LA POBREZA ES UNA DENUNCIA
Bajando se puso a dirigirles la palabra, y es así como se inicia el Evangelio: << Dichosos los pobres, porque vuestro es el reino de los cielos >>.
Y en contraposición a
estas cuatro bienaventuranzas denuncia por qué hay pobres, por qué hay gente
que tiene hambre, por qué hay gente que sufre.
Esos que son
bienaventurados porque sufren, porque lloran, porque tienen hambre, ¿ por qué existen?.
Es tremendo el
Evangelio de hoy cuando señala las causas de esas carencias.
<<¡Ay de
vosotros, los ricos, porque ya tenéis vuestro consuelo! ¡ Ay de vosotros, los
que estáis saciados, porque tendréis hambre
¡ Ay de vosotros, los que ahora reís, porque haréis duelo y lloraréis!
>>.
Resuena en la voz de Cristo el acento de todos los profetas del Viejo Testamento. ¡ Qué tremendos son los profetas cuando denuncian a los que juntan casa con casa y a los que juntan terrenos y terrenos y se hacen dueños de todo el país !
La existencia pues, de
la pobreza como carencia de lo necesario es una denuncia.
Hermanos, quienes dicen
que el obispo, la Iglesia, los sacerdotes, hemos causado el malestar del
país, quieren echar polvo sobre la realidad. Los que han hecho posible tan horrorosa
injusticia social en que vive nuestro pueblo (Homilía de 17 de febrero de
1980,VIII,p.233 )
Colaboración de Javier Palop.