CAPITULO 4
Martín Valmaseda
“¡Cuidado un hombre!” fue el grito que asustó y escondió a todos los bichos de la isla de los delfines….
Pero ahora les digo la verdad. Lo que había aparecido entre los matorrales de la isla no era un hombre, era una mujer… y ni siquiera eso, era una niña de 6 años. Los animales no entendían mucho de edades de los seres humanos y cuando el loro divisó entre las plantas a la pequeña dio el grito de “cuidado un hombre·”
No sé si les dije que en esa pequeña isla sólo había una casita en la que vivía una familia: papá, mamá, un hijo de 15 años y una nenita de 6.
A la niña pequeña de la casa, todavía la mamá era su maestra la iba enseñando a leer, sumar,restar…, y desde hacía unos días, ya la dejaban asomarse `por los caminitos que rodeaban la casa familiar. La pequeña, Larita, correteaba por allí, veía los pequeños bichitos y los respetaba porque sus papás amantes de la naturaleza la habían insistido en que los animales y las plantas eran amigos nuestros.
Cuando Larita oyó el grito del loro, se quedó sorprendida del ruido de carreras vuelos, movimientos entre el bosque y el silencio en que todo quedó luego.
Cuando llegó a su casa contó durante la comida, que no había visto ningún animal. Sólo en la orilla un perrito corriendo y sobre el mar, un pez grande dando saltos y un pajarito negro volando alrededor.
El hermano se rió.”Niña, esta isla está llena de animales por todo el bosque!”
Al día siguiente salió Larita por el camino del bosque, despacito y mirando a todas partes… pronto sintió ruido entre los matorrales. Se quedó mirando, hasta que vió asomar entre las plantas la cabeza de un perro. Este puso cara de sorpresa y la preguntó.: “oye ¿ tú eres un hombre?”. “Yo soy una niña” – dijo ella”. En ese momento se dio cuenta de que entendía el ladrido de aquel perrito.
Como el perro ese estaba acostumbrado a jugar con los niños en la calle, (con los niños que no le tiraban piedras), salió al camino y se acercó a la niña) : “es que ayer un loro tonto nos dijo que aquí había un hombre y todos nos escondimos”.
Larita acarició la cabeza al perrillo:”pues si quieres seremos amigos”. – “claro, yo me llamo guauguito” – “y yo me llamo Larita”.
“Entonces te voy a presentar a mis amigos, Jijí el delfín y tuituí la golondrina”. Se acercaron los dos a la playa y allí el perrito subido a una roca ladró llamando a todos: “ amigos Jijjí, Tui tuí y los demás bichos, salgan aquí que esta no es un hombre es una niña y es nuestra amiga pequeñita.
Y así termina el capítulo cuarto de los tres bichos amigos.
En
el capítulo 5 seguirán sus
emocionantes aventuras...