Cena Ecológica, parte de la pintura de Maximino Cerezo arreglo: Ana Isabel Pérez y Martín Valmaseda

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19 de julio de 2020

Biografia Augustus Tolton

Augustus Tolton
Sacerdote afroamericano (1854-1897)

“Siento realmente que habrá un estremecimiento en todos los Estados Unidos cuando yo comience mi ministerio. Trabajaré y empujaré mientras Dios me dé vida, porque veo que tengo que resistir a principados por doquier y en todos lados adónde voy.”


Los primeros sacerdotes negros de los Estados Unidos fueron un notable trío de hermanos, los Healy, nacidos de un sureño irlandés y su concubina esclava. Los niños, de tez clara, jamás fueron tratados como esclavos; se los envió al norte y se los educó en libertad. Más tarde los tres tuvieron como vocación a la Iglesia. Uno de ellos, James Agustine Healy, llegó a obispo. Pero aunque fueron los primeros en romper la barrera del color en el clero católico, evitaron incesantemente cualquier identificación con miembros de su raza, nunca se ocuparon del tema de la esclavitud, y no ejercieron ninguna influencia en la condición de los católicos negros de Norteamérica.


El siguiente sacerdote negro de los Estados Unidos fue un caso diferente. Augustus Tolton nació esclavo, en Ralls County, Missouri, en 1854. Sus padres, Marta y Peter Paul Tolton, se conocieron mientras trabajaban en plantaciones contiguas. Ambos eran católicos y se casaron en la Iglesia local. Augustus fue el segundo de sus tres hijos, todos ellos bautizados católicos. El matrimonio aprovecho el inicio de la guerra civil para escapar de sus amos. Peter Paul se unió a las fuerzas de la Unión, y es posible que haya muerto durante la guerra. Marta Tolton llevo sus tres hijos al estado libre de Illinois y se estableció en el pueblo de Quincy. Allí pudo encontrar una escuela católica que aceptara a los niños. Augustus decidió, de niño, que sería sacerdote. Su pastor apoyó su vocación, pero no pudo encontrar un seminario que lo aceptara. Finalmente arregló que Augustus recibiera enseñanza privada de otro sacerdote local, con quien pasó dos años estudiando latín, griego, alemán, inglés e historia. Finalmente fue aceptado en el Colegio Quincy, una pequeña institución franciscana, donde estudio otros dos años, hasta 1880.

Con la ayuda de los franciscanos, Tolton obtuvo la aceptación en el colegio Urbano en Roma, un seminario adjunto a la Congregación de la Propagación de  las Misiones. Se aplicó con diligencia a los estudios, suponiendo que a su conclusión sería enviado como misionero al África. Quedó encantado, sin  embargo, cuando se decidió que volviera a los Estados Unidos para trabajar entre la población católica negra, que tenía dificultades. Fue ordenado en 1886, a los treinta y dos años. Muy pronto, al llegar a Nueva York, sus primeras misas atrajeron grandes multitudes de negros que lo aplaudían.

Tolton continuó hacia su ciudad de residencia, en Quincy, donde también se lo acogió con entusiasmo. Se lo nombró párroco de la parroquia negra, San José, donde fue enormemente amado por su feligresía. Su efectividad como predicador y líder espiritual se refleja en el hecho de que comenzó a  atraer a un número considerable de parroquianos blancos. Esto parece haber engendrado resentimiento de parte de muchos de los sacerdotes blancos de las parroquias vecinas. La amistad con que había sido acogida su llegada comenzó a enfriarse rápidamente. No era tanto un racismo abierto  el que encontró, sino una sensación de marginación, como si realmente no existiese. Su obispo, James Ryan, informó a Roma que los problemas de Tolton eran el resultado de “querer establecer en un tipo de sociedad que aquí no es posible (la integración).”

En 1889, Tolton se las arregló para que lo designaran en otra parroquia negra en Chicago. Amaba su misión pastoral, pero la sensación de aislamiento, el peso de ser el único sacerdote negro de América, permanecían. Una monja visitante escribió sobre él: “Pobre Padre, se lo ha dejado solo en la lucha; en medio de la pobreza y la humildad, aferrándose a la  gigantesca tarea de fundar una Iglesia y una congregación en Chicago. Nosotros, los que nos relacionamos con él  a raíz de nuestro trabajo y somos testigos de su ardiente caridad y su abnegado celo, nos sentimos privilegiados de poder arrodillarnos para recibir su santa bendición.”

Tolton trabajó en Chicago durante siete años, la mayor parte del tiempo sufriendo por mala salud y acosado por las dudas acerca de la efectividad de su apostolado. Murió el 9 de julio de 1987, a los cuarenta y tres años.

August Tolton es recordado hoy como un pionero, el primer sacerdote negro de Norteamérica que se identificó totalmente con las aspiraciones de los católicos afroamericanos y buscó representarlas. Sacerdote bueno y santo, desnudó la presencia del racismo en la Iglesia, en tanto luchaba por ser testigo de una igualdad y reconciliación ideales dentro del Cuerpo de Cristo.

Tomado del Libro de Todos los Santos
Ellsberg Robert