  los señores  de la guerra  cayeran   en   la  cuenta  de  que  esta  solo  es  un  crimen  inútil...

El  rey  de las caídas fue  un tal  Pablo  de  Tarso,  que  iba  camino  de  Damasco;   no  sabemos  si a  caballo  o  a  pie;  cuando  oyó  una  voz: Saulo." ¿Saulo por qué me  persigues? ".   Esa  voz  le  tiró  al  suelo y  lo  dejó  ciego para  que reaccionara sobre  lo  que  estaba  haciendo. Y Saulo,  como  está el dicho “ se  cayó  del   burro” y en  vez  de perseguir,  empezó a  seguir a  Cristo.

Les  pregunto y me  pregunto ¿Hemos  tenido  en  nuestra vida  que  caernos  del burro  y  hacer  cambios  radicales  en  nuestras  vidas?.  Esas  son  las caídas  más  difíciles  de hacer, las caídas del  burro,  que son  las  de caerse de  algo  en  que  estábamos  antes  muy, muy  empeñados y no nos  dábamos  cuenta  de  que el  camino  era  otro.

Claro  que ¡cuidado!  porque  esa puede  ser  también  una  caída  falsa, a la  que  nos  quieren  tirar  amigos  o  parientes. Eso le  pasó a  ese  tal  Jesús de Nazaret  cuando  su  familia, le  fueron a  buscar  porque  decían que  estaba  loco  hablando  por  ahí del  amor, del  perdón, de  que  felices  los  pobres  y  otras tonterías. Y se lo  querían  llevar a  casa a  seguir   de carpintero.  Pero  él  no  se cayó  del  burro.  Siguió  con lo  suyo  hasta  entrar  montado  en  su  borriquillo  en  Jerusalén  donde  lo mataron  por  eso...por no caerse  del  burro.

O sea  que  ya  ven  cuantos  significados  tienen  esa  palabrita caer.  

Tenemos  que  andar  por  la vida  cuidando  de no  caer en  la  tentación  pero  dándonos  cuenta  de  que  hay "tentaciones, locuras  buenas que  vienen  en  nuestro  camino  en  las  que  nos  tenemos  que  montar  como  Don  Quijote  para  ir  por  ahí  deshaciendo  entuertos.


Martín Valmaseda