Cena Ecológica, parte de la pintura de Maximino Cerezo arreglo: Ana Isabel Pérez y Martín Valmaseda

Cena Ecológica, parte de la pintura de Maximino Cerezo arreglo: Ana Isabel Pérez y Martín Valmaseda

30 de abril de 2021

El cuento de Willy, Capítulo 24

 El cuento de WILLY 

Historia de un niño algo especial que de mayor lo siguió siendo… a su manera

Martín Valmaseda

Dibujos: Karla y Andrea Aguilar

CAPÍTULO 24

EL  FUTURO EN  EQUIPO




Aquel  niño   de 6  años,  había pasado  ya a los  15,  había  cambiado de la escuela al  instituto,  había  empezado a conocer Guatemala real,  que no  era  sólo la capital ni las ciudades, sino los bosques, los campos, las aldeas  con su gente  “nativa”, “indígena”,     aproximadamente la mitad  de los  habitantes  de  aquel país. El espíritu  inquieto  de   Willy  le  ayudaba a descubrir esa Guatemala   y  los problemas  que hervían  por  dentro  del   país:  la pobreza y el hambre de mucha gente, la falta  de  escuelas  de niños  y jóvenes  que no tenían los centros  y profesores  que él  había  encontrado.  El  choque  con aquella Vilma, hija de  político,  junto al encuentro con Telma,  la  campesina  estudiante  la hicieron  ver como los dos  extremos del país.

 

Terminamos el capítulo pasado con la conversación de Willy y Telma que terminó  cuando dijo  Willy:”Bueno pues amigos fuertes”.

 

Seguramente se  lo habrán imaginado ustedes. Es que Willy  le  estaba proponiendo a Telma  que si  quería ser  su  novia   y  Telma  le dio, un poco  colorada: “hombre  Willy  yo te conozco poco,  me  caes  bien  pero  yo  conozco  entre  mis amigas   varias a quienes han engañado… Aún tenemos tiempo para irlo pensando.  Además yo  colaboro en grupos, donde nos juntamos  para  analizar nuestra vida  y  lo  que sucede en el país…

 

-     ¡Anda!- saltó  Willy -  eso  andaba  yo buscando.  Me ha convencido lo  que hablé  hoy  con  el  P.  Eulogio, y lo que  he visto en  las aldeas que hemos recorrido. Podría  yo entrar en  esos  grupos?


Pero no  porque estoy  yo…  estos grupos se llaman  comunidades de base

 -         ¿De base?

 -         Si, que no son  de altura,  que no hay uno  que manda y los  demás solo obedecen.   El P. Eulogio nos da ideas, nos  habla de Jesús.  Pero de un Jesús de verdad,   no  de  ese  que a veces  se ve en  las iglesias  con túnicas y corona…

 

Willy, sentía  como  que  caía de las nubes a una vida distinta  de  la que le  habían  enseñado cuando hizo la primera comunión.  Tenía  mal  recuerdo  de unas catequistas que  les hablaban  del pecado y del demonio más que de Jesús  amigo…

 

Ya  llegaron a Cobán.  Telma le  dijo.  Bueno  Willy  dime tu teléfono.   Si  quieres  seremos amigos  fuertes  pero  nada más… y nos  encontraremos   en nuestra comunidad de  base. Cada  dos semanas… nos juntamos en  nuestras  casas.

 

-         Bueno, pues amigos fuertes dijo  Willy. Y  así termina  este capítulo, igual  que el anterior,  pero  ya  saben  lo  que  va  pasando  en  ese  grupo  de patojos, los  que además de ir  a  clase del instituto  mostraron mayor inquietud  subiendo a los montes  de  esas tierra  olvidadas pero inolvidables de Guatemala

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