Cena Ecológica, parte de la pintura de Maximino Cerezo arreglo: Ana Isabel Pérez y Martín Valmaseda

Cena Ecológica, parte de la pintura de Maximino Cerezo arreglo: Ana Isabel Pérez y Martín Valmaseda

3 de septiembre de 2021

El Capitulo 2 del cuento de la golondrina, el delfín y el perro callejero

 

LOS  TRES  BICHOS AMIGOS

Martín Valmaseda

Capítulo  2

En  el capítulo  1  les   contábamos cómo  se defendieron  la golondrina,  el delfín y  el  perrito callejero Cuando hicieron  huir  a ese chavo con el tirachinas,  ya  era de noche  y se quedaron  durmiendo el  perro y la golondrina herida  entre  la  hierba  del  bosque,  y el  delfín junto a  la orilla  vigilando,  cuando no se quedaba dormido.

Al salir  el sol el perro  se despertó  el  primero, o eso   se  creía ,pero  vio que  ya  no estaba la  golondrina en el  suelo  junto  a  él. Miro al  rededor, se levantó  y  entonces  escuchó  el tuit, tuit, tuit  el canto de golondrina.  Miró  hacia  arriba  y  la  divisó  en  la  punta  del  árbol  más  alto de  aqurel  bosuecillo. Se puso  contento.  Eso quería  decir  que    se le  había  cicatrizado  la herida de la   pedrara   del patojo  travieso  y  ya  podía  volar.  El  perro  levanto  la cabeza  y  ladró:  ¡uau, uau,  uau!    La  golondrina respondió . ¡tuit, tuit!

Tenemos que  decirles  una  cosa que  seguramente ustedes, seres humanos   ignorantes,  no  conocen y  es  que  los  animales  son  todos políglotas,  es  decir  que  entienden  todos los idiomas.  El  que  pía, el que ladra,  el  ,  el que barrita, el  que muge,  el  que  ruge…todos,    se  entiende unos  a  otros.

Seguramente me preguntarán¿Y a  los  seres  humanos, también  los entienden?.

A  los  hombres  y mujeres…  depende.  Los  que viven  con  los animales y  les tratan  con cariño, sí  los entienden   lo que dicen.

Les  recomiendo que lean el  libro de la  selva  y verán  cómo Mowgly  el  niño  que vivía con  los  lobos ,  entendía perfectamente  el aullido  de sus amigos,  el  barritar  del  elefante, el silbido de  la serpiente…..

No dejende leer el  libro de las  tierras vírgenes(o libro  de la  selva)  escrito  pot Rudyar Kipling y  lo  comprobarán.

Pero volvamos a  nuestros  tres   animales  amigos. Ya sabemos  que el  tuit tuit  de la  golondrina,  el  ladrido  del  perro  y  el  silbido y otros  ruidos   del  delfín   les  ayudaban  a  comunicarse.  El  delfín  cuando  vio  que la  golondrina  estaba  repuesta  del  ataque  del  travieso patojo , empezó a dar alegres saltos  por  el  mar  y  mientras saltaba les silbó a  sus  dos  amigos: “compañeros les  invito a venir  conmigo  a  mi  vivienda , la  isla  de los delfines. Está  cerca  de esta  costa…

El  Perro  ladró.” La golondrina  puede ir  volando, pero yo,  nadando no  sé si aguantaré  hasta  allí”

La  golondrina   bajó volando hasta unos cables  junto a la  playa  y dijo;” no  te preocupes amigo  perro, si te atreves  el  delfín  te  puede  llevar sobre  su  lomo”

“Yo  lo  llevo  con mucho gusto” – dijo el  delfín

“Y yo encantado  de  dar un paseo por el mar” – dijo  el perrillo  callejero.

El  delfín dio  un  salto sobre las olas  y se  acercó a la   orilla.-“ vamos pues “dijo

El  perro  viajero  muy contento  se  acercó  también  a las olas  donde  ya  estaba esperando el compañero pez y  saltó sobre su lomo.

Esa embarcación viva tuvo  cuidado  de  no  dar saltos sobre  las olas  y enfiló nadando hacia una isla pequeña,  con árboles  que  se veía  en medio del mar,

Ahí tenemos   el  viaje  de  los tres amigos.   El delfín cargado con el perro  y  sobre  ellos, revoloteando, la golondrina     siguiendo  el  rumbo  que  marcaba   el pez.

En su camino  se cruzaban  con  andadas de gaviotas que  se  quedaban extrañadas.  ¡Qué  bicho  más raro  es esa  gaviota  negra  que pasa por  ahí.!

Una  de las  gaviotas  más  viejas se rió. “Chicas  no  sean ignorantes. Esa no es gaviota.  Es un  pájaro  de tierra adentro, creo que se  llama gorrión.

No  seas ignorante tú   compañera- le cortó  otra -  ¿no  ves  que ese  ave  es  una  alondra?

En  pocos segundos  se montó una discusión entre las  gaviotas.  Unas decían  que era un  gorrión, o una alondra  otras que era  gaviota  de  África  y  por eso era  negra, una  llegó  a decir  que  se trataba  de  un  flamenco  pigmeo  de patas cortitas.

 

Hasta  que una  más   prudentes   se  vuelve  rápida  a preguntar  a la  misma ave de la  discusión  :  “oye   compañera disculpa la pregunta, ¿tú  que  tipo de  pájaro eres.?.

La  interpelada  sin dejar de volar  y sin mirar a la  preguntona  para  no perder de vista   a  sus amigos,  dijo  en  voz baja, porque ya faltaba  el  aliento  : ¿yo?  Yo  soy  Una   golondrina ¿no lo  ves?

Y la  gaviota  volvió al  grupo orgullosa con  la respuesta:

“Me ha dicho que  es una  gabardina”.  Y  todas  se quedaron conformes con la respuesta.


Mientras  tanto  los tres bichos amigos  iban  llegando a  la  isla  de los  delfines. Sus  orillas  estaban  rodeadas  de pequeñas  bahías  donde  se  refugiaban  muchos compañeros  de nuestro  delfín amigo. A  una  de ellas la llamaban  la  bahía  de la libertad.  Tenía  su motivo.  Allí  vivían varios  que  se habían  escapado de  un  delfinario.

¿No  saben  lo  que es  eso? Para que  lo

entiendan: es como  un  circo de  delfines.  Algunas personas  ganan dinero cazando  delfines,  enseñándoles  a  hacer  saltos acrobáticos  a  llevar  en la punta  de  su morro  a  equilibristas…  pero  allí  en  ese delfinario tienen encerrados  a  los  pobres delfines.  Hasta que unos amigos     de los  animales,  una  noche  abrieron  una pequeña  puerta  que  daba  al  mar  y  los delfines se escaparon  hacia la libertad.   

Cerca  de  esa  bahía  dejó  nuestro delfín al  perrito  que corrió hacia  dentro  del islote  a buscar un  lugar  donde  refugiarse.  Lo encontró  allí cerca  al  pie   de un árbol muy alto  porque  en  la  punta  del  árbol   se  dio cuenta  de  que  se  había posado su  amiga la golondrina a la  que  ya  todos llamaban …¿cómo  creen?  Pues  con  el nombre  que la daban  las  gaviotas, que cuando  pasaban  volando alrededor del  árbol   en vez  de llamarla  golondrina  la decía   ¡hola gabardina!… ¡hola  gabardina!.

Y así  termina  este segundo capítulo  de  los  TRES  BICHOS AMIGOS.  Seguiremos  contándoles más capítulos.

Pronto  les llegará el  capítulo  tres.