Cena Ecológica, parte de la pintura de Maximino Cerezo arreglo: Ana Isabel Pérez y Martín Valmaseda

Cena Ecológica, parte de la pintura de Maximino Cerezo arreglo: Ana Isabel Pérez y Martín Valmaseda

16 de junio de 2022

COMUNICADO LXXIII CIRCULO DE SILENCIO DE CADIZ

 

COMUNICADO LXXIII CÍRCULO DE SILENCIO DE CÁDIZ

8 de junio de 2022



El próximo 20 de junio, se conmemora el Día Mundial del Refugiado, establecido por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2001 como una expresión de solidaridad, sensibilización y responsabilidad con todas las personas refugiadas.

Según datos del ACNUR (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para el Refugiado), actualmente hay más de 45 millones de personas refugiadas, desplazadas y/o apátridas en el mundo. De ellas, aproximadamente la mitad son desplazadas internas, desarraigadas dentro de sus propios países.

Los conflictos armados, la pobreza y la falta de desarrollo, son las principales causas de los desplazamientos forzados de población. Situaciones que dibujan hoy día, en pleno siglo XXI, un escenario de flagrante violación de derechos fundamentales para numerosas personas en los cinco continentes.

Con motivo de esta conmemoración, en el Círculo de Silencio de hoy, nos sumamos a las reivindicaciones del Movimiento por la Paz  y del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados -ACNUR– que reclaman a las autoridades, tanto estatales como internacionales, el cumplimiento de todos y cada uno de los principios recogidos en la Convención de Ginebra de 1951 sobre el Estatuto de los Refugiados, así como que se garanticen los principios de solidaridad y respeto de los Derechos Humanos recogidos y ratificados en el seno de las Naciones Unidas y la Unión Europea, revistiendo una especial relevancia el Derecho a la Protección Internacional y el Derecho al Retorno.

El Movimiento por la Paz trabaja diariamente con miles de personas refugiadas y desplazadas a causa de conflictos armados o crisis complejas en algunos de los puntos más inestables del planeta.

Es el caso, por ejemplo, de la población refugiada palestina, que se estima representa una tercera parte de las personas refugiadas en el mundo, constituyendo además el grupo de población que más tiempo ha permanecido en el exilio. Según la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos en Oriente Próximo, en 2012 se contabilizaron un total de 41919.917 personas refugiadas palestinas en Jordania, Líbano, Siria y los Territorios Ocupados Palestinos (Gaza y Cisjordania).

Por otro lado, cerca de 2,5 millones de personas sirias han tenido que abandonar sus hogares a causa del conflicto.

En Colombia, según fuentes oficiales del gobierno colombiano, la población desplazada por el conflicto interno asciende a 51701.996 personas. En concreto, la región de los Montes de María cuenta con un total de 215.505 personas desplazadas, lo cual representa casi el 50% de su población total. En esta zona, la realidad del desplazamiento forzado y el despojo de tierras impacta cotidianamente violando los derechos fundamentales de la población que es, en su mayoría, de origen rural y afrodescendiente.

Respecto a la población saharaui, todavía hoy decenas de miles de personas se encuentran en una situación de refugio, viviendo en los campamentos saharauis de Tindouf (Argelia), en una zona desértica aislada y dependiendo, para sobrevivir, de la ayuda humanitaria internacional.

Todas las personas tenemos derecho a vivir en paz y disfrutar de nuestros derechos fundamentales en nuestras comunidades de origen. Y si no es así, desde los países de acogida tenemos la obligación de facilitar que quienes sufren injustamente el desplazamiento forzado, puedan rehacer sus vidas mientras el regreso a su país o su región de origen, no sea seguro.

Por esta razón, queremos lanzar un llamamiento de comprensión y solidaridad a toda la sociedad, para que entre todas y todos consigamos que se haga justicia con las personas que se han visto obligadas a huir de su tierra.

Sin importar quiénes sean, las personas forzadas a huir merecen un trato digno. Cualquier persona puede buscar protección, no importa quién sea ni en qué crea. Buscar protección es un derecho humano que no está sujeto a negociación.

Sin importar de dónde provengan, es necesario dar la bienvenida a las personas forzadas a huir. Las personas refugiadas provienen de diferentes partes del mundo. Para huir del peligro, quizás tomen un vuelo, se suban a un barco o viajen a pie. Lo único que sí tiene carácter universal es el derecho a buscar protección.

Sin importar cuándo hayan sido forzadas a huir, las personas desplazadas tienen derecho a recibir protección. Con independencia del tipo de amenaza (guerras, violencia, persecuciones), toda persona merece recibir protección y tiene derecho a estar en un entorno seguro.-

         En otro orden de cosas, también queremos hacernos eco hoy de la noticia que conocimos el pasado 2 de junio sobre la “Tragedia de El Tarajal”: La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo dictó una sentencia en la que desestima los recursos de casación planteados por la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) y otras asociaciones, contra el auto de la Audiencia Provincial de Cádiz que acordó el sobreseimiento libre de la causa abierta para investigar los hechos conocidos como 'Tragedia de El Tarajal'.



Hagamos un poco de memoria…

El 6 de febrero de 2014, alrededor de 200 personas inmigrantes intentaron entrar en Ceuta.

Aproximadamente 90 alcanzaron la zona fronteriza de la playa de El Tarajal, e intentaron cruzar a nado. Al menos 14 murieron ahogadas, una desapareció, y 23 fueron devueltas a las autoridades marroquíes desde la misma playa y sin acceso a ningún procedimiento formal.

Mientras estas personas se encontraban en el agua, agentes de la Guardia Civil intentaron evitar que alcanzaran tierra firme mediante el uso excesivo de la fuerza y de material antidisturbios, como pelotas de goma, salvas detonadoras y botes de humo, como reconocieron posteriormente las autoridades españolas que testificaron sobre el caso Tarajal.

El Juzgado de Instrucción número 6 de Ceuta, había incoado diligencias por delitos de prevaricación, lesiones, homicidio por imprudencia grave con resultado de muerte y denegación de auxilio contra 16 agentes de la Guardia Civil que participaron en el intento de entrada masiva que acabó con la muerte de los 15 inmigrantes.

Ese mismo juzgado, dictó un auto por el que se acordó, por un lado, continuar las diligencias previas por delitos de homicidio por imprudencia grave con resultado de muerte y denegación de auxilio y, por otro, el sobreseimiento provisional de las actuaciones por delito de lesiones así como el sobreseimiento libre por el delito de prevaricación.

En 2020, la Sección VI de la Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta, acordaba el sobreseimiento de la causa abierta.

Varias asociaciones presentaron un recurso de casación contra el auto por los hechos calificados como delitos de homicidio imprudente, lesiones y denegación de auxilio y declarando de oficio las costas procesales. Ahora, las asociaciones deberán proceder al pago de las costas ocasionadas y el Supremo deja claro que no caben más recursos.

Desde este espacio nuestro de denuncia y reflexión, nos sumamos a las reivindicaciones de las asociaciones, como Elín y CEAR, entre otras; que piden JUSTICIA Y REPARACIÓN para las víctimas de la frontera sur y sus familias  y manifestamos nuestro más absoluto rechazo y disconformidad ante la ratificación del sobreseimiento de la causa de El Tarajal.

Seguiremos reclamando justicia por las 15 personas que perdieron la vida en la playa del Tarajal y reparación a sus familias.

Migrar es un derecho y, por ello, continuaremos exigiendo vías legales y seguras para que las políticas migratorias no se cobren NI UNA VIDA MÁS.

Para terminar, y teniendo en cuenta la proximidad de las elecciones de nuestra Comunidad, motivar a todos y todas a ejercer nuestro derecho al voto con responsabilidad civil y moral. Que nos mueva el deseo de contribuir al bien común y a la configuración de una sociedad más justa. Que valoremos, como condición suprema, el respeto a la dignidad y a los derechos de todas las personas.

Amigos, comienza nuestro tiempo de silencio.

MESA DIOCESANA DE ATENCIÓN Y ACOGIDA DE MIGRANTES Y REFUGIADOS DE CÁDIZ Y CEUTA


Colaboración de Juan de la Cruz García