Cena Ecológica, parte de la pintura de Maximino Cerezo arreglo: Ana Isabel Pérez y Martín Valmaseda

Cena Ecológica, parte de la pintura de Maximino Cerezo arreglo: Ana Isabel Pérez y Martín Valmaseda

16 de julio de 2025

ORACIÓN DE UN ALEJADO

Dios, no sé si me estás escuchando. Hace mucho tiempo que no te siento, y me he acostumbrado a vivir  sin pensar en ti.

Dios mío, tú sabes que ya no acierto a rezar. Se me han olvidado aquellas oraciones que me enseñaron cuando era niño. Me gustaba rezarle a la Virgen. Me daba seguridad y me sentía bien.

Ahora todos esos rezos no me dicen nada. La pena es que no he aprendido a hablar contigo de otra manera,  con palabras mías,  que me salgan a mi de dentro. No sé rezar y no sé quién me puede enseñar.

La verdad es que ya no sé muy bien si creo en ti. ¡ Han pasado tantas cosas en estos años !. He cambiado mucho por dentro. Me he hecho más crítico y más escéptico,  pero también más frágil e inseguro.

Ya no sé en qué creer.

Me he quedado como <<vacío>> por dentro.

Quisiera sentirte más vivo dentro de mí. Me ayudaría a creer en ti.

Lo que oigo hablar de la religión se me hace demasiado complicado. Necesito creer en ti  de manera más sencilla.

¡ Te necesito a ti  !. A veces me encuentro mal dentro de mí. No tengo grandes problemas,  pero no me siento bien. No sé exactamente lo que necesito ni sé a quién acudir.

Me gustaría, sobre todo, creer en ti de otra manera, sentirme a gusto contigo.

Pero me conozco. Soy inconstante. Ni yo mismo creo mucho en mi transformación.

Tú estás dentro de mí, pero yo ando casi siempre fuera de sí mismo. Tú estás conmigo y yo ando perdido en mil cosas, olvidado totalmente de ti.

¿ Nunca podremos vivir tú y yó de otra manera?

Si al menos te sintiera como mi mejor amigo. A veces pienso que eso lo cambiaría todo.

Pero he oído tantas cosas de ti . En el fondo estoy seguro de que eres más humano, más comprensivo, más bueno que todo lo que me han dicho.

Dios mío, graba bien en mi corazón que tú solo sientes amor y ternura por mí. Que entiendes mi mediocridad, que perdonas mi pecado y que me quieres incluso aunque no cambie.

Que suerte que seas así.

 

A veces pienso que mi gran pecado es no terminar de creer en ti y en tu amor.

¿ Quién me podría entender  mejor que tú ?

Dios mío,  ya hemos vivido mucho tiempo lejos el uno del otro. No quiero seguir alejándome más, pero no tengo fuerzas para volver a ti. Tú sabrás buscar caminos para encontrarme.

No me busques entre los que han perdido el camino y no saben cómo volver a ti.

Ningún ser humano se aleja tanto de ti que no pueda encontrarte de nuevo....

Cuando alguien viene a ti, no importa la edad, el día  ni su condición humana.

Si viene a ti  con alma sincera descubre tu amor... como una fuente de frescor

inalterable.


José Antonio Pagola

Creer,  ¿ para qué  ?

Conversaciones con alejados

Colaboración de Juan García de Paredes.