Cena Ecológica, parte de la pintura de Maximino Cerezo arreglo: Ana Isabel Pérez y Martín Valmaseda

Cena Ecológica, parte de la pintura de Maximino Cerezo arreglo: Ana Isabel Pérez y Martín Valmaseda

24 de diciembre de 2020

Cuento de Willy, Capitulo 7

  WILLY 

Historia de un niño algo especial que de mayor lo siguió siendo… a su manera

Martín Valmaseda

Dibujos: Karla y Andrea Aguilar

CAPITULO  7


Vamos a dejar pasar un   montón de  días desde  aquel  comienzo  de la  escuela  y  saltamos  varios meses,  a  los tiempos  en  que Willy, Uilly, Pili, Rober,  y   todos  los  compañeritos  y  compañeritas  ya   sabían   leer y  escribir,  más  o  menos  bien  o  mal. Ya escribían hasta la W.

Seño Cristi estaba muy contenta con   sus alumnos. Les decía que, aunque en esa clase eran veintiséis niños y niñas tenían que ser como si fueran todos juntos sólo uno, o uno—y-una.  Eso es lo que decía la profe, pero costaba trabajo, porque había algunos algo egoístas y decían que ellos eran más que los demás.

  Otros no lo decían, pero lo pensaban. Había  un  grupo  donde  estaba Rober  y  otros  cuantos  que se  metían  con  los  más  débiles,  uno  de  ellos   Chepito, y le  hacían la  vida  imposible. Parece  mentira que tan pequeños y con tan mala idea.  Pero Pili con  unas  amigas  y  con Willy, Uilly, y otros dijeron: “nosotros vamos  a  ser  los  defensores  delos  más débiles”. Cuando vieron que Rober  se ponía  a reírse de   Chepito  le rodearon y Pili le dijo:  “oye  Rober ¿no  has  oído a  la  seño  que  todos somos uno?.  Rober apretó  los  puños,  pero miró  a  su  alrededor y  se  fijó  que había 7  compañeritos y compañeritas  que  empezaron  a  gritarle:” ¡eso no  se  hace,  eso  no  se  hace!”.  Ninguno se  daba cuenta de que,  asomada a la  puerta  de la  clase,  estaba   la seño  Cristi.  Se  dieron cuenta cuando  oyeron  sonar  una  música  de  flauta. 


Todos se  volvieron  y se  quedaron  mirándola. Ella siguió  tocando  una  música  dulce  mientras les  hacía  señas  de  que se acercaran.  Se terminó la pelea   que se  amenazaba. Dicen  que la música amansa  a  las  fieras…  La  seño  les  hizo  entrar a  todos en clase.  Cuando  se  sentaron(la maestra seguía  tocando)  vieron  que  en  la  pizarra  había  escritas unas  palabras.  Paró seño  Cristi dejó  de  tocar música  y  les  dijo: ”Eso  que  está  ahí  escrito  es  la  canción  que  estoy  tocando. Siguió con  la  música  mientras niñas y  niños iban  leyendo  con  dificultad,  como  novatos  lectores, esa  letra  que  decía:

<<yo  no  soy  como tú  - no  eres    como yo

pero todos tenemos  un  igual corazón

yo  no  soy  como tú  - no  eres    como yo

pero juntos seremos uno sólo tú y yo

pero todos seremos un solo corazón>>

¿lo han leído? -dijo Cristi - Pues vamos a cantarla.  La cantó ella y luego todos juntos con la música de la flauta.

Al final  se  pusieron a  aplaudir  todos y  todas,  menos  uno que no aplaudió,  sino  que   se  tapó la  cara y  se  puso a  llorar  ¿ Ya  saben  quién?,    ese,  Rober avergonzado  porque  vio  que  había  sido  un  bruto.  Willy entonces le dio palmaditas suaves en la espalda para animarle.

Y así termina  el capítulo 7, pero  seguirán  las  aventuras de Willy, Rober, Uilly, Pili y todas   las   alumnas y alumnos  de seño Cristi.


Martín Valmaseda