Cena Ecológica, parte de la pintura de Maximino Cerezo arreglo: Ana Isabel Pérez y Martín Valmaseda

Cena Ecológica, parte de la pintura de Maximino Cerezo arreglo: Ana Isabel Pérez y Martín Valmaseda

9 de febrero de 2018

ORACION UNIVERSAL






¡OH, DIOS, CREADOR DEL UNIVERSO! TODOS SOMOS TUS HIJOS
CARMEN HERRERO MARTÍNEZ, Fraternidad Monástica de Jerusalén, soeurcarmen@gmail.com
TENERIFE
, 05/02/18.- Oh, Dios, Creador del Universo y de la Humanidad. Todos venimos a ti como a nuestro único Creador.

Los hindúes te llaman Ohm, que significa el todo Poderoso, los judíos te llaman Yahveh, los cristianos te llaman Padre, los musulmanes te llaman Alá.

Tú eres el Padre bueno y misericordiosos de todos tus hijos, aunque te invoquemos con nombres diferentes.

Todos somos hijos tuyos y formamos la misma familia universal, que es tu Creación, la hechura de tus tiernas y delicadas manos.

Padre, tú eres el Arpa, y nosotros somos las diferentes cuerdas de esa arpa que no siempre reproduce notas armoniosas y afinadas; pero seguimos siendo tus cuerdas, tu pertenencia, en ti estamos injertados, asidos.

Concédenos la gracia de vibrar al unísono, de no ser notas discordantes, que rompan la fraternidad a la cual tú nos convocas y nos llamas ni la belleza y armonía de tu Amor creador, de tu Amor bondadoso y misericordioso. Y que la paz, la justicia, la unidad y fraternidad reinen en nuestros corazones y entre todos tus hijos, creados a tu imagen y semejanza, aunque te confesemos con nombre diferente y nuestro culto también sea diferente, y así un mundo más humano y divino sea posible.

Somos diferentes, pero tu Paternidad divina nos reúne y nos hermana. Tu encarnación es para todos, a todos has venido a salvar.

Hemos de sentirnos hermanos, que necesitan los unos de los otros, para construir un mundo mejor, más humano, más justo; desechando de nosotros los prejuicios, recelos y miedos que crean barreras, nos paralizan y nos alejan los unos de los otros. Ayúdanos a tomar conciencia de nuestra filiación divina, de nuestra paternidad común, la que tiene llevarnos a la fraternidad universal.

Urge construir una sociedad donde reine la libertad y el respeto a las diferentes maneras de vivir la fe en ese Ser supremo, tal y como cada religión lo concibe y lo confiesa. La verdadera LUZ, un dia será la misma para todos, todos Te reconoceremos tal como tú Eres y no como nosotros te concebimos y te confesamos.

Siendo todos, hijos tuyos, y miembros de la misma familia universal, ayúdanos a sentirnos hermanos los unos de los otros, mensajeros de tu Paz, Unidad y Fraternidad. Constructores de puentes de reconciliación, de cercanía y de esperanza, con la certeza de que un mundo más justo y bondadoso es posible; si cada uno se empeña en la creación de una nueva sociedad donde el amor, la verdad y la libertad unidas a la justicia se hagan realidad. “Vivir en verdad”, es urgente. La mentira arruina la conciencia del ser humano y de toda sociedad.

Cada persona es una piedra viva en la construcción de la sociedad, cada una es única e indispensable en esta tarea común de construir un mundo distinto del que nos toca vivir; un mundo más humano donde los valores fundamentales sean visibles, vividos y respetados.

¡Qué bueno sería que la economía estuviese al servicio de todos, para el desarrollo de los países más pobres y personas más necesitadas. Y que los políticos viviesen su cargos como un servicio, como una entrega al pueblo que les ha elegido para la misión que desempeñan, o debieran desempeñar!

A los gobernantes de las naciones dales, Señor, la inteligencia y la sabiduría que les lleven a respetar, proteger y consentir a las diferentes creencias de los ciudadanos que son la riqueza de un pueblo, el patrimonio más precioso y “sagrado”, el cual merece un cuidado y respeto especial.

Querer borrar las creencias o reducirlas al ámbito privado, es una equivocación brutal y una destrucción, y esta destrucción regenera odio, violencia, venganza, guerras y muerte. Los políticos, ¿aprenderán un día a reconocer y respetar lo que realmente constituye la razón del ser humano? Desde los tiempos remotos las personas se han mostrado espirituales, religiosas y creyentes. ¿Por qué oponerse con tanta saña a esta realidad grabada profundamente el ser de toda creatura?

Tengamos la esperanza de que un mundo mejor es posible, donde cada ciudadano pueda vivir en armonía consigo mismo, con sus creencias y con sus hermanos en humanidad; reproduciendo una misma y única pieza musical en colaboración por el bien de todos, donde suene con brío y armonía los acordes de la tolerancia, el respeto, la justicia, la paz, la amistad, la igualdad y la fraternidad. Deshechando todo tipo de violencia, especialmente las gueras que tanto dolor humano generan. Luchando por el desarmamanto de las naciones, negocio criminal… revestido con el manto de la paz.

Pero tengamos en cuenta que “quien te creo sin ti, no te salvará sin ti” (san Agustín).
Tu colaboración y la mía es necesaria, urgente, indispensable. Entonces, ¡pongamos a la obra sin tardar! El mundo grita para que surjan hombres y mujeres constructores de paz, tolerancia, repeto concordia y fraternidad (Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).

Y termino con el canto de “Santa María del Camino” de Juan Antonio Espinosa. “Aunque te digan algunos que nada puede cambiar, lucha por un mundo nuevo, lucha por la verdad. Aunque arezcan tus pasos inútil caminar, tú vas haciendo caminos otros los seguirán.”