Cena Ecológica, parte de la pintura de Maximino Cerezo arreglo: Ana Isabel Pérez y Martín Valmaseda

Cena Ecológica, parte de la pintura de Maximino Cerezo arreglo: Ana Isabel Pérez y Martín Valmaseda

27 de noviembre de 2020

Los otros salmos

 Y al entrar en el templo….

Demasiados monseñores y excelentísimas,

demasiados vicarios y reverendísimas

para ser espacio de igualdad y libertad;

¡ y cuántos padres para vivir en fraternidad,

cuando Tú nos dijiste que sólo aceptáramos

y llamáramos así a quien hace salir para todos el sol

y nos da gratuitamente su ternura y amor !

 


Demasiados títulos, honores y poderes,

demasiadas intrigas, prebendas e intereses

para ser casa solariega familiar;

¡ y cuántos códigos, normas y leyes,

burocracia, papeles e imposiciones

para ser posada de abrazos y acogida

para quienes andan necesitados !

 

Un espacio abierto que se amuralla,

un oasis que ya no atrae ni serena,

un refugio que cierra sus puertas y ventanas,

una barca para náufragos que anda a la deriva,

una casa solariega que exige reserva,

una viña con lagar que no alegra….

¡ ya no es lugar de Dios ni de oración !

 

Yo quiero una Iglesia en la que se pueda respirar,

que tenga pastores que huelan a oveja,

que acoja y defienda a emigrantes y sin papeles,

que se embarre con los que no pueden limpiarse,

que tenga un aire festivo y alegre,

que sus puertas permanezcan abiertas

aunque no haya dueños ni porteros vigilantes….

 


Quiero una Iglesia que sea templo de Dios,

lugar de encarnación,

punto de encuentro,

casa de fraternidad,

fábrica de sueños y proyectos,

experta en humanidad….

¡ no cueva de ladrones ni refugio de vividores !

Tomado del Libro Los otros salmos

Rafael Prieto